El Ayuntamiento de Pamplona, como todos los años, vuelve a repartir 81.750 euros entre las peñas sanfermineras que, entre 16 peñas incluida la Mutilzarra, arrojan una paguita de 5.109 euros a cada peña. Y todos contentos. ¿Todos? No todos.
81.750€ un año más.
A ver si algún candidato promete eliminar esto. #QuéganastengodequevuelvaMaya y acabe con estas cosas.
Cuando se presenten las pancartas volveréis a echaros las manos a la cabeza. Y cuando le casquen a la Mutilzarra también. pic.twitter.com/FHOLLlLKT6
— el vecino de نxue (@elvecinodeUxue) May 11, 2023
El Vecino de Uxue pone la llaga bajo el dedo en cuatro cuestiones interesantes.
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¿Debería pagarse esto con dinero público? ¿No sería más lógica y más justa la autofinanciación de las peñas? De entrada porque cada una recibiría lo que la gente quisiera darle, no una porción equitativa de una subvención. La gente no estaría obligada a pagar a las peñas. Y desde luego no a todas las peñas y a todas por igual. Tenemos que acostumbrarnos a exigir que la administración no financie cosas que no necesariamente nos interesan… y paralelamente a financiar las cosas que sí nos interesan. Pero que no decida por nosotros la administración.
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La segunda llaga son las pancartas de las peñas de la Federación, llenas todos los años de ikurriñas, de mapas de “Euskal Herria”, de mensajes de apoyo a los presos de ETA, de zafiedad y de unilateralismo político. ¿Por qué tiene que financiar con su dinero todos esos mensajes políticos y sectarios, a menudo insultantes hacia los creyentes, la gente que no comparte todos esos mensajes políticos? Indignarse pero pagar no sirve de nada.
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La tercera llaga es la agresión que la Peña Mutilzarra sufrió el año pasado (entre gritos de gora ETA) a manos de miembros de las otras peñas, por el grave delito de llevar una bandera de Navarra real, no una ikurriñizada, y por ir provocando, o sea existiendo. Existir fuera del pensamiento único abertzale de la Federación de Peñas es provocar y no hay violación. Obviamente no se puede culpar de lo sucedido a todas las peñas y a todos los miembros de todas las peñas, pero sí se les puede y se les debe exigir a todas las peñas que condenen este tipo de sucesos. La Peña Mutilzarra sigue esperando la condena de los hechos y la solidaridad del resto de peñas, que sin embargo sí expresan su condena en otros momentos ante otros hechos como unas pintadas contra Asirón.
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El problema, y ya sería la cuarta llaga, es quién se atreve a cortarle el suministro incondicional a las peñas. La pregunta es si nadie se lo ha planteado porque no hay votantes que se cuestionen esa subvención o si, aunque existan esos votantes, nadie quiere darles voz o nadie se atreve llegado el momento a cambiar la situación.
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Pueden parecer pocos 81.750 euros, pero parecen más y pesan más cuando uno ve ciertas pancartas o asiste a ciertos sucesos violentos. Por otro lado, los contribuyentes tenemos dos opciones. Exigir con firmeza que se dejen de pagar esos 81.750 euros antes de que nos quieran subir cualquier tasa o impuesto, o meter esos 81.750 euros en el enorme saco de pequeños gastos cuya supresión nunca exigimos en vez de pagar más tasas e impuestos. Y así se van perpetuando ciertas situaciones, así va creciendo nuestra sumisión y así va creciendo ese saco.
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