Cinco años después la izquierda ha decidido salir con todo para utilizar los muertos de la pandemia. Pero no todos, sólo los de Madrid, donde ya habla abiertamente de “homicidios” y “gestión homicida”. En general, ya sabemosque la izquierda considera asesinas y encarcelables a todas las personas que no son de izquierdas, sólo se trata de aprovechar la tragedia, el accidente, el atentado, la pandemia o la guerra de turno para justificar ese diagnóstico. El problema es que era la izquierda la que gobernaba España durante la pandemia y hubo más de 120.000 muertos. Por lo visto en Madrid todos los muertos fueron homicidios y los otros 113.000 fueron muertes inevitables y fortuitas. Es más, los 113.000 que murieron fuera de las residencias de Madrid lo hicieron cantando alabanzas a Pedro Sánchez. Pero no es esto sin embargo lo que indica la hemeroteca, ni lo que recogen los datos médicos del momento.
🔴#14hFdS | La Comunidad de Madrid se querellará contra Ione Belarra, por sus declaraciones en las que calificó de "homicida" la gestión de la pandemia en la región
— Radio 5 (@radio5_rne) March 15, 2025
▪️Se suma a la que ya preparan contra la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de la capital, Reyes Maroto pic.twitter.com/ycMqMH7rsK
En el cuadro que mostramos a continuación, extraído de uno de los boletines informativos semanales que publicaba el Ministerio de Sanidad, en plena primera ola de la pandemia y recién estrenado el confinamiento, a 22 de marzo de 2020, observamos una serie de datos curiosos. Así por ejemplo, teníamos a 6.814 personas hospitalizadas por COVID en toda España, de las cuales el 86,77% tenía más de 50 años y el 49,73% más de 70. Claramente el coronavirus afectaba mucho más a los más mayores. El 87,57% de los fallecidos eran mayores de 70 años. Los datos no son de Madrid, son del conjunto de toda España.

Lo más llamativo del cuadro, sin embargo, es que los mayores de 80 años representaban el 25,1% de los hospitalizados y el 67,2% de los fallecidos, mientras que sólo ocupaban el 7,02% de las plazas UCI. Por contra, los pacientes entre 70 y 79 representaban el 24,63% de los hospitalizados, una proporción muy similar a la de los mayores de 80, pero sin embargo ocupaban el 34,09% de las plazas UCI. Es decir, un paciente tenía 5 veces más de posibilidades de acceder a una plaza UCI si era menor de 80 en un momento en que había escasez de plazas UCI. El porcentaje de plazas UCI ocupados por mayores de 80 no representaba el porcentaje de mayores de 80 hospitalizados. ¿No apunta todo entonces a que los mayores de 80 estaban siendo discriminados?
Gobierno de XIMO PUIG @rtve . pic.twitter.com/22IYsYz0Uz
— La_Regente (@Regente__) March 13, 2025
La palabra clave en este asunto es “triaje”. El triaje es una práctica médica típica de situaciones de guerra o catástrofes en la que los médicos no pueden atender a todos los pacientes, por lo que se atiende a los que se puede en función de su edad y sus posibilidades de superviviencia. ¿Era eso lo que estaba sucediendo en España? Las cifras que acabamos de señalar, recordemos que correspondientes a toda España, cimentan esa sospecha. Si se hubiera practicado el triaje con los mayores de 80 años, veríamos en las estadísticas exactamente lo que acabamos de ver en el cuadro. Es también lo que se compadece con lo que publicaban por aquellas fechas en todas las comunidades todos los medios.

Desde luego podría alegarse que para una parte importante de los mayores de 80 contagiados, muchos de ellos con otras dolencias anteriores y añadidas al COVID, no estaba indicada la intubación y la ocupación de una cama UCI por su estado general de debilidad, ni siquiera habiendo plazas de sobra, y había algo de verdad en ello según consultamos en su momento al margen de que también pudiera haber casos de auténtico triaje, pero esto sería válido para todas las comunidades y desde luego también para Madrid. Por lo demás, ni siquiera al final de la pandemia las cifras de mortalidad en Madrid respecto al número de habitantes fueron las mayores de España.
Comprendo que no debemos fiarnos sobre lo que publicó un panfleto de derechas sobre la situación en Cataluña. pic.twitter.com/Ga7GIMsp8r
— ⚫️ El DiSputado® (@NoSoyLaGente) March 14, 2025

Comunidades con entonces gobiernos socialistas como Aragón, Rioja o Castilla la Mancha tuvieron mayor mortalidad por habitantes que Madrid. La información publicada también revela que lo mismo que sucedía en las residencias de Madrid sucedía en las residencias públicas y privadas de toda España. Nos encontramos por tanto, otra vez, ante una sucia campaña de utilización de los muertos por parte de la izquierda. Pero no de todos los muertos, sino sólo de los muertos de la Comunidad de Madrid. A la izquierda no le importan nada ni los muertos en las comunidades donde gobernaban ella o sus socios, ni el cómputo global de muertos a escala nacional, que como hemos señalado supera los 120.000. La izquierda no obstante lo va a tener un poco crudo para aplicar una vara de medir para sus muertos y otra para los demás. Lo va a poder intentar sin embargo a nivel mediático, a través de los muchos medios que controla, y a través de la Fiscalía General, que depende ya sabemos todos y hasta qué punto de quién.
Irene Montero. “Jo tía, no lo voy a decir”. Reconociendo la relación entre el 8M (sacó a 700.000 personas a hacinarse en manifas) y el covid, que causó miles de muertos en España.
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) March 8, 2024
Priorizaron ideologia a salud publica. Pero esto ya lo han olvidado los de las resis de Ayuso. pic.twitter.com/T7wG3PRLbu
La falta de escrúpulos y de humanidad al dividir los fallecidos entre cancelados y políticamente utilizables es sin embargo total. Sobre todo teniendo en cuenta que los usables son 7.291 y los borrados más de 120.000. Recordemos además los vaivenes y contradicciones del gobierno en los meses iniciales: respecto a la priorización de la celebración del 8M, respecto a la minimización de la amenaza en sus medios afines, respecto a la recomendación inicial de no usar mascarillas, respecto a la ausencia de medidas de contención, respecto a la indicación inicial de seguir haciendo vida normal y socializando si no se tenían síntomas, tras haber estado con un contagiado. La propia Irene Montero reconocía el 8M que otros países estaban tomando “medidas súper drásticas” mientras socialistas y podemitas no hacían nada. ¿A quién habría más motivo entonces para acusar de gestión homicida que al gobierno central?