El caso Abalos-Koldo García está sacudiendo al PSOE en la medida en que algo puede sacudir al PSOE y su electorado. O sea, que puede que no mucho, al menos en términos electorales. Claro que a veces pensamos que la realidad política es como un alfiler y un globo, que el alfiler pincha el globo y el globo explota al instante, siguendo lo uno a lo otro. Por alguna extraña razón la política no suele ser así. No es infrecuente que el alfiler pinche el globo pero el globo no explote hasta años después. No hay que darle más vueltas, la política es un mundo extraño y tiene su propia lógica, si la tiene. Véase si no lo sucedido en Andalucía. Tras décadas de corrupción y tolerancia del electorado con esa corrupción, cuando no de voto cautivo, de repente se produce un vuelco y ahora Andalucía es un feudo de la derecha. El alfiler pincha el globo pero el globo al sentir el alfiler se comporta como un helado que se va derritiendo poco a poco, no como un globo. En el mundo de la política las cosas no siguen la lógica del resto del universo y no responden como debieran, al menos a corto plazo, pero sin embargo no hay acción sin reacción. Aparte de esto el PSOE, siempre implacable en la lucha contra la corrupción, en lo que andaba antes de este nuevo caso era más bien era en indultar a sus condenados en el mayor escándalo español de corrupción, tras haber eliminado el delito de malversación.
El Gobierno inicia el trámite para indultar a Griñán y a otros exaltos cargos socialistas condenados en el caso EREhttps://t.co/l6zO1yXrWP
— laSexta Noticias (@sextaNoticias) October 9, 2023
Volviendo al dueto Abalos-Koldo, y a toda la galaxia interministerial de presuntos implicados (grupo de música que acaso debería ceder su nombre al PSOE), el caso es que no ironizábamos al decir que Abalos y Koldo son lo mejorcito del PSOE. Es decir, esta claro que se trata de dos sujetos abominables, según todas las apariencias, pero siendo dos sujetos abominables son mejores que todos aquellos que los rodean.
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Estos días, por ejemplo, se están viralizando imágenes del pasado en las que aparecen Cerdán o Pedro Sánchez con Abalos y Koldo, como si Cerdán y Sánchez quedaran manchados por esa cercanía y esa familiaridad con los ahora apestados Abalos y Koldo. Sin embargo, ¿quién está más manchado que quién? ¿Es más vergonzoso lo que se les atribuye a Koldo García y Abalos que lo que no cabe duda que han hecho Sánchez o Cerdán?
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Robar al país metiendo la mano en las arcas de los dineros públicos está muy mal, más aún aprovechando la coyuntura de una pandemia, pero es que vender al país está mucho peor aún. Objetivamente es mucho más grave poner el gobierno en manos de un delincuente fugado de la Justicia que vive en Waterloo que lo que han hecho Abalos y Koldo. El daño que objetivamente hace al país un gobierno que depende de Bildu o de los golpistas catalanes es mucho mayor que lucrarse con fondos públicos por la compra de unas mascarillas. Vender indultos y amnistías a cambio de votos es mucho más corrupto y más grave, si no en términos legales en términos políticos y morales, que el tráfico de influencias para comprar mascarillas. Amnistiar incluso la violencia separatista o la malversación separatista a cambio de que los separatistas te mantengan en el gobierno, es mucho más abyecto que lo que han hecho Abalos y Koldo. En las fotos de Abalos y Koldo con Sánchez o Cerdán, los menos malos son Abalos y Koldo.
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Todo lo anterior, evidentemente, no quiere decir que lo que supuestamente han hecho Abalos y Koldo esté bien. Obviamente es intolerable lo que han hecho. Ahora bien, lo que han hecho, asumiendo que fuera cierto todo aquello de lo que se les acusa, es mucho menos malo que lo que están haciendo los dirigentes del PSOE.
Por otro lado, el tráfico de influencias de Abalos y Koldo se dio en el marco de una situación y unas compras de material sanitario que favorecían totalmente ese tráfico de influencias. Aquí durante la pandemia el gobierno cerro el Congreso y el Senado, nos confinó a todos, gobernó por decreto e impuso varios estados de alarma ilegales para gobernar como en una dictadura, saltándose todos los protocolos, sin dar cuentas de nada, sin controles, arrogándose poderes extraordinarios sin asumir la responsabilidad de tener que dar explicaciones extraordinarias para evitar el caldo de cultivo del que se beneficiaron aparentemente Abalos y Koldo, y puede que muchos otros.
Illa dio prioridad al proveedor de Ábalos pese a vender las mascarillas seis veces más caras.
Una noticia de Alberto Sierra (@albsierr) y Enrique Morales (@_enriquemorales). https://t.co/xp4qOdCfnr
— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) February 25, 2024
Debido a las urgencias de la pandemia, el gobierno suspendió todos los procedimientos, garantías y protocolos habituales para asegurar la limpieza de los contratos públicos. Esto podía tener un efecto positivo y dos negativos. El efecto positivo sería agilizar las compras, y los efectos negativos permitir compras de material de mala calidad o a precios excesivos y por otro lado facilitar que alguien pudiera corromperse y aprovechar la falta de controles para lucrarse de la situación. Da la impresión de que el PSOE redujo los controles y aumentó los poderes del gobierno provocando mucho más una merma de las garantías de compra que un aumento de la eficacia a la hora de comprar material.
🔴 Marlaska desveló que dio 3,5 millones a dedo al proveedor de mascarillas que le recomendó Ábalos
Informan @RubenArranzVPL y @AlberSanzzhttps://t.co/RglWePnujw
— Vozpópuli (@voz_populi) February 21, 2024
Un ladrón no es bueno, pero es mejor que un tirano. Y un corrupto no es bueno, pero es mejor que un traidor. Lo que han hecho Puigdemont o Junqueras, aparte de habernos costado mucho más dinero, es mucho más grave que lo de Koldo. Sólo faltaría que Sánchez le cortara la cabeza a Abalos y todavía se presentara a sí mismo como un gobernante ejemplar, cuando lo que están haciendo entre Sánchez, Otegui y Puigdemont para España va a tener un coste mucho mayor (políticamente, socialmente, económicamente) que todo lo que puedan haber hecho, por mal que lo hayan hecho, Abalos y su Luca Brasi particular. Eso sí, todas las cabezas implicadas en la trama de las mascarillas deben rodar. La pregunta si eso pasa es quién va a quedar.
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