No es fácil en estos tiempos de designios oscuros poder publicar noticias de corte positivo, pero en este caso podemos ofrecer una buena noticia. Si hace unos días nos hacíamos eco de que las Hermanitas de los Pobres necesitaban dinero para comprar una furgoneta, la noticia ahora es que gracias a la solidaridad de la gente el dinero se ha conseguido.
La gran sorpresa de las Hermanitas de los Pobres de Pamplona: Lo consiguen en solo tres días https://t.co/nKurWf4Du0
— Navarra.com (@navarra_com) September 3, 2024
La fe mueve montañas, pero mover montañas es fácil. Lo difícil es mover las carteras. En este caso, sin embargo, las monjitas se encomendaron a San José, apelaron a la solidaridad de la gente y las carteras se han movido con generosidad y prontitud. En cuestión de días han aparecido los 39.000 euros necesarios para renovar la furgoneta con la que las hermanas recorren las empresas alimentarias recogiendo sus donaciones, las cuales nutren el comedor de su residencia para ancianos pobres. Alcanzado el objetivo, las Hermanitas de los Pobres han pedido que se dejen de realizar más donaciones con este motivo. Las donaciones en general para ayudar a las hermanas suponemos sin embargo que son bien recibidas en todo momento y que nunca sobra el dinero.
Decíamos que una noticia como esta resulta estimulante en tiempos tan oscuros como los que estamos atravesando, pero tal vez precisamente porque los tiempos son oscuros noticias como esta sean menos sorprendentes de lo que podríamos pensarnos. Puede ser que el bien actúe con mayor intensidad justo cuando la oscuridad parece avanzar de forma más imparable. Los tiempos de tribulación pueden ser los que saquen también de nuestro interior lo mejor de nosotros mismos. Desde luego son los tiempos de tribulación los que exigen lo mejor de nosotros mismos. No hay un potenciamiento de lo peor sin que al mismo tiempo se nos conceda la capacidad de también poder potenciar lo mejor de nosotros mismos para combatirlo.
¿Pueden todavía en estos tiempos unas monjitas necesitar urgentemente 39.000 euros y conseguirlos en unos pocos días gracias a la generosidad popular? Pues parece qué esto todavía es posible. Las hermanas han conseguido su furgoneta, los ancianos pobres seguirán teniendo bien aprovisionado el comedor y los demás hemos recobrado un poco la fe en la humanidad y en la certeza de que al final el bien prevalecerá. No todo es oscuridad.