No se atreverán a hacerlo es una frase que no tiene sentido en relación con el PSOE. No se atreverán a reformar el delito de malversación para favorecer a sus corruptos, pues claro que sí. El límite es sólo perder el poder. El único problema es cómo lo pueden vender. Tampoco es un gran problema. De todas las barbaridades que está haciendo este gobierno socialista, ¿qué desgaste electoral parece que puede sufrir? Quizá la coalición gobernante pueda perder el poder, o quizá no, pero a estas alturas deberíamos hablar de un partido en peligro de extinción. O el votante socialista se ha retirado ya, o ya por nada lo hará. Hemos traspasado los tics del fútbol a la política. Sea cual sea el resultado se pedirán fichajes o un cambio de entrenador, pero nadie se pasa del Barcelona al Real Madrid por malos que sean los resultados. El hooliganismo va venciendo al sentido común. La partitocracia quiere hooligans y no votantes exigentes porque el hooliganismo le da el poder absoluto y la impunidad.
Pedro Sánchez en La Sexta: “Soy implacable con la corrupción sobre todo cuando afecta en primera persona a mi partido”
Qué sinvergüenza… pic.twitter.com/gIpHQCos82
— Pedro Pineda Celis (@pedropcelis) November 15, 2022
Sólo desde este punto de vista se comprende, por ejemplo, que se justifique la semidespenalización de la malversación alegando que se trata de un robo, sí, pero un robo del que no se lucra el ladrón. El problema es que esto no es mejor sino mucho peor que un robo en el que simplemente se lucra el ladrón y no pasa nada más.
Si yo malverso y le doy el dinero robado a mi primo y mi primo malversa y me da el dinero robado a mi. Los dos estamos en la legalidad, ¿no?
— Damián Mollá (@Damianmolla) November 15, 2022
Para empezar contemplemos el delito desde el punto de vista del contribuyente. Si alguien roba 1 millón de las arcas públicas da igual a qué dedique ese dinero después; o sea, el daño al contribuyente y a las arcas públicas es el mismo. Es dinero que nos han sacado del bolsillo a través de los impuestos para meterlo en el bolsillo del ladrón que comete malversación. Es dinero que, al haberse desviado al bolsillo del malversador, tendremos que poner de más para seguir pagando lo que hay que pagar. Si el malversador dedica el dinero para comprarse un coche nuevo o para comprar votos el daño a nuestro bolsillo es igual. Eso sí, el daño al sistema es más grave si el malversador dedica el dinero a comprar votos que a comprarse un coche. Desde este punto de vista si el malversador no se queda el dinero sino que lo dedica a comprar votos la pena no sólo no debería ser menor, sino mucho mayor.
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Por otro lado, qué es lucrarse. Si tu ambición es comprarte un coche y robas dinero público para comprarte un coche eso es lucrarse. Pero si tu ambición es ser presidente y robas dinero público para mantenerte en el poder, eso también es lucrarse. La RAE define el lucro como la ganancia o el provecho que se saca de algo. Mantenerse en el poder creando una red clientelar que pagas con el dinero de todos es una forma de lucrarse como otra cualquiera, sólo que más peligrosa para la democracia que comprar un yate o un collar de brillantes para la amante. Lo que debería ser una forma agravada de malversación tratan de convertirlo en una forma buena de malversación.
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Mediante la malversación, el socialismo andaluz y el nacionalismo catalán han concurrido dopados a todas las elecciones. Han disfrutado de una ventaja sobre sus rivales políticos con el dinero que robaban de las arcas públicas. El daño causado al contribuyente es enorme, peor mayor aún el daño causado a la libertad y la democracia.
Rufián plantea una reforma "quirúrgica" de la malversación ligada a la sedición https://t.co/qqcyeJHnv5
— INFORMACION.es (@informacion_es) November 15, 2022
La prueba de que la malversación les parece un daño terrible a las arcas públicas y a la democracia también a los que quieren reformar este delito, es que quieren reformar el delito sólo para favorecer a los suyos. A eso lo llaman una reforma “quirúrgica”. Cuando el delito no lo cometen los suyos les parece gravísimo. Hay que reducir las penas y minimizar la gravedad del delito sólo según la ideología de quien comete el delito. Si la malversación la comete el de enfrente el castigo al delito es lógico, si la malversación la cometen los míos el castigo al delito es ideológico.
Yo le echaría cojones y modificaría el Código Penal añadiendo una nueva eximente aplicable a todos los delitos: Pertenecer al PSOE y/o ser separatista.
— Mac (@mevoyacaer) November 15, 2022
Volviendo al inicio de esta reflexión, no puede sino reafirmarse que la frase “no se atreverán a hacerlo” no tiene otro límite que la conservación del poder. Están en el poder para traspasar todos los límites y traspasarán todos los límites para estar en el poder.
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