Las noticias atroces tapan todos los días a las noticias terribles y las noticias terribles hacen pasar desapercibidas a las noticias sólo gravísimas. Unicamente así se entiende que esta sea otra cuestión de la que apenas se han ocupado los medios, las tertulias y los políticos. Nos referimos al robo vía CGPJ de, parece, todos los datos de Hacienda de todos los contribuyentes de España. Naturalmente si nadie habla de ello tampoco nadie tiene que responder por ello.
Es el ciberataque más grande registrado en España y ha comprometido los datos de millones de ciudadanos: dnis, declaraciones de la renta, cuentas bancarias, direcciones, vidas laborales, relaciones empresariales… también los de políticos y empresarios https://t.co/wPm0zMEGti
— ABC.es (@abc_es) November 21, 2022
Resulta gracioso que nos hagan pasar el día aceptando cookies y cerrando ventanitas o firmando cosas que tendríamos que dedicar el resto de nuestra vida a leerlas para, supuestamente, garantizar nuestra seguridad, cuando de un soplo toda nuestra intimidad queda expuesta al primer hacker que pasa por el metaverso o su reverso tirando por tierra tanta precaución, tanto sueldo público, tanta molestia y tanta actuación. La única intimidad asegurada es la de los delincuentes.
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No deja de resultar asimismo irónico que nuestros datos hayan quedado expuestos precisamente a través del estado. O sea, nos tranquilizan diciendo que nuestros datos sólo los conoce el estado, que el estado nos protege, qué sería de nosotros sin el estado, durmamos tranquilos que el estado custodia bien nuestros datos. Pero resulta que precisamente es por una fuga de seguridad del mastodonte estatal que alguien se hace de golpe con todos nuestros secretos más íntimos. Hacienda lo sabe todo sobre nosotros y los hackers lo saben todo sobre Hacienda. Que el estado custodiara nuestros datos al final no era una fuente se seguridad sino todo lo contrario.
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No se puede descartar, por otro lado, que el hacker que ha robado todos nuestros datos a través del estado sea otro estado. La moderna guerra multimarco y multidominio se libra en todos los frentes por todos los medios, también en las zonas grises, también en internet y en las redes sociales. Un misil contra un cuartel puede hacer mucho menos daño que robar o destruir toda la información bancaria, sanitaria, laboral o fiscal de un estado.
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¿Quién ha sido el ladrón? ¿Querrá la información para sí o para venderla a terceros? Si no sabemos quién ha sido el ladrón, ¿podemos saber al menos quién era el encargado de defender de los ladrones todo lo robado? ¿Quién responde por este robo del que por otro lado tan poco se ha hablado? ¿Nadie? ¿Por qué esto no es ya un auténtico escándalo? Si nadie tiene que responder por el robo a lo mejor eso es lo primero que ya explica un poco este robo.
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