En esta pintoresca España del año 2022 resulta muy curioso encontrarse con que, al mismo tiempo que aprobamos leyes para ampliar el aborto, se nos recuerda que destruir un nido de golondrinas nos puede costar una multa de hasta 200.000 euros.
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🪺 DESTRUIR UN NIDO DE GOLONDRINAS PUEDE COSTARTE HASTA 200.000 EUROS. 💥💸https://t.co/ga1Z4Ulqfs
— Revista Jara y Sedal (@jaraysedal_es) May 18, 2022
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La propia cuenta de la Policía Nacional señala que hay que respetar los nidos de las golondrinas porque si no lo hacemos cometemos una infracción, y porque además las golondrinas mantienen a raya a los mosquitos.
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En el #DíaMundialdelasAvesMigratorias
👉Te recordamos que 🪶 volverán las oscuras #golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar…👆Y tú deberás respetarlos porque destruir sus 🪹 puede suponer una infracción
👉Son una especie protegida que mantienen a raya a los mosquitos 🦟 pic.twitter.com/HcprX8mBj0
— Policía Nacional (@policia) May 14, 2022
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El artículo 54.5 de la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, determina que “Queda prohibido dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico. Esta prohibición incluye su retención y captura en vivo, la destrucción, daño, recolección y retención de sus nidos, de sus crías o de sus huevos, estos últimos aun estando vacíos, así como la posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus restos, incluyendo el comercio exterior”.
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El carácter esencialmente paradójico de nuestra legislación, que sin duda no es más que un reflejo del desbarajuste ideológico de nuestros políticos y de nuestra sociedad en general, establece por tanto un marco legal en el que una mujer embarazada de 13 semanas, momento en que Irene Montero anunciaba alborozada su embarazo de Manu y Leo, puede matar impunemente a su hijo, pero en cambio no puede darle una patada a un nido con huevos de golondrina sin cometer una infracción.
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Si las mujeres se quedaran embarazadas unas veces de golondrinas y otras de seres humanos, podrían abortar las veces que estuvieran embarazadas de seres humanos. Y es que protegemos a las golondrinas más que a los niños porque las golondrinas matan a los molestos mosquitos, aunque para cualquiera que quiera verlo esto es un injusto e intolerable ejemplo de especismo. Ojalá los niños supieran matar mosquitos para que tuviera algún maldito interés protegerlos.
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