Asistimos en los últimos tiempos a acontecimientos históricos que nos suelen pasar desapercibidos. Hubo un tiempo en que poner un satélite en órbita, mandar una perra al espacio, dar un paseo espacial, no digamos llegar la Luna, eran cosas que ocupaban y deslumbraban a los seres humanos del planeta en igual proporción. Eran cosas que además se publicitaban adecuadamente y suscitaban el foco de atención porque había una carrera espacial, porque cada gran potencia estaba librando esa batalla y no sólo luchaba por obtener el próximo logro, sino por publicitarlo y venderlo adecuadamente a escala mundial.
Starship rocket booster caught by tower pic.twitter.com/aOQmSkt6YE
— Elon Musk (@elonmusk) October 13, 2024
Lo cierto es que en los últimos años, tras un cierto estancamiento, estamos viviendo otra vez una gran revolución en la carrera espacial. Vuelven los paseos espaciales, se multiplican los lanzamientos de cohetes y llegan cohetes que vuelven a tierra para ser reutilizados, posándose verticalmente sobre su base. Además, miramos ya a Marte como el próximo paso inmediato y real.
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— Lord of the Gins (@LordoftheGin) October 13, 2024
¿Por qué no estamos tan pasmados y emocionados ante los avances a los que estamos asistiendo en estos momentos? Pues puede que porque, como decíamos anteriormente, esos avances no están teniendo lugar impulsados por el gobierno de tal o cual gran potencia. Esos avances no son el resultado de una carrera entre dos modelos políticos. Esos avances no son el resultado de la lucha de dos estados o del empeño de lo público y lo estatal para evidenciar su poderío. Sin embargo, esa ausencia del gobierno y lo público en este salto, esta falta de expolio al contribuyente para lograrlo, ¿no debería precisamente resultar disruptiva y aumentar más aún nuestro pasmo?
Commander @rookisaacman has egressed Dragon and is going through the first of three suit mobility tests that will test overall hand body control, vertical movement with Skywalker, and foot restraint pic.twitter.com/XATJQhLuIZ
— SpaceX (@SpaceX) September 12, 2024
Muchos nostálgicos de la URSS, ya que no el éxito de la URSS, intentan al menos vender la idea de que el éxito de Occidente fue resultado de la necesidad de competir con la URSS. Si no hubiera sido por la URSS, Occidente se hubiera estancado. Sin embargo no está haciendo falta para nada la URSS en este nuevo tramo de la carrera espacial, bien es cierto que la competencia siempre es sana y estimulante y existe una tácita disputa entre China y los EEUU, bien que en estos momentos muy desigual. El caso es que la carrera espacial en este momento no es tanto entre EEUU y China, Rusia o no digamos la patética UE sino entre Elon Musk y Elon Musk.
This summarizes things quite well pic.twitter.com/7kIvr6oOxn
— Michael A. Arouet (@MichaelAArouet) October 13, 2024
Podríamos decir muchas cosas buenas y alguna mala de Elon Musk, pero desde luego no se puede decir que no sea un genio y que no esté revolucionando el progreso de la humanidad sólo con su propia inteligencia, su propio talento y su propia personalidad, como antaño hicieron Edison o Tesla. Elon Musk es un exponente de que los gobiernos, los estados y las administraciones públicas no son el único vector posible de progreso en las grandes empresas de la humanidad. En realidad, la carrera espacial puede ser otro campo más en que el mejor papel del gobierno puede ser el de no estorbar y facilitar el hacer o apoyar a gente como Musk. Quizá no nos hace falta otra potencia para añadir un poco más de pimienta a la carrera espacial, nos hace falta otro Elon Musk.
Elon Musk anuncia para 2026 el primer vuelo de Starship a Marte https://t.co/l0HpKmcMHL
— RTVE Noticias (@rtvenoticias) September 9, 2024
El problema con Elon Musk es, entre otros, que es simpatizante de Trump. Los demócratas tienen de su lado a la pavisosa de Taylor Swift, pero el talento más apabullante del siglo XXI es un ferviente partidario de Trump. ¿Por qué Space X está consiguiendo avances deslumbrantes sin que los estemos viviendo con la intensidad y la emoción que seguramente merecen? Pues recapitulando todo lo dicho porque no hay un estado o un bloque de estados detrás publicitando esos logros como en la Guerra Fría, porque Space X ha eclipsado a la NASA y sus logros son logros particulares de una empresa privada, aunque ofrezca avances que trasciendan para toda la humanidad, y finalmente porque el impulsor de todos estos logros es Elon Musk, un visionario defensor de la natalidad, del control de las fronteras, de la libertad de expresión y de Trump.