Seguramente todo el mundo se ha dado cuenta, pese a toda la acumulación de atrocidades gubernamentales diarias, de que no es sólo por eso que las famosas pelotitas (pellets) de las playas gallegas han desaparecido como por ensalmo de las portadas. Ya no hay pelotas. ¿Acaso las habría recogido todas Yolanda Díaz en su fotogénica visita? Dudosamente, puesto que tampoco ha comparecido a presumir de ese éxito ni a enseñarnos todas las bolitas que fue capaz de recoger, aparentemente un puñadín. La explicación seguramente tiene más que ver con el hecho de que las bolitas hayan empezado a aparecer por muchas otras playas, de autonomías no gobernadas por el PP, por no mencionar la responsabilidad por inacción de la llegada de las bolitas a las playas por parte del gobierno central. Se ha ido conociendo además la presencia recurrente de estas bolitas en muchas otras playas, incluyendo las de Tarragona, sin que haya sido noticia hasta ahora que (coincidiendo oportunamente con las elecciones) se ha empezado a hablar de Galicia. Pero hay más y es que, como publica El Debate, cuando se ha empezado a limpiar las playas gallegas de bolitas, con lo que se han encontrado los servicios de limpieza es que el resto de basura que están retirando triplica a los pellets.
Los servicios de limpieza de las playas gallegas retiran el triple de plásticos de residuos urbanos que de pélets.
https://t.co/hLs6ACXJV7 vía @eldebate_com
— Benita dos Carallos (@criaturina) January 23, 2024
Podría pensarse que si el escándalo no son los pellets lo será entonces la basura, pero tampoco. Galicia es una de las comunidades con las playas más limpias de España y con más banderas azules en las playas. No es que haya mucha basura, sino que hay pocos pellets. Desde luego no hay más basura que en cualquier otro momento en que no es noticia la basura en las playas, y si la basura en las playas fuera noticia tendría que serlo en muchos otros lugares de España antes que en Galicia. Por no hablar de la basura en los cauces de los ríos. Seguramente se puede sacar mucha más basura de cualquier cauce fluvial que pellets de las playas gallegas. En estos tiempos cualquier persona paseando con un móvil por el cauce de un río y subiendo una foto a las redes sociales puede desactivar en un santiamén todas las campañas publicitarias de la prensa sanchista vegetal, digital y mineral.
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La cuestión de fondo sin duda es que las encuestas internas del sanchismo no aprecian ningún beneficio electoral como consecuencia de toda la campaña de los pellets. De hecho puede que hayan notado que la campaña se volvía contra ellos, lo que explicaría este silencio súbito y radical respecto al asunto. O sea, las mentiras se dividen en dos: las que pese a ser mentiras funcionan en las urnas y las que no. La de los pellets parece ser de las mentiras que no.
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