José Antonio Canales, no el torero sino el director de Viscofán, la exitosa empresa navarra de alimentación, advertía este fin de semana desde una entrevista publicada por el Diario de Navarra de que : «La fiscalidad navarra no es atractiva ni para empresas ni para personas». Desde luego no es cualquiera el que lo dice, otra cosa es que se le quiera o no se le quiera escuchar y que lo que dice al gobierno le guste o no le guste.
José Antonio Canales: "La fiscalidad navarra no es atractiva ni para empresas ni para personas" https://t.co/jMxzdahIGy pic.twitter.com/Karor5iISd
— Diario de Navarra (@DiariodeNavarra) September 10, 2022
Hablando de frases tumbativas y fulminantes, se le atribuye a Antonio Catalán la de que “sin la UNAV y la Volkswagen, Navarra sería Soria”. Pues bien, queridos pre-sorianos, sólo con la frase de Canales y la de Catalán grabadas a fuego uno ya casi se podría poner a gobernar Navarra. En realidad haría falta mucho más, pero sólo con esas dos frases como referencia ya tendríamos un gobierno mejor que el de Barcos y el de Chivite.
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Desde luego el actual marco fiscal de Navarra resulta escasamente atractivo para inversión y la atracción de proyectos empresariales, pero es que además podríamos ir un paso más allá y hablar de todo un marco político de hostilidad hacia la empresa y la inversión. O sea, el gobierno es una coalición de partidos radicales que conforman un cuchillo contra los empresarios. No sólo la fiscalidad, es todo el ambiente antiempresa que impregna el discurso político de los socios del gobierno y el BON. Ni siquiera es lo poco atractivo que el marco es hoy, es que además el marco se encuentra en un estado de cambio constante y cada vez es peor. Inseguridad jurídica, hostilidad empresarial, asfixia fiscal… lo tenemos todo para que nadie quiera venir aquí a emprender ni a invertir, o a establecer su residencia fiscal.
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¿A quién se va a poder atraer a montar un negocio a Navarra? Sólo a aquel que piense que puede crecer a la sombra del BON y la subvención. O al préstamo de SODENA o del INI. Acaso venga a emprender la gente que no se juega su dinero en un negocio, sino el del contribuyente navarro. Cuando quieras hacer un negocio en Navarra tendrás que hablar con político, no con un grupo de inversores. Si este tipo de políticas funcionaran Venezuela sería la primera potencia mundial, y Andalucía tras décadas de gobiernos socialistas sería la comunidad más próspera de España. Navarra ha crecido y ha prosperado en las últimas décadas mediante un modelo que se encuentra en las antípodas del actual y que los dos últimos gobiernos están intentado desarticular. Estamos cambiando lo que probadamente funciona por lo que probadamente fracasa. Todo el tejido empresarial que se pierda durante la crisis, después va a ser muy difícil de recuperar porque estamos llenando los campos de sal. Los huecos de cada negocio cerrado no se van a rellenar. Estamos tratando al empresario y al inversor como a un enemigo, partiendo de la premisa de que cuantos menos enemigos haya en un sitio, o sea menos inversores y empresarios, mejor.
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Con estas premisas y muchos más años de multipartitos de progreso en el Palacio de Navarra tendremos suerte si Navarra se acaba pareciendo a Soria, aunque lo probable es que por los lazos históricos que nos unen acabemos siendo más parecidos a Albania, que además tiene una especie de arrano beltza en la bandera. Eso sí, nos cruzaremos con los albaneses ellos en el camino de ida y nosotros en el de vuelta.
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