Por alguna extraña razón, el comienzo de 2025 ha venido marcado por la recuperación de las estampas como elemento expresivo y creativo. Por un lado el ataque a los creyentes de Lalachús, el binomio gubernamental de Broncano, con la estampa del Sagrado Corazón con la cabeza de la vaquilla del Gran Prix. Cuando ya todo parecía dicho al respecto, surge del olvido Irene Montero denunciando una estampa de la Guardia Civil, la cual recomendaba precaución en estas fechas con Malhechor, Mangar y Va-a-asaltar. Si los que intentan entrar en tu propiedad no son los Reyes Magos, a llamar al 062. ¿Cuál es el problema? Que los tres asaltantes son negros, brama Montero.
Lo cierto es que los tres ladrones de la caricatura llevan pasamontañas negros, pero no son negros, de hecho hasta se aprecia que uno es rubio. El delito es por lo visto que no se hayan comprado dos pasamontañas blancos. Una vez más nos encontramos por tanto ante el delirante universo de Irene Montero, un universo en el que el comunismo funciona, la ley sueltavioladores es un ejemplo y Franco está vivo. Eso sí, el post de la Guardia Civil fue inmediatamente retirado. El discurso dominante es el que es y si te acusan de odiar a los cristianos es hasta recompensable, pero mucho cuidado si con razón o sin razón te acusan de racista. Las polémicas desde las cuentas oficiales se evitan, pero sólo cuando el asunto desagrada al gobierno y sus socios. La libertad de expresión que defiende Bolaños es sólo para alabar al gobierno y suscribir su discurso, como en todas las dictaduras.
Poco antes de la estampita intolerable, por supuesto la de los tres ladrones sin pasamontañas cromáticamente plurales, se había desatado un escándalo monumental sobre los miles de chicas menores tuteladas abusadas sexualmente por mafias inmigrantes. Sobre esto en cambio no ha tenido nada que decir Irene Montero, como sobre las mujeres iraníes o como sobre las violadas y asesinadas israelíes. Era mucho más importante que lo de Gran Bretaña lo de los pasamontañas negros. Como siempre todo depende de quién sea el agresor y quién sea el acusado, no del hecho. Hermana yo sí te creo debería sustituirse por camarada yo sí te creo. Si no eres una mujer comunista que te defiendan los fachas. Si eres una camarada el feminismo sí estará contigo, siempre claro está que el acusado no sea un líder progresista, al menos hasta que la bola no se haga my gorda. Al final quien trata distinto a la gente por el color de su piel o el de sus ideas es Irene Montero.
El hecho ya que dejamos atrás la Navidad y el carbón ha sido repartido de forma justa y eficaz, cosa que seguramente no le ha pasado inadvertida a doña Irene, es que pocas instituciones han hecho más contra el racismo que la Iglesia Católica a través de la figura de Baltasar.
Poema de Chesterton sobre los Reyes Magos. Recitado por Javier Horno.
