Diario de Navarra publicaba ayer un dato interesante: el presupuesto para pagar a la plantilla del Gobierno de Navarra aumenta un 10% de un año para otro. Los gastos de personal en los Presupuestos de Navarra, por tanto, pasarán a alcanzar la astronómica cantidad de 1.863 millones de euros, 177 millones más que el ejercicio anterior. Los gastos de personal constituyen casi un tercio de los presupuestos y el salario medio bruto anual en la administración foral se sitúa en los 41.598 euros.
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— Diario de Navarra (@DiariodeNavarra) January 23, 2024
Frente a los 1.863 millones de 2024, los gastos de personal de la administración foral en 2009 fueron de 1.157 millones, que en 2011 llegaron a ser de 1.072 millones. Es decir, hablamos de un aumento del 61% desde 2009 o del 73% desde 2009. Por contra, el PIB navarro fue de 18.517 millones en 2008 y de 22.595 en 2022. Es decir, los costes de personal han subido entre un 61% y un 73% mientras que el PIB sólo ha subido un 22%. Salta a la vista la enorme desproporción.
#SalariosNavarra
El salario bruto medio anual en #Navarra en 2021 fue de 28.459,37 euros, un 1,7% más que el año anterior🔗Info https://t.co/FKs7GO7Iye#EstadisticaNastat https://t.co/MTrSOjXt7E
— Nastat (@nastat_na) June 20, 2023
Hablando de enormes desproporciones, el salario bruto medio en Navarra es de sólo 28.500 euros frente a los 41.500 del salario medio dentro de la administración. Navarra se divide entre los que financian el presupuesto del gobierno y quienes cobran del presupuesto del gobierno: los que financian el presupuesto, irónicamente, encima de que son los que financian el presupuesto cobran mucho menos que los que cobran del presupuesto.
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Una pregunta importante que Diario de Navarra se hacía a cuenta los datos es si todo este incremento se ha visto acompañado de un incremento equivalente en la calidad de los servicios. Muchos navarros, sin embargo, no sólo no tienen la impresión de que los servicios del gobierno foral sean cada vez mejores sino que, por el contrario, aprecian que cada vez van a peor. Desde luego lo que no se aprecia es una mejora espectacular, paralela a un aumento de gasto espectacular. ¿Cómo llamamos a gastar más sin obtener resultados mejores? ¿Gestionar mal?
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Todo el dinero que el gobierno quita a las empresas o a los navarros particulares de los bolsillos vía impuestos es dinero además que se detrae de la economía del sector privado, del consumo, de la inversión, del ahorro… Cuanto menos dinero le dejas a la economía privada, menos crecimiento, menos consumo, menos inversión, menos empleo. ¿Por qué Navarra está casi estancada? ¿Por qué apenas se crea empleo? ¿Por qué tenemos mucho más paro que en 2007? A lo mejor todo lo anterior ayuda a construir la respuesta adecuada.
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Una preocupación ineludible respecto a todo lo señalado es qué pasará en el momento en que lleguen las vacas flacas. Cuanto mayor es el peso del sector público respecto al privado, más vulnerable es todo el sistema del llamado “estado del bienestar” a una crisis económica o financiera. Los gastos de personal en la administración son gastos estructurales, muy difíciles de revertir en tiempos de crisis. ¿Cómo se sostendrá todo el castillo de naipes cuando se produzca, como necesariamente se producirá, una contracción de los ingresos en la próxima recesión importante? Es más, es que todo el nivel de gasto público al que estamos asistiendo ni siquiera es un gasto con las cuentas públicas saneadas. No hace falta que llegue una recesión para que el sector privado ya no pueda mantener con sus impuestos el gasto público. Eso ya está pasando ahora con crecimiento. Por eso el estado ostenta un déficit crónico y un aumento constante del endeudamiento. El gasto público español sólo es posible, aún en tiempos de bonanza, porque está sostenido por el BCE y las decenas de miles de millones de euros de las ayudas y fondos de la UE. No se trata sólo por tanto de preguntarse cómo enfrentarán las cuentas públicas una recesión importante, sino si con todos estos desequilibrios sobre la mesa pesando negativamente sobre la situación puede haber una recesión en España que no sea importante.
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