La palabra quizá no es descubrirse sino asustarse. Hay que asustarse ante el poder de la izquierda. Si hace unos días el caso Koldo parecía atenazar y estrangular al gobierno sanchista, ahora la atenazada y estrangulada es Ayuso. Koldo y sus compraventas socialistas han pasado casi por completo a segundo plano. Obviamente hay medios que siguen publicando las escandalosas actividades del conseguidor aizkolari con la implicación de medio gobierno, o las dudosas prácticas de acaso otra conseguidora notable que en este caso sería nada menos que la mujer del presidente del gobierno. Pero hay que reconocer que, gracias a su imperio mediático, la izquierda maneja el foco del debate a voluntad. Parecía que nos íbamos a estar un año entero hablando sólo de Koldo y la mujer del presidente, y no hemos hablado de ello ni dos semanas antes de que hayan conseguido que Ayuso los desplace en las principales cabeceras, que por supuesto son suyas.
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Como poco, la izquierda ha conseguido empatar el partido. Con todo el embarramiento del debate provocado por las peripecias de la pareja de Ayuso, el gobierno ha decidido equilibrar la indignación ciudadana. O sea, la izquierda tiene una parte de público, seguramente mayoritaria, incapaz de indignarse por los asuntos propios, pero otra parte de su público, acaso un poco más ponderada, piensa ahora que tan manchado esta el gobierno como el PP de Ayuso. Si te indignas con todos por igual el efecto político y electoral es nulo. En este sentido la izquierda lo ha hecho muy bien y cabe pensar que esta defensa no se ha improvisado en cuatro días, sino que como hemos señalado en otros análisis responde al conocimiento que el gobierno debía tener hace meses de que el caso Koldo iba a explotar. El caso Ayuso seguramente se ha preparado durante semanas con muchos esfuerzos coordinados de preparación, lo que nos lleva a la siguiente y más preocupante cuestión.
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Que la izquierda domine el panorama mediático le proporciona un gran poder. Este poder le permite disfrutar de un terreno de juego en el que la derecha debe meter 4 goles en la portería de la izquierda para que compute uno, mientras que cada gol de la izquierda en la portería de la derecha computa como 6. Así obviamente es muy difícil ganarle partidos a la izquierda pero este desequilibro mediático, que ha sido la normalidad en España durante años y años, se ve ahora agravado por la colonozación política por parte de la izquierda de todos los resortes del poder.
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Además del predominio mediático, el sanchismo tiene el gobierno. O sea, que además de sus inmensos resortes mediáticos la izquierda controla desde la Fiscalía hasta Hacienda, pasando por TVE o el CIS. Un problema del que los españoles no hemos sido quizá demasiado conscientes a lo largo del tiempo es el del control del poder. Por alguna extraña razón hemos llegado a pensar que el gobierno es casi por definición nuestro amigo, nuestro bienhechor. Aunque lo fuera, el entramado constitucional de un país y el estado de derecho debe estar pensado para cuando un gobierno abusa en provecho propio del poder. O un estado de derecho y una constitución sirven para eso o no sirven para nada. Por eso es tan peligrosa la colonización política de las instituciones. A lo que estamos asistiendo ahora es a que los conflictos de competencias del gobierno los resuelve un organismo dependiente del gobierno. Los conflictos del gobierno con la ley los decide una fiscalía dependiente del gobierno. Los delegados del gobierno se han convertido en un peón más del partido en el gobierno. Hacienda es el gobierno. Y hasta el Tribunal Constitucional es un conjunto de magistrados elegidos mayoritariamente por las fuerzas en el gobierno.
El Fiscal General es el tipo que se sienta a la derecha en esta foto. https://t.co/7XMxmiZCPy pic.twitter.com/3sG8Z2xC3R
— Pedro Otamendi (@PedroOtamendi) March 15, 2024
Lo preocupante no es sólo que Pedro Sánchez tenga un poder casi absoluto, sino que está dispuesto a utilizarlo para perpetuarse en el poder, gobernar con impunidad dentro o fuera de la ley y destruir a sus adversarios. Estamos a un paso de llegar al chavismo. Lo malo es que un pueblo suele llegar a ser consciente de esta situación y empezar a combatirla cuando ya está de lleno metido en ella, y llegados a ese punto es muy difícil quitar al gobierno todo el poder que se le ha estado otorgando, porque ya lo controla todo. O casi todo. Ahora todo depende del casi todo.
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2 respuestas
Tenemos que agradecer a los gobiernos conservadores peperos como el de Rajoy la entrega total de los grandes medios de comunicación al progresismo woke del NOM.
Gracias cayetanos. Habeis hecho con el PPSOE que España sea la Oficina europea de Venezuela en Europa o, lo que es lo mismo, el tonto útil del Imperio anglosajón
Si Blas de Lezo levantara la cabeza.
Hay que reconocer que esta chica aguanta mucho. Pero mucho, mucho. Ayuso soporta desde 2020 un ataque diario, continuo, por absolutamente todo el poder de estado y los medios de comunicación afines que en España son infinitos.
Solo espero que tenga un buen asesoramiento psicológico porque yo, estoy seguro, ya habría tirado la toalla por mi estabilidad emocional y por la de mi familia.
Gracias Sra. Ayuso.