España afronta por culpa del PSOE un grave problema de legitimidad democrática. La pregunta clave ante todo lo que está sucediendo en España es: ¿qué habría pasado si el PSOE se hubiera presentado a las elecciones diciendo la verdad? ¿Las hubiera ganado? ¿Cuál sería la conclusión de que sólo ha podido ganarlas mintiendo?
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Si Pedro Sánchez se hubiera presentado a las elecciones de julio diciendo que iba a amnistiar a Puigdemont y el resto de golpistas. Que iba a perseguir a los jueces que habían parado el golpe. Que iba a condonar la deuda a Cataluña. O que iba a entregar a Bildu la alcaldía de Pamplona. ¿Hubiera obtenido el mismo resultado? Y el resultado que obtuvo, ¿para qué le legitima? Es decir, si uno se presenta a las elecciones diciendo que va a hacer esto y no lo otro, a lo que le legitima el resultado es a hacer esto y no lo otro. No tiene legitimidad democrática para hacer lo contrario de lo que propuso. Si en una votación uno se presenta para pintar la pared de rojo, y gana la votación, no está legitimado para pintarla de amarillo. De hecho, pintar la pared de amarillo cuando dijo que la iba a pintar de rojo sería un fraude electoral.
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Ya, pero es que cuando uno no tiene mayoría hay que negociar. Respecto a esto hay dos problemas. Primero que si uno se presenta diciendo que va a pintar la pared de rojo, y otro de amarillo, a lo mejor si no hay mayoría hay que pintar la pared de naranja, que sería una mezcla de rojo y amarillo. Lo que no puede hacer uno es pintarla de amarillo cuando es el color del otro y cuando expresamente para ganar la votación aseguró que en ningún caso la pintaría de amarillo. Y en segundo lugar, resulta que es ilegal pintarla de amarillo. O sea que la pared se podía pintar de rojo o de azul o de verde, pero no de amarillo. Así que la legitimidad para pintar la pared de amarillo es totalmente inexistente. Salvo que aceptemos que aquí uno se puede presentar con un programa y hacer después exactamente lo contrario, en cuyo caso la pregunta es de que sirven las elecciones y la democracia. O de qué sirven las leyes, si el que gana las elecciones prometiendo lo contrario de lo que hace se las salta.
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¿Y qué habría pasado en Pamplona si Elma Saiz se hubiera presentado diciendo que el voto del PSN iba a servir para convertir a Asirón en alcalde y que ella se iba a marchar a Madrid? Una vez más es que no nos encontramos ya sólo ante dos eventos imprevisibles, sino que el PSN se presentó expresamente a las elecciones municipales en Pamplona diciendo que no haría alcalde a Asirón y que Elma Saiz se quedaría en Pamplona a representar a sus votantes fuera cual fuera el resultado, desde la alcaldía o desde la oposición. Al final resulta que Asirón se presentaba a las municipales por dos listas, la del PSN y la de Bildu.
Elma Saiz confirma que el PSN no apoyará a EH Bildu en Pamplona https://t.co/wVNQsNnEmF
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) May 30, 2023
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¿Habría sido el mismo el resultado si el PSOE se hubiera presentado a las elecciones diciendo la verdad? Desde luego el que cree que no hubiera sido el mismo es el PSOE. Es decir, si el PSOE se presentó a las elecciones prometiendo exactamente lo contrario de lo que está haciendo, es porque pensaba que diciendo lo que realmente iba a hacer no ganaba las elecciones. ¿Y cómo llamamos a eso? ¿Legitimidad democrática? El respaldo democrático que tiene el gobierno es para lo que dijo que iba a hacer, no para lo que realmente está haciendo.
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Naturalmente todo lo anterior lo estamos reflexionando a partir de las traiciones a lo prometido en las elecciones ya ejecutadas, pero puede haber muchas más. ¿Activará el PSOE la Transitoria Cuarta si Bildu se lo pide? ¿Aprobarán una ley de amnistía para los etarras que aún no han sido excarcelados en nombre de la concordia y la desjudicialización? ¿Habrá un referendum en Cataluña? ¿Harán lehendakari a Otegui? ¿Qué legitimidad democrática tendría todo esto? ¿Cuántas cosas que no se han votado, o que se votaron en sentido contrario, servirán para que Pedro Sánchez o María Chivite puedan ocupar el sillón una noche más?
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Mentir sistemáticamente como está haciendo el PSOE, por consiguiente, no sólo es un problema de orden moral. Es abrir un gravísimo problema de legitimidad democrática. El Congreso de los Diputados o el Ayuntamiento de Pamplona no reflejan la mayoría social porque no es ya que lo que se hace sea distinto de lo que se votó, es que es lo contrario expresamente de lo que se votó. Lo contrario de lo que explícitamente se aseguró. ¿Qué es lo que realmente quiere la mayoría social? No lo sabemos, habría que volver a votar.
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3 respuestas
Yo tengo mis dudas acerca de que engañe a nadie,tras varias elecciones y,en especial,de la última del 23 de Julio,donde salió al menos un poco reforzado.Nos engaña realmente o la mitad aproximada de los votantes está de acuerdo con su liderazgo y su política,sean cuales sean las razones para ello?
Sería un paso adelante resolver este dilema para actuar en consecuencia.
A la izquierda española cuando perdió elecciones frente a la derecha le encantaba decir que los resultados electorales no reflejaban el sentir de «La mayoría social de este país» que según ellos con toda una supuesta autoridad moral e intelectual que se auto adjudicaban estaba totalmente de acuerdo con los argumentos de la izquierda aunque no hubieran ejercido su derecho al voto por ellos.
Batalla de las ideas y evitar idiotas a vuestros alrededores, tenía una compañera de trabajo que le encantaba echar el mitin cada dos por tres. Llegó un momento que nadie le hacía ya caso por idiota
Desengáñense, el sistema de partidos es un juego de trileros. Todos sirven al mismo amo, como demuestra el pun de sus solapas. Lo único que cambia es que ahora se hace con total desvergüenza. Acuérdense de la mayoría absoluta de Rajoy que prometió derogar leyes de las que no movió ni una coma. Estamos en manos de los plutócratas del NOM.