Pedro Sánchez ya empieza a hablar como Maduro. Lo peor es que lleva ya tiempo empezando a actuar como Maduro y seguramente lo uno lleva a lo otro o lo otro a lo uno. El caso es que Sánchez ha concedido una megaentrevista presentándose como una víctima de los grandes poderes del IBEX y los cenáculos empresariales a la vez que un luchador contra todos esos poderes que se constituyen en cenáculos de fumadores de puros.
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La pregunta, sin embargo, es si el presidente del gobierno puede presumir de luchar contra el poder. O sea, el presidente del gobierno es el poder. Pedro Sánchez es el jefe de la policía. Es el que le da las órdenes al Ejército. El que topa los beneficios de las eléctricas. El que reparte el Presupuesto, las licencias de televisión y la publicidad institucional. El que cambia las leyes. El que reescribe la historia. El que nombra al director de RTVE. El que cierra el Parlamento. El que nombra a la mayoría de los jueces. El que confina a la gente en su casa y declara estados de alarma ilegales. ¿Cómo que Pedro Sánchez lucha contra el poder? Luchar contra el poder es luchar contra Sánchez. Si estás con Sánchez estás con el poder.
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Aclarado todo lo anterior, es cierto que hay un grupo de millonarios que se reúnen en cenáculos a fumar puros y decidir los destinos del mundo. Es la Agenda 2030. Es el grupo de Davos. Pero resulta que Pedro Sánchez forma parte de los favoritos de ese grupo. Davos y la Agenda 2030 apoyan a Pedro Sánchez. Pedro Sánchez no combate a Davos y la Agenda 2030. Pedro Sánchez es un lacayo del poder. El poder está con Sánchez.
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Contrariamente a lo que pasó con Rajoy cuando gobernaba el PP, la UE está regando de millones la legislatura de Pedro Sánchez y comprando masivamente deuda española para que Pedro Sánchez, pese a tener las cuentas públicas totalmente desbarajustadas, no tenga que hacer ningún recorte, pueda gastar ilimitadamente, endeudarse ilimitadamente y no tenga que anunciar al electorado ninguna medida impopular. Casi podría decirse que la UE está usando el dinero de Europa para comprarle votos a Pedro Sánchez y mantenerlo a toda costa en el poder.
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Por último podríamos preguntarnos quién ha visto a los poderosos fumar puros. Bien es cierto que Rajoy parece que dejó de fumar puros y perdió el poder, pero no inmediatamente ni lo uno a causa de lo otro. Si pensamos en dirigentes fumando puros quienes nos vienen a la cabeza son más bien Fidel Castro y el Ché Guevara. O Revilla a otro nivel. Pedro Sánchez ni siquiera vive de ideas equivocadas, sino de estereotipos ridículos. Cuando se reúnen los responsables de la operación de INDRA-PRISA-Moncloa, ¿se fuman un puro? ¿Con quién está el IBEX? ¿Con los que fuman puros en el gobierno o con los que fuman puros en la oposición? El día del Orgullo Gay era un festival de colorines arcoíris en todas las cuentas en redes sociales de las empresas del IBEX. De todos los medios que hay en España, ¿cuántos están en contra de Pedro Sánchez? ¿Cuál es el presupuesto de todos los medios que están a favor y el presupuesto de todos los que están en contra? Si tienes una cuenta en Twitter, ¿cuántas veces menos probable es que te la cierren digas lo que digas si eres de izquierdas? Si Pedro Sánchez está en el poder, ¿no es casi la prueba del nueve de que el IBEX, los oligarcas de Davos y todos los poderes dominantes se encuentran con él? El problema de Sánchez es que lo está haciendo todo tan mal que, llegado el momento, a lo mejor ni todos los poderes locales y globales que juegan a su favor le pueden salvar.
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