Ione 1492

Igual que si Hamás comete una serie de atentados atroces sabemos que Sumar no va a condenar a Hamás, sabemos que inevitablemente Sumar va a dar la nota el día de la Hispanidad. Y quién mejor que Ione Belarra, a falta de Nicolás Maduro, para ser la encargada del día en desafinar.

En realidad resulta muy curioso el discurso de la extrema izquierda respecto al descubrimiento de América. Atendiendo a sus palabras, es un auténtico canto contra la inmigración. Si llegan unas embarcaciones con personas de otra cultura a tus costas es el preludio de un genocidio y un choque cultural destinado a acabar con la cultura de los nativos. Las bendiciones sobre la multiculturalidad y la inmigración se acaban para la izquierda el día que se celebra la Hispanidad. Si esta advertencia sobre los peligros de la multiculturalidad es una advertencia general sobre los peligros reales de los choques de culturas, el resto del discurso de todos los días sería hipocresía. Si la advertencia se limitara a lo español sería hispanofobia, ¿o sólo hay que alarmarse por las embarcaciones que llegan a tu costa desde otro continente cuando son españolas?

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Por lo demás, la gesta del Descubrimiento fue una hazaña difícil de sobreponderar. Si hubiera sido algo al alcance de cualquiera, lo hubieran hecho otros y lo hubieran hecho antes. ¿Llegaron antes que los españoles a América los vikingos, los marcianos o los atlantes? Si lo hicieron, no dejaron huella significativa ni irreversible de ello para la historia. Por suerte para Hispanoamérica, quienes la descubrieron fueron los españoles y no los ingleses, los alemanes, los árabes o los belgas. La diferencia entre genocidio y mestizaje, salvo para Ione Belarra, resulta evidente comparando Hispanoamérica con Norteamérica, donde la población indígena real por ejemplo en los EEUU no representa ni el 1% de la población total. Juzgando el Descubrimiento bajo los estándares de la época, ninguna otra civilización superaba los estándares legales y morales del Imperio Español. Es más, los estándares legales y morales del Imperio Español respecto a la población indígena fueron bastante superiores a los del resto de potencias coloniales europeas hasta muchos siglos después y de hecho casi hasta la actualidad. En realidad, es que Hispanoamérica no eran colonias españolas, eran España.

Resulta llamativo que se acuse a España de llevar a cabo un genocidio en Hispanoamérica cuando la causa mayor de mortalidad entre los indígenas derivada del Descubrimiento sería la viruela. Obviamente la viruela no tiene nacionalidad española. Los españoles no fueron los inventores de la viruela. Los españoles transmitieron la viruela igual que siglos antes nos la habían transmitido a los europeos desde Egipto y nadie llama genocidas a los egipcios. Tampoco ahora nadie culpa a los chinos por todos los millones de muertes atribuibles al COVID, aunque de que la viruela no era una enfermedad de laboratorio creada por España no puede haber ninguna duda. Al parecer nadie en la antigüedad o en el presente es culpable de las enfermedades que involuntariamente transmite menos si era español. Que tampoco es que sólo los nativos de Hispanoamérica sufrieran la viruela, en el siglo XVII la viruela mató a 60 millones de personas en Europa. Lo que sí hicieron los españoles voluntariamente y de lo que sí se les puede hacer responsables es de haber llevado a América la vacuna contra la viruela en la Expedición Balmis y de haber procedido a la vacunación masiva de los indígenas. Ya puestos, además, si la viruela llegó a América en el viaje de ida la sífilis llegó a Europa en el viaje de vuelta. Y si todavía queremos dar otra vuelta de tuerca absurda, podemos acusar a los indios de todas la muertes provocadas durante siglos por el tabaco en el resto del mundo.

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Desde luego los indígenas, cuando llegaron los españoles, estaban lejos de vivir en una Arcadia feliz en armonía con la tierra y con el vecino. Por el contrario, genocidio era lo que practicaban unos pueblos indígenas contra otros, en una normalidad cultural que incluía la esclavitud, los sacrificios humanos y el canibalismo. Ningún país de Hispanoamérica ha querido volver a vivir como los indios antes del Descubrimiento, aunque gracias al socialismo algunos países ahora retroceden involuntariamente hacia ello.

El expolio de América también es un mito. De entrada el oro que España se pudo llevar no se lo quitó a los indígenas, sino a los jerifaltes de los indígenas. No eran los indígenas del pueblo los que tenían el oro. El expolio a los indígenas sería el previo de los jefes indígenas a su pueblo y el de los españoles, en todo caso, un expolio posterior  a los jefes de los indígenas. Pero es que el oro que se extrajo en tiempos de los españoles es una mínima cantidad (el 7%) del oro total que se ha extraído en los tiempos modernos, por no mencionar que la mayor parte del oro en tiempos de los españoles se quedaba en América, porque sólo se iba a España el quinto real, o sea el 20% del citado 7%. Si alguien quiere explicar la pobreza de ciertos países de Hispanoamérica debería pensar más en ciertas ideologías que han empobrecido siempre a todos los pueblos allí donde se han implantado que un expolio minero, y si se quiere buscar a los responsables del 98% del expolio no hace falta cruzar un océano para hallarlos.

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Todas estas consideraciones podrían alargarse infinitamente pero, por volver al tuit de Belarra, ni siquiera acierta al hablar de América Latina. El Hispanoamérica se habla español, no latín. Etimológicamente, latino proviene de la región del Lacio (Latium) en Italia. El Lacio no tiene nada que ver con el Descubrimiento ni con la Hispanidad, igual que no lo tienen que ver otros pueblos con cultura latina como Francia o Italia o con lenguas de raíces latinas. No resulta adecuado por tanto el Día de la Hispanidad hablar de América Latina sino de Hispanoamérica.

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Por negar todo mérito a cualquier cosa que venga de España, algunos niegan hasta el propio hecho del Descubrimiento, señalando que los indios no fueron descubiertos, que ya estaban allí. Quienes esgrimen este tipo de razonamientos parecen identificar existir con ser descubierto. Obviamente una isla existe antes de ser descubierta, tiene que existir para poder ser descubierta, los españoles no crearon América ni a sus habitantes, pero la descubrieron. ¿Y por qué fueron los españoles los que descubrieron a los indios y no los indios los que descubrieron a los españoles? Pues tan sencillo como porque eran los españoles los que tenían los medios y los conocimientos para ir a América y no los indios para ir a Europa y porque los indios sólo conocían su orilla y fueron los españoles los que descubrieron que había dos.

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Finalmente, para gobernar España debería ser un requisito indispensable amar a España. Porque si no, el que gobierna trabaja por el sueldo, o por el ego, o por el poder, pero no por España. La mala suerte de España es que los comunistas rusos aman a Rusia, los comunistas venezolanos aman a Venezuela o los comunistas vascos aman al País Vasco, pero los comunistas españoles odian a España. Lo pavoroso del momento actual es que tenemos gobernando o condicionando al gobierno a gente que no es ya que no ame a España, sino que la odia y la quiere destruir. No es que seguramente lo vayan a poder conseguir, pero cuánto mejor nos podría ir.

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Un comentario

  1. Perdonen que me fustigue a mí mismo afirmando que Navarra produce,con alguna rara excepción,políticos muy mediocres;ahora bien,aportando nuestra primera Ministra,la Sra Juana,hemos batido un doble record:mujera,por un lado,y la más necia del globo,por otro.
    El artículo apunta muy acertadamente a “ideologías empobrecedoras” y tenemos que lamentarnos de haber contribuido a su expansión en Hispanoamérica.Es el caso,por ejemplo,de la “teología de la liberación”,que un sector endemoniado de nuestros misioneros contribuyó a expandir en el siglo pasado.Del mismo modo que en el actual,monjes y monjas seculares -de la cofradía de Belarra-apoyan con sus febriles políticas el hundimiento moral y material de aquel Continente.

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