Restaurar la naturaleza es una idea curiosa. O sea, ¿cuánto hay que restaurar la naturaleza? ¿Hasta dónde queremos retroceder para restaurarla? En el punto del pasado al que queramos retroceder, ¿cómo, con qué y cuántas personas vivíamos? La propia idea de restauración, al margen de otras consideraciones, se enfrenta a la idea de progreso. ¿Creemos en el progreso o en restaurar lo anterior?
X
Durante la pandemia y el confinamiento tuvimos ocasión de aprender por la vía dura algunas lecciones de interés, derivadas de todas las debilidades que afloraron en aquellas circunstancias, como la dependencia de China y el desabastecimiento de todo tipo de productos y componentes, con las subidas de precios que eso provocó a continuación. En aquel momento todos nos felicitamos de poder tener aún una cierta autonomía alimentaria, ¿qué hubiera sucedido si no?
X
La dependencia del exterior en productos esenciales, como la energía o la alimentación, es tanto un problema estratégico como de primera necesidad. Obviamente tenemos un problema si en un momento dado, por la razón que sea, nos quedamos sin energía o alimentos, pero es que además la dependencia energética y alimentaria nos coloca en una inmediata posición de sumisión respecto a los países de los que depende nuestro suministro. Si algo deberíamos haber aprendido de la pandemia, o de la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania y el conflicto con Rusia, es que el abastecimiento de ciertas necesidades esenciales no podemos dejar por completo que dependan del exterior.
Greta Thunberg reclama en Estrasburgo la aprobación de la 'ley de restauración de la naturaleza' que va en contra del sector primario y propone la expropiación de tierras de ganaderos y agricultoreshttps://t.co/KjR8cegmTh
— LA GACETA (@gaceta_es) July 11, 2023
Por el contrario, la Ley de Restauración de la Naturaleza significa que no hemos aprendido nada. La ganadería, la agricultura y la pesca pasan a ser pasto del activismo político. El problema es que el activismo no da de comer. Al revés, convertir el sector primario en objeto de la ingeniería ideológica lo que tradicionalmente ha provocado es pobreza y desabastecimiento. Bajo el paraguas del ecologismo, palabra tabú, lo que se está imponiendo es una importante planificación de la economía y la producción. Y ni siquiera es una planificación estatal, sino supranacional.
Peter Singer: "Los humanos no tenemos derecho a comer carne si tenemos otra forma de nutrirnos". Pionero de la bioética, es uno de los pensadores más influyentes “Los derechos humanos legítimos no están amenazados por los derechos de los animales", insiste https://t.co/oAatx0mTm5
— Revista Análisis Jurídico (@CYAJSC) March 10, 2023
Bill Gates exige a las naciones ricas que coman carne sintética y apuesta por "forzar" su consumo – Libre Mercado https://t.co/gjt1LxCODM
— Jesús 🟥🟨🟨🟥 (@GraaLpez) April 3, 2023
El abandono de zonas de pesca y tierras de pasto o cultivo, igual que la destrucción de presas y pantanos, inevitablemente lleva a la escasez y al encarecimiento de los alimentos. Por lo menos de los alimentos frescos. No es casual que en paralelo a esta “restauración” de la naturaleza se esté promocionando el consumo de insectos o de alimentos sintéticos. Cabe sospechar incluso que quienes ya están situados para controlar la producción de los alimentos sintéticos o basados en los insectos son los mismos que promueven reducir en nombre del “ecologismo” la producción agrícola, pesquera y ganadera. Su negocio es esa sustitución.
El proyecto de carne sintética de Bill Gates, Jeff Bezos y Al Gore que planteará una alternativa al chuletón https://t.co/BIQXv9uIJn
— 20minutos.es (@20m) July 9, 2021
What would happen if everyone in the world suddenly stopped eating meat? https://t.co/nxrPn1Ia35 pic.twitter.com/FWXBg9ZvTf
— World Economic Forum (@Davos) November 13, 2016
No cabe duda que 5.000 años atrás había de algún modo más naturaleza y menos humanidad. El problema es que con aquel nivel de explotación de la naturaleza podían vivir sobre el planeta unos pocos cientos de miles de personas, en condiciones penosas, careciendo de casi todo, las cuales tenían una esperanza de vida de menos de 40 años. Por otro lado, se da la paradoja de que, contra lo que suele pensarse, las zonas naturales más cuidadas son frecuentemente las que son explotadas. ¿Qué tierras sufren mayor abandono? Las que no se explotan. Las públicas. Las que no tienen propietario privado.
https://twitter.com/EcoTonteria/status/1303967608279097345
Contra lo que suelen pensar muchas personas, los agricultores, ganaderos, cazadores o pescadores no quieren destruir el medio del que viven, sino que son los primeros interesados en mantener un equilibrio entre la explotación y la conservación del medio. Que para ellos además no es el medio, sino SU medio. Cuidan de su campo igual que un propietario cuida de su negocio o de su comercio. El problema viene con los establecimientos o los negocios que no son de nadie. Esos son los que están descuidados.
La Ley de Restauración de la Naturaleza va a incidir además en un problema que ya tenemos y es el de que hay unas normas, estándares y limitaciones para los agricultores, ganaderos o pescadores españoles, y otras para los agricultores, ganaderos o pescadores de Marruecos u otros países. Lo que están provocando todas estas limitaciones es que nuestros productores no puedan competir con los extranjeros. Irónicamente muchas de estas normas previstas para proteger la salud, pero que sólo se aplican al producto nacional, provocan el desabastecimiento de producto nacional y la inundación de producto extranjero que no cumple esas normativas de salud. O sea, que el efecto conseguido es destruir el sector primario español y no proteger la salud.
X
Un comentario
Bueno, pues ya se han caído las caretas. Esto ya no va tanto de izquierda o derecha como de genocidio globalista o libertad. La izquierda comunista y socialista, y los supuestos liberales (un apéndice claro de Soros) han votado en bloque por cambiar las reglas de juego, y aplicar la máxima comunista; «el que no obedezca, no comerá», con la particularidad es que ahora será comida sintética, gusanos y poco más.
Cuando entramos en la UE nadie nos dijo que era para esto de aquí. Esperemos ahora que los Estados tumben esta Ley, y que el próximo gobierno español sea uno de los que más defiendan a las personas y a los agricultores y ganaderos.