Cunde la sensación, por increíble que parezca, de que el PSOE va imponiendo poco a poco su relato sobre la catástrofe de la DANA. Un poco más y estaremos todos en los balcones dando cacerolazos en apoyo a nuestro líder bienamado, que todo lo ha hecho perfecto. Ahora mismo Sánchez está yendo a una cumbre climática a explicarle al mundo cómo hay que gestionar una inundación de manera perfecta. ¿Seremos los españoles tan ingratos de abuchear a un presidente al que aclama el resto del mundo? ¿Cómo puede soportarnos nuestro amado presidente? No nos lo merecemos. El pueblo español debería dimitir y pedirle perdón ahora mismo.
Como podremos ver al final, en realidad tampoco es que el ingrato pueblo español le haya comprado mayoritariamente el relato a Sánchez, pero quien sí parece que se lo ha comprado es el PP. O al menos eso es lo que parece deducirse de la última comparecencia de Borja Sémper, anunciando que el PP renuncia a pedir responsabilidades al PSOE por todo el desastre de la riada. El PP sólo exigirá la dimisión de Sánchez si Sánchez se lo pide. El PP no quiere derribar al gobierno. O sea, que no quiere ser la oposición. ¿Qué clase de oposición no quiere derribar al gobierno? Habrá que buscar un nombre a lo que hace el PP que no sea por tanto oposición.
Las palabras de Sémper, que es la voz oficial de Feijóo, en realidad pueden ir mucho más allá de lo que parece. Sánchez ha pedido al PP que apoye sus presupuestos, y el PP anuncia que no quiere derribar al gobierno, que no va a actuar como actuaría el PSOE en la oposición y que no quiere confrontación. No obstante, el PSOE anunciaba hace unos días su intención de apoyar en la Comunidad Valenciana los presupuestos de Mazón. ¿Qué está pasando entonces aquí? ¿Nos encontramos ante un pacto mutuo de no agresión? ¿Va a poyar el PP los presupuestos de Sánchez y Sánchez a cambio los presupuestos de Mazón? ¿Va a dejar el PP de pedir responsabilidades a Sánchez al frente del gobierno central para que Mazón no tenga que asumir sus propias responsabilidades como presidente de la comunidad? El acuerdo sería maravilloso para Sánchez, que a nivel nacional cancelaría de la crítica al PP y a sus medios y, de cara a la futura recuperación del gobierno de la Comunidad Valenciana, mantendría al peor candidato posible al frente del PP.
Todos estos movimientos nos retrotraen a una vieja pregunta que siempre nos acompaña cuando se trata del PP y esa parte dominante del PP que encarna Feijóo. ¿Qué es lo que realmente quiere y pretende el PP? Derribar a Pedro Sánchez ya nos dice que no. ¿Quiere entonces solamente ser la favorita en el harén del PSOE? El objetivo entonces no sería derribar el sanchismo, sino un sanchismo alternativo en el que el socio del PSOE sería el PP. El sueño dorado del PP es la gran coalición. De este modo, el rival del PP no es el PSOE, sino el resto de socios posibles del PSOE. El rival del PP no es el sultán, sino el resto de mujeres del harén del sultán.
Decíamos al principio que Sánchez ha lanzado todos sus medios, que son casi todos, a darle la vuelta al relato, pero no parece que lo esté consiguiendo de momento. Las primeras encuestas posteriores a la DANA muestran que el sanchismo se quedaría en minoría a escala nacional, mientras que el PP y VOX mantendrían la mayoría en la Comunidad Valenciana pese al desgaste de Mazón. A fin de cuentas puede que el relato no genere la realidad, sino que la realidad se oponga al relato y gane la realidad.