No hay manera de bajar de los 30.000 parados registrados en Navarra. Las cifras del mes de octubre han vuelto a ser malas por cuarto mes consecutivo. El resultado es que volvemos a estar otra vez por encima de los 30.000 parados registrados. El problema es que llevamos 5 años con unas cifras de parados que no bajan de las 30.000 personas. Y después nos intentan convencer de que vamos como una moto, cuando la realidad es que estamos completamente estancados.
En septiembre de 2019, el primer mes entero de Chivite como presidenta, había en Navarra 30.437 parados. Los datos que se acaban de publicar del mes de octubre computan 30.088 parados registrados en Navarra. Es decir, que en 5 años Chivite ha reducido en 349 personas el número de parados. La mala noticia es que a este ritmo de 349 parados menos en 5 años y 30.088 parados, Chivite necesitará 430 años para acabar con el paro. Eso sí, por ella seguro que se encuentra dispuesta a permanecer encantada todo ese tiempo en Palacio.
La situación es de estancamiento si nos remontamos a la llegada al poder de Chivite, pero en realidad es mucho peor si nos retrotraemos a tiempos aún más pasados. En octubre del 2006, había en Navarra sólo 19.777 parados registrados. O sea, que en términos de empleo no hemos recuperado ni remotamente los niveles del año 2006. Llevamos 18 años perdidos en términos de empleo y el gobierno con la publicación de los últimos datos todavía pretende presumir y sacar pecho.
El gobierno presume también de los datos de ocupación, siendo cierto que son buenos los datos de ocupación, pero con un par de matices importantes. El primero que sube la ocupación pero no baja el paro. El segundo es que los datos de paro y empleo se encuentran muy maquillados. De entrada todos sabemos que hay varios cientos de miles de parados que ahora computan como fijos-discontinuos. Además, tenemos varios cientos de miles de ilegales que viven como pueden al margen del sistema, no computando como parados pero incrementando la pobreza y la marginalidad real en España. Por si fuera poco, las horas trabajadas en la actualidad por el conjunto de los trabajadores son menores que en el año 2008. Es decir, hay más ocupados pero que trabajan menos horas. Hay más empleo a costa de repartir más el trabajo. Para trabajar lo mismo, hacen falta ahora más personas trabajando que en el año 2008. Sumemos a todo esto el dopaje de las cifras a costa de toda la deuda que estamos generando, el déficit´público, y todos los millones de euros que temporalmente nos llegan de Europa en concepto de ayuda, y podemos darnos cuenta fácilmente de que la economía española tiene los pies de barro. Cuando lleguen las vacas flacas, puede que tengamos que tomar conciencia de ello de un modo dramático.
