La infausta ley del “sólo sí es sí” fue publicada en el BOE a comienzos de septiembre de 2022. Siete meses han hecho falta por tanto para que el Congreso, a la luz de sus catastróficas consecuencias, haya aprobado una reforma en profundidad, particularmente en lo que se refiere al sistema de penas. Podría pensarse que ya podía el gobierno haber corregido antes el problema, pero aún podemos felicitarnos de que haya elecciones autonómicas en mayo, o teníamos todavía ley del “sí es sí” para rato.
📹 Este ha sido el momento en el que el Congreso ha aprobado la reforma de la 'ley de solo sí es sí', con las ministras de Unidas Podemos, Irene Montero e Ione Belarra, solas en el banco reservado al Gobierno pic.twitter.com/xqnqWS2Bnb
— EL PAÍS (@el_pais) April 20, 2023
La imagen del día ayer en el Congreso es la de Ione Belarra e Irene Montero solas, vestidas de lila, abrazadas y haciendo pucheros por la derogación de su engendro. Es una imagen que dice muchas cosas pero ninguna buena.
X
Dice en primer lugar que el gobierno ha quebrado. Incluso en un asunto tan grave y con unas consecuencias tan nefastas, el gobierno no ha podido, sabido ni querido rectificar en pleno. De hecho la rectificación sólo ha sido posible gracias al apoyo del PP y contra el criterio de Podemos y de buena parte de los socios de progreso del gobierno, como ERC y Bildu.
X
La imagen de Belarra y Montero muestra asimismo algo tan peligroso como que tenemos en el gobierno gente absolutamente incapaz de ver la realidad. Todavía creen que la ley del “sólo sí es sí” era una ley maravillosa. Cualquiera puede equivocarse, pero no poder ver el error, incluso cuando es tan clamoroso, es una característica de gente afectada por un sectarismo y una ceguera ideológica preocupante. Por otro lado seguramente no es casual que esta ceguera afecte particularmente a los partidos en la órbita comunista. Es decir, hace falta una ceguera ideológica de primera categoría para seguir creyendo en el comunismo y para negarse a ver las consecuencias reales de la aplicación de su recetario. Te puedes hacer comunista pensando que el recetario comunista sirve para ayudar a la gente, pero cuando el recetario comunista que aplicas deja a la gente sumida en la dictadura y la miseria o en realidad te importaba un carajo la gente o tu sectarismo te aboca a vivir con unas gafas de yeso. Un conductor que toma un camino equivocado es muchísimo menos peligroso que un conductor que conduce con una venda en los ojos. No es raro que la gente que sigue apoyando la ley del «sólo sí es sí» pertenezca a la órbita comunista porque la gente dentro de esa órbita a estas alturas claramente padece una predisposición a la ceguera ideológica.
Ione Belarra e Irene Montero no se abrazaban así cuando iban excarcelando a violadores. pic.twitter.com/snnpL9GYjN
— Mar (@MarSans2) April 20, 2023
X
De la imagen de Montero y Belarra llama asimismo la atención que sus lágrimas no sean por las mujeres que han sido o van a ser en el futuro víctimas de esos 1.000 agresores sexuales agraciados con la excarcelación o una rebaja de pena. Montero y Belarra lloran por ellas mismas, por su ego, por su proyecto personal e ideológico. Resulta estremecedor que estas dos personas que no lloran por las consecuencias de sus actos, sino por ser rectificadas, estén todavía en el gobierno.
X
La imagen del PSOE no puede quedar mucho menos malparada que la de Podemos en este asunto. Por un lado son corresponsables del desastre. O incluso más responsables, ya que a fin de cuentas es el PSOE el que ostenta la presidencia del gobierno. El PSOE sólo ha visto la luz a un mes de las elecciones autonómicas. Pero si aceptamos la petición de perdón del PSOE y su rectificación, no podemos entonces aceptar que Pedro Sánchez mantenga a Irene Montero en el consejo de ministros. Rectificando la ley el PSOE acepta la enormidad del error, pero manteniendo a Montero en el gobierno desprecia la gravedad de ese error.
X
Por lo demás no cabe sino señalar una vez más la mentira y la paradoja sobre la que descansa la ley del “sólo sí es sí” y el empecinamiento de sus defensores en el error. La ley del sólo sí es sí no introduce la falta de consentimiento en las relaciones sexuales en el Código Penal. Tampoco es cierto que antes de esta ley una mujer tuviera que padecer violencia para que su agresor fuera perseguido. De hecho, la ley distinguía entre agresión sexual y abuso sexual precisamente para castigar en este segundo caso la falta de consentimiento aunque no hubiera violencia. O sea, que nada de que no se castigara hasta ahora la falta de consentimiento, y nada de que una mujer tuviera que llegar deshecha a comisaría para que se asumiera que se podía haber abusado de ella. Otra cosa es la dificultad de probar los hechos, pero eso con la anterior ley o con cualquiera. Para eso por otro lado existe la policía.
X
La paradoja evidente, para concluir, es aprobar una reforma basada en desfavorecer a una manada de 5 delincuentes y acabar favoreciendo a una manada de 1.000 delincuentes. Los que más se escandalizaron por una ley que consideraron blanda para 5 agresores sexuales, apoyan ahora una ley que rebaja las penas anteriores a una manada de 1.000 agresores sexuales. La manada a la que han favorecido Montero y Belarra con la nueva ley es mucho mayor que la manada contra la que pretendían legislar. Pero o a Montero y Belarra no les importa, o su soberbia les impide reconocer su error aunque hayan provocado un desastre monumental, o prefieren con su venda ideológica vivir al margen de la realidad. Eso sí, sin tener que asumir ninguna responsabilidad política y cobrando en el cargo igual.
X
