No, la carrera espacial no dependía de la URSS ni del estado

Asistimos en los últimos tiempos a acontecimientos históricos que nos suelen pasar desapercibidos. Hubo un tiempo en que poner un satélite en órbita, mandar una perra al espacio, dar un paseo espacial, no digamos llegar la Luna, eran cosas que ocupaban y deslumbraban a los seres humanos del planeta en igual proporción. Eran cosas que además se publicitaban adecuadamente y suscitaban el foco de atención porque había una carrera espacial, porque cada gran potencia estaba librando esa batalla y no sólo luchaba por obtener el próximo logro, sino por publicitarlo y venderlo adecuadamente a escala mundial.

Lo cierto es que en los últimos años, tras un cierto estancamiento, estamos viviendo otra vez una gran revolución en la carrera espacial. Vuelven los paseos espaciales, se multiplican los lanzamientos de cohetes y llegan cohetes que vuelven a tierra para ser reutilizados, posándose verticalmente sobre su base. Además, miramos ya a Marte como el próximo paso inmediato y real.

¿Por qué no estamos tan pasmados y emocionados ante los avances a los que estamos asistiendo en estos momentos? Pues puede que porque, como decíamos anteriormente, esos avances no están teniendo lugar impulsados por el gobierno de tal o cual gran potencia. Esos avances no son el resultado de una carrera entre dos modelos políticos. Esos avances no son el resultado de la lucha de dos estados o del empeño de lo público y lo estatal para evidenciar su poderío. Sin embargo, esa ausencia del gobierno y lo público en este salto, esta falta de expolio al contribuyente para lograrlo, ¿no debería precisamente resultar disruptiva y aumentar más aún nuestro pasmo?

Muchos nostálgicos de la URSS, ya que no el éxito de la URSS, intentan al menos vender la idea de que el éxito de Occidente fue resultado de la necesidad de competir con la URSS. Si no hubiera sido por la URSS, Occidente se hubiera estancado. Sin embargo no está haciendo falta para nada la URSS en este nuevo tramo de la carrera espacial, bien es cierto que la competencia siempre es sana y estimulante y existe una tácita disputa entre China y los EEUU, bien que en estos momentos muy desigual. El caso es que la carrera espacial en este momento no es tanto entre EEUU y China, Rusia o no digamos la patética UE sino entre Elon Musk y Elon Musk.

Podríamos decir muchas cosas buenas y alguna mala de Elon Musk, pero desde luego no se puede decir que no sea un genio y que no esté revolucionando el progreso de la humanidad sólo con su propia inteligencia, su propio talento y su propia personalidad, como antaño hicieron Edison o Tesla. Elon Musk es un exponente de que los gobiernos, los estados y las administraciones públicas no son el único vector posible de progreso en las grandes empresas de la humanidad. En realidad, la carrera espacial puede ser otro campo más en que el mejor papel del gobierno puede ser el de no estorbar y facilitar el hacer o apoyar a gente como Musk. Quizá no nos hace falta otra potencia para añadir un poco más de pimienta a la carrera espacial, nos hace falta otro Elon Musk.

El problema con Elon Musk es, entre otros, que es simpatizante de Trump. Los demócratas tienen de su lado a la pavisosa de Taylor Swift, pero el talento más apabullante del siglo XXI es un ferviente partidario de Trump. ¿Por qué Space X está consiguiendo avances deslumbrantes sin que los estemos viviendo con la intensidad y la emoción que seguramente merecen? Pues recapitulando todo lo dicho porque no hay un estado o un bloque de estados detrás publicitando esos logros como en la Guerra Fría, porque Space X ha eclipsado a la NASA y sus logros son logros particulares de una empresa privada, aunque ofrezca avances que trasciendan para toda la humanidad, y finalmente porque el impulsor de todos estos logros es Elon Musk, un visionario defensor de la natalidad, del control de las fronteras, de la libertad de expresión y de Trump.

Compartir este artículo

Te puede interesar..

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.

Suscríbete a nuestro boletín