Losantos, tú antes molabas

Federico Jiménez Losantos sin duda es un tipo apreciable como comunicador. Es inteligente, es culto, es ingenioso y se conoce el panorama político y mediático al dedillo. Su labor en la denuncia y conocimiento de los errores y horrores del comunismo no se puede dejar de valorar. La pregunta sin embargo es a quién aprovecha en este momento su labor como comunicador.

Desde hace un tiempo Losantos dedica un rato a criticar al sanchismo y todo el resto del tiempo lo dedica a criticar a VOX y a medios como El Toro TV. El gran peligro para España es Julio Ariza y un poquito Pedro Sánchez. En realidad, Jiménez Losantos se pasa todo el día dándole la razón al sanchismo cuando dice que viene la extrema derecha, la ultraderecha, el Yunque, el becerro de oro, Putin, la mafia… las reuniones de la cúpula de la extrema derecha deben ser de lo más amenas con un personal tan nutrido y diverso. Lo que no aclara Losantos es dónde se reúnen o quién tiene la última palabra en esas reuniones tan fantasiosas.

Jiménez Losantos no dice por tanto nada que no repitan todo el tiempo la extrema izquierda y el nacionalismo. Escuchar la emisora de Losantos es el 80% del tiempo lo mismo que escuchar la SER o ver TV3 o la ETB. Lo malo es que la SER, TV3 o la ETB hablan para gente que ya está en contra de la derecha. Hablan para su gente. No tienen impacto sobre el elector no nacionalista y de derechas. El peligro de Losantos es que pueda hacer llegar al electorado de derechas el mensaje de la izquierda: que viene la ultraderecha, que los partidos de derechas son una mafia, que son antidemocráticos y que hay que mantenerlos alejados del poder como sea. A lo que llama el discurso de Losantos es a votar a la izquierda para frenar a la extrema derecha, o a quedarse en casa sin votar, lo que sea menos votar a VOX. Tampoco le gusta Alvise, aunque irónicamente Alvise a lo mejor ha engordado en parte por oyentes de Losantos a los que ha conseguido llevar al desencanto con VOX. Lo único que odia Losantos más que a la izquierda es la alternativa a la izquierda.

A Losantos le disgusta asimismo el Partido Popular, pero aquí empezamos a llegar al hueso de la cuestión. El papel de Jiménez Losantos durante muchos años y seguramente también ahora ha sido el de llegar al votante descontento del Partido Popular. El votante crítico del PP tenía que sentirse identificado con Losantos al escucharle. El PP era blando e informe. El PP llegaba al poder y no hacía nada con él. El PP no daba la batalla de las ideas. Rajoy era un cobarde… Pero había que votar al PP. La misión de Losantos era conseguir que el votante descontento del PP, pese a todo, siguiera votando al PP. Eso sigue siendo lo mismo a fecha de hoy.

Escuchando a Losantos pareciera que hay alguna diferencia entre Feijóo y Rajoy. Pareciera que este PP no es el de Cuca Gamarra o Pons. Pareciera que en Europa no votan juntos todo el rato el PP y el PSOE. O que el PP y el PSOE no son igual de devotos de la Agenda 2030. Losantos habla del PP como si lo dirigiera Ayuso en vez de Feijóo, porque sabe que a sus oyentes les gusta mucho más Ayuso que Feijóo. A lo mejor después tampoco había mucha diferencia en la práctica entre Ayuso y Feijóo, pero es que con Feijóo no hay diferencia ni teórica con Rajoy. De hecho, si jugáramos a las siete diferencias entre Feijóo y García-Page igual teníamos que rebajar el listón a dos o tres.

El primer objetivo del discurso de Losantos, pretendido o no, es que el elector antisanchista se quede en casa antes que votar a VOX. El segundo objetivo es que sea imposible sacar al PSOE del poder mediante un pacto entre el PP y VOX. Si VOX es sólo la décima parte de horrible de lo que dice Losantos, ¿cómo va a justificar el PP un pacto con VOX? Se criticó mucho tras los resultados del 23J a la presidenta de Extremadura, María Guardiola, por haber hecho tanto aspaviento para pactar con VOX. Al final ella es presidenta con VOX pero en las generales le hizo la campaña a la izquierda, avalando el ridículo discurso de que VOX era una amenaza para la mujer, para los gays, para los demócratas y para los inmigrantes sin distinción. Losantos hace todos los días lo mismo que Guardiola queriéndolo o sin querer. Intenta luchar contra el sanchismo y poner obstáculos a una alternativa al sanchismo con la misma intensidad. ¿Le va a pedir algún día Losantos a Feijóo que pacte con VOX cuando dice que VOX es la mafia, el KGB de Putin, el Yunque y la Falange? Su papel, de tener alguno, es el de llevar al poder a un PP que no haga nada y después criticarlo por no hacer nada, pero evitando que llegue al poder alguien dispuesto a hacer algo si no es del PP. Sánchez levanta un muro entre los sanchistas y los demás y Losantos levanta un muro dentro de la derecha entre el PP y los demás. Sacar a Sánchez del poder, sin embargo, va a requerir tender puentes dentro de la derecha entre el PP y los demás. Todo sea que a última hora Losantos no se sume a una alternativa del PP con el PNV y Puigdemont. Losantos incomoda tan poco al sanchismo que el sanchismo le organiza entrevistas-masaje en la 2.

La buena noticia es que a estas alturas, vistos los resultados electorales, tampoco parece que Losantos tenga mucha influencia sobre el electorado antisanchista. La alternativa al sanchismo que no es el PP crece en vez de decrecer. A juzgar por los resultados de las generales o las europeas, hay un votante antisanchista que no está dispuesto a volver al PP o a votar al PP por primera vez. Es un votante que o busca otras opciones o no se moviliza. Y es un votante que no escucha las consignas de Losantos más que las consignas de Tele5 o la SER.