El Consejo Escolar de Navarra ha hecho público su último informe sobre la educación en Navarra, una vez más con jugosos resultados. Uno de estos resultados es que la proporción entre alumnos en la educación pública y alumnos en la educación concertada se viene manteniendo en torno al 65% y 35% respectivamente, porcentaje similar al de hace una década.
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Como sin embargo señala Institución Futuro en su último boletín, no se trata de un porcentaje que resulte totalmente fruto de la libertad de elección de las familias. En muchas localidades pequeñas no es posible elegir la educación concertada. En Pamplona sin embargo, donde la oferta concertada es mayor, el porcentaje de alumnos de este tipo de centros crece hasta el 45%.
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¿Por qué las familias escogen si pueden en tan gran porcentaje la educación concertada? Sin duda en parte por los resultados. El informe PISA señala una superioridad aplastante de los centros concertados sobre los públicos.
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Otro de los epígrafes destacables es que el coste por alumno para las arcas públicas es de 7.610 euros para los centros públicos y sólo de 4.270 euros para los centros concertados.
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Nos encontramos por tanto con que la educación concertada es mejor, más barata y garantiza mejor la libertad educativa blindando a las familias del adoctrinamiento gubernamental. ¿No debería favorecerse entonces al máximo la educación concertada y facilitar y apoyar económicamente incluso a todas las familias que quisieran apostar por ella, de modo que nadie que la quiera se quede fuera?
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Por el contrario, los esfuerzos del Gobierno de Navarra en los últimos tiempos buscan más bien no satisfacer la demanda navarra de colegios concertados. El crecimiento de la educación pública se persigue a base de limitar la oferta de plazas concertadas en vez de mejorando los resultados de la educación pública y haciéndola más atractiva. ¿Pero qué sentido tiene esto si la educación concertada tiene mejores resultados, es más barata y garantiza mejor la libertad educativa? Pues parece que esto último es precisamente el problema. La libertad educativa no la contempla el gobierno como una ventaja para las familias, sino como una desventaja inaceptable para el gobierno.
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Un comentario
La libertad genera competencia y la competencia promueve el esfuerzo por la mejora del servicio a prestar a la ciudadanía.Si lo que se desea no es una buena educación sino un eficaz adoctrinamiento del pueblo , suprimase le educación concertada y potenciese la pública.