Vamos a ilustrar este análisis con muchas fotografías. Si una imagen vale más que mil palabras, las fotos nos van a ahorrar un montón de palabras en este texto. Las imágenes que les vamos a ir ofreciendo muestran a toda una serie de personajes de la vida política española, aparentemente de lo más variopintos, supuestamente de ideologías opuestas, todos ellos sin embargo ostentando en la solapa su redondo y flamante PIN de la Agenda 2030.
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¿Cómo es posible que una Agenda que pretende eliminar la propiedad, la soberanía nacional, dejarnos sin coche, reducir drásticamente la natalidad, planificar la economía, imponer una dieta de gusanos y dictar cada una de nuestras acciones, suscite este consenso entre la práctica totalidad de nuestros líderes? Abrazar esa Agenda y sus postulados, ¿no es una traición a las ideas que supuestamente defienden? ¿Y quién está engañando más a sus seguidores? ¿Almeida o Pablo Iglesias? ¿Moreno Bonilla o Urkullu? ¿Quim Torra o Felipe VI?
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Desde luego el modelo autoritario, dirigista, estatalista e intervencionista que dibuja la Agenda 2030 parece más afín a lo que puede defender un comunista que a lo que puede defender un liberal. No en vano Podemos ha tenido el máximo interés en que la Secretaría de Estado para la Agenda 2030 fuera una de sus prebendas a cambio del apoyo a Pedro Sánchez, pero la Agenda aglutina muchas más voluntades que las de los defensores del comunismo. La Agenda 2030 es un caramelo atractivo para cualquier amante del poder absoluto. Tampoco resulta extraño ver en Davos y en la promoción de la Agenda 2030 a grandes corporaciones y empresas, comenzando por las energéticas y la banca. No es por amor al capitalismo y al libre mercado esta confluencia. Donde ven el gran negocio actual ciertas grandes empresas es en los boletines oficiales y los presupuestos a la sombra de los gobiernos. A fin de cuentas todo lo que nos van a ir quitando para que seamos felices sin tener nada tendrá que ir a parar a algún bolsillo.
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Una de las cosas más aterradoras de toda esta galería es la uniformidad de pensamiento. Cabe preguntarse si vamos hacia una dictadura o ya estamos en ella. ¿Sigue siendo optativa la Agenda 2030? ¿En qué momento dejó de serlo? No hemos debatido ni votado la Agenda 2030 y resulta que el 90% de los líderes mundiales ya van enganchados a un PIN de la Agenda 2030. ¿Qué le pasa al que no está de acuerdo con la Agenda 2030? ¿Es cancelado? ¿En qué medios aparece su discurso? El dinero para pagar la Agenda 2030 sale del bolsillo de todos, pero al repartirlo sólo vuelve a la cartera de los devotos. El que no lleva el PIN no sólo se queda sin voz sino fuera del reparto.
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Cuando se nos dice que el aborto es un tema ya superado, por ejemplo, nos encontramos con que la división entre los que se sienten muy incómodos por el latido del corazón de un feto y los que no se aprecia por los que llevan el PIN de la Agenda 2030 y los que no. La batalla ideológica no se puede dar entre los que llevan el PIN porque su ideología en el fondo y su visión del mundo es igual.
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🇬🇧 | Escalofriante discurso de la antropóloga británica Jane Goodall en el Foro Económico de Davos: "Podemos solucionar todos los problemas del cambio climático si reducimos la población mundial al nivel de hace 500 años".
Hace 500 años, había 7.500 millones de personas menos. pic.twitter.com/Vicsmyj5GJ
— La Derecha Diario (@laderechadiario) January 4, 2023
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Sin necesidad de manipular los resultados electorales, la democracia, el pluralismo político y las elecciones se convierten en una ficción y una gran mascarada si los relevos en el gobierno sólo van a consistir en que sale de la presidencia un señor con el PIN de la Agenda 2030 y entra en su lugar otro señor con el PIN de la Agenda 2030. O sea, cambian las caras pero permanece la misma Agenda, los mismos objetivos, el mismo programa. ¿Quiénes van a ser los excluidos en este sistema? ¿Cúales van a ser los partidos con los que no se van a poder formar gobiernos de coalición? ¿Los violentos? ¿Los antidemócratas? ¿O sólo los que osen cuestionar la nueva religión y negocio 2030?
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No pensemos desde luego que todos vamos a llevar el mismo PIN de la misma Agenda con los mismos objetivos como resultado de un proceso caracterizado por el debate y la libertad. La uniformidad de pensamiento suele darse más bien allá donde no hay libertad de pensamiento. Por eso todos los amigos del pensamiento uniforme obligatorio son tradicionalmente enemigos de la libertad, de la familia o de la propiedad. Quien no tiene ni libertad, ni familia, ni propiedad está totalmente desarmado frente al poder. No nos quieren desarmados ante el poder para ser libres ni para ser felices, sino para ser bovinos o para no poder protestar.
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Un comentario
No entiendo cómo vivir en la pobreza más absoluta puede ser un objetivo político, y que encima haya VOTONTOS dispuestos a entregarles su voto…su dinero, su vida, sus hijos.