La rebaja de la pena a uno de los miembros de “la manada” es un buen ejemplo de ello, pero sólo uno más de los que pasan sin pena ni gloria por las páginas de sucesos todos los días. Irene Montero no se hace responsable de su error, de hecho Irene Montero se muestra orgullosa de su reforma legal. La extrema izquierda no admite errores. La extrema izquierda no pide perdón. ¿Ha pedido perdón la izquierda por algo de 1917 hasta hoy? Cuando la izquierda comete un error ataca, por eso Irene Montero tiene siempre una actitud agresiva. Ha rebajado la pena a un miembro de la manada. Ha favorecido a más de 1.000 agresores sexuales. Incluso ha dejado en la calle anticipadamente a más de 100 depredadores sexuales. Pero ella está muy orgullosa de sí misma y de su ley. Lo que pasa es que los jueces son unos machistas que aplican mal una ley que es maravillosa.
Así afirmó Irene Montero que no se conocía ninguna rebaja de penas «ni se iba a conocer»: «Es propaganda machista».
El abogado de 'La Manada' agradece a Montero la rebaja de pena de uno de los condenados: https://t.co/tj9c8lezIK pic.twitter.com/py3bPopJIS
— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) September 12, 2023
O sea, antes teníamos a los mismos jueces supuestamente machistas con una ley detestable, y ahora tenemos a esos mismos jueces machistas con una ley maravillosa, pero los beneficios a los depredadores sexuales sólo han comenzado con la ley maravillosa. Si un motor empieza a fallar justo al cambiar una pieza, ¿no es obvio que es la nueva pieza la que provoca el fallo? No para la soberbia de Irene Montero. Pensar que te estás enfrentando a jueces machistas o a la cultura de la violación es mucho más gratificante que pensar que te estás enfrentando a las consecuencias de tu propia incompetencia.
El marroquí Adil Lazizi, acusado de asesinato en Zaragoza: "No creo que la acuchillara; igual se lo hizo ella misma".
Ya había matado a otra y estaba libre.
¿Habéis visto a Igualdad señalarlo? ¿Y a Yolanda? ¿Un #BastaYa?
Quizás se despistaron.https://t.co/NyQDnHXWeG— Benita dos Carallos (@criaturina) September 13, 2023
¿Existe una cultura de la violación? Que levante la mano el hombre al que de pequeño le enseñaron que violar a las mujeres estaba bien. Que era una cosa sana y recomendable. Una cosa cultural. Que de mayor había que ser astronauta, futbolista o violador. Por supuesto nadie en España ha sido educado nunca en tales disparates, pero por lo visto hay millones de españoles que se creen que en el resto de colegios o en el resto de familias les enseñaban a los niños a matar mujeres y a violar, que realmente ha existido una cultura de la violación. Pero que Irene Montero la está derrotando, aunque cuanto más nos alejamos de ese pasado mítico en el que supuestamente se enseñaba a los niños a matar mujeres y a violar más crecen las cifras de agresiones sexuales y mujeres asesinadas.
La Fiscalía General del Estado ha alertado de un “alarmante” incremento del 116% de las agresiones sexuales perpetradas por menores en España en el último lustro, entre el año 2017, cuando se registraron 451 causas, y 2022, cuando hubo 974. pic.twitter.com/KKkFw6kIob
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) September 7, 2023
Como decíamos al principio, la dura evidencia de las páginas de sucesos es por el contrario que un preocupante porcentaje de las agresiones sexuales o de los asesinatos de mujeres son violencia importada. En las últimas horas, además de la rebaja de pena a un miembro de la manada, la policía ha detenido a un marroquí por matar a una mujer, a la cual asesinó tras no volver de un permiso a la cárcel en la que estaba por haber matado ya a otra mujer. Si es que lo progresista es dejar a los agresores sexuales en la calle (nacionales e importados) y ofrecerles nuevas oportunidades de violar y matar, pero despùes lo que hace subir las cifras es el machismo de los jueces y la cultura de la violación.
El 45% de los asesinatos de mujeres en 2023 los han cometido extranjeros.
Por Marcos Ondarra (@MarcosOndarra).https://t.co/VmRCRCcZLB
— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) September 7, 2023
No es por tanto el machismo, la cultura de la violación ni ningún otro unicornio progre. Son precisamente los jueces y fiscales progresistas, los legisladores progresistas y la cultura de la impunidad quienes están haciendo cada día más inseguro este país para todos en general y para las mujeres en particular. Si una mujer quiere más seguridad, debería tener muy claro a quién no debe votar.