En una pelea a muerte entre un ejército de orcos y un ejército de trasgos, ¿quién gana? La Tierra Media. Algo así podría decirse respecto a una lucha a muerte entre El Hormiguero y La Revuelta, entre Motos y Broncano. El presentador de El Hormiguero es algo así como el progre que un día, pasados unos años, se encuentra con que la izquierda se ha ido ya a tal extremo que lo ha convertido en derechista sin quererlo. Es lo que tiene el eje izquierda-derecha, que al final sus coordenadas son relativas. Pablo Motos se ha convertido en Hitler para la izquierda sólo porque ha osado discrepar en algunos asuntos muy básicos, como la futura ley mordaza o la pasada amnistía. No es Motos quien se ha movido, es el PSOE el que todos los días se va radicalizando.
Pablo Motos es cualquier cosa menos un derechista o un conservador. Fue un perseguidor implacable de Aznar, al que a menudo llegaba a insultar. La única razón por la que ahora Pablo Motos puede parecer un derechista es por la podemización y la radicalización del PSOE que ha tenido lugar en España durante los últimos años. A veces bromeamos diciendo que todo lo que no es ETA acabará siendo extrema derecha, pero que se ande con cuidado la ETA.
Hasta cierto punto podríamos pensar que ni nos van ni nos vienen las batallas por la audiencia de TVE y Atresmedia, pero lo cierto es que sí que nos afectan esas batallas y nada menos que en bolsillo, ya que la munición de TVE la pagamos todos con los impuestos.
A este respecto, los intentos de Broncano tratando de explicar que el dinero de su multimillonario contrato no sale de las escuelas ni los hospitales, resultan tan patéticos como los de Abalos explicando que las queridas las paga de su bolsillo. Según Broncano el dinero que cobra no se le quita al presupuesto de los hospitales sino al presupuesto de TVE, como si el presupuesto de TVE no se le restara a los hospitales.
Si de dónde sale el dinero de TVE no se puede dudar, ni tampoco que va al bolsillo de Broncano, menos aún para qué se gasta ese dinero. El dinero de TVE son fondos que el gobierno utiliza para generar propaganda a favor del gobierno. TVE sería una cadena perfectamente prescindible. Todo el dinero de TVE podría dedicarse con mucho más provecho a colegios y hospitales. O podría quedarse en el bolsillo de los contribuyentes para mejor llegar a fin de mes o hacer algo productivo. Para hacernos una idea, el gobierno enchufa todos los años 500 millones en TVE, el precio de unos 2.500 Lamborghini. Han leído bien, el dato es correcto.
Más allá de las guerras numéricas diarias, lo que parece es que el incremento de audiencia de TVE con Broncano no se está produciendo a costa de los espectadores de El Hormiguero, que se mantienen, sino a costa de los de Babylon Show en Telecinco y El Intermedio en La Sexta. Todo queda reducido por tanto a un lío entre gente social y de progreso. Si sólo se jugaran su dinero y hubiera alguna alternativa, todo sería perfecto.
Un comentario
Los dos programas que he visto de broncano me han parecido un auténtico tostón, sosos aburridos, intentan hacer gracia pero la verdad es que no lo consiguen