Que la DANA del pasado martes no fue un hecho muy anticipable es una realidad incómoda a la que quizá debemos de someternos. O sea, teníamos de entrada en ese momento al presidente del gobierno en la India, haciéndose fotos con Begoña, buscando en la aclamación de los parias de Bombay los aplausos que de ninguna manera encontraba ya entonces en España. ¿Se hubiera marchado Pedro Sánchez a la India si la DANA y sus consecuencias hubieran sido fácilmente anticipables? ¿Pueden tomarse medidas de anticipación con días de plazo como ante la llegada del huracán Miltón? ¿O nos encontramos ante un fenómeno más frecuente, normalmente menos devastador y mucho más complicado y escurridizo? La cronología de la cuenta en X de Pedro Sánchez resulta de lo más ilustrativa, porque la llegada de una DANA es algo absolutamente ausente en sus publicaciones durante toda la víspera. El último mensaje de Pedro Sánchez la víspera de la catástrofe, pasadas ya las 23 horas, no es un aviso para evacuar la Comunidad Valenciana sino un tuit para celebrar el Balón de Oro.
El primer tuit ya el día D, el día 29, se produce a las 8 de la mañana y no es un aviso a la gente de la Comunidad Valenciana para que tenga cuidado, sino otro mero anuncio publicitario de su peripecia por la India.
A las 15 horas, Pedro Sánchez todavía no había publicado nada en absoluto que tuviera que ver con la DANA, pese a que a esa hora ya había alerta roja de la Aemet, se habían producido fuertes lluvias, habia gente con problemas y hasta había descarrilado un AVE. A esa hora, sin embargo, sobre lo que estaba tuiteando Pedro Sánchez es sobre su visita a unos estudios de Bollywood.
A las 17 horas, Pedro Sánchez seguía ajeno por completo a lo que estaba pasando y seguía publicando mensajes sobre los increíbles éxitos de su viaje a la India.
A esa misma hora, sin embargo, ya las televisiones privadas empezaban a informar en directo de la gravísima situación que se estaba produciendo, de grandes riadas, de constantes mensajes de gente en los tejados de las casas o en las capotas de los coches esperando rescate.
La primera alusión de Pedro Sánchez a la catástrofe que estaba sucediendo no tiene lugar hasta las 19:43, momento en que ya las redes sociales hervían hacía horas con todo el drama que se estaba viviendo en la Comunidad Valenciana. El Presidente del gobierno hablaba entonces de estar siguiendo “de cerca” los acontecimientos, aunque literalmente estaba a 7.000 kilómetros del escenario de los hechos.
Podría ser peor. Pablo Iglesias no publicó NADA sobre la DANA el día 29. Es más, su primer mensaje en X ya el día 30 es desde México hablando sobre las bondades de los medios ultraizquierdistas. El último mensaje del día 29 fue pidiendo perdón por el estado español y la colonización. El primer mensaje de Pablo Iglesias sobre la DANA, que llega con 24 horas de retraso, irónicamente es para culpar a Manzón sobre su retraso en dar la alerta.
Yolanda Díaz, vicepresidenta del gobierno, por su parte no aparece por las redes sociales para mencionar a la DANA hasta las 22 de la noche del día 29. ¿Esperan nuestros políticos que toda la ciudadanía esté alertada e informada cuando todos ellos están en la inopia y son los últimos en enterarse de lo que pasa?
Toda esta cronología de la actividad de nuestros grandes prebostes y mandarines en redes sociales ilustra perfectamente la situación en la que estábamos. Ninguno de ellos estaba alerta. Ninguno de ellos previó nada. Ninguno de ellos emitió algún aviso a sus seguidores antes de los sucesos. Ninguno de ellos ofreció una imagen de anormalidad o emitió alguna señal que permitiera pensar que algo malo podía pasar. Cuando lo malo ya había pasado, fueron los últimos en enterarse, a remolque de los acontecimientos, inconscientes de la magnitud de la crisis y sin saber reaccionar. Suele decirse que cuando baja la marea se descubre al que estaba nadando sin bañador. Aquí ha pasado al revés, ha sido al subir el agua cuando han quedado de manifiesto los niveles de ineptitud.