Parece que Tamames ha deshojado la margarita y acepta la propuesta de VOX de convertirse en su candidato para la anunciada moción de censura contra Sánchez. A la hora de escribir estas líneas VOX no ha confirmado la presentación de Tamames como candidato, pero parece lógico pensar, si se confirma lo publicado, que VOX presentará a Tamames, ya que en principio uno no le propone a alguien encabezar una moción de censura para rechazarlo después de que te diga que sí. No es imposible. Podría pasar y hasta ser razonable. Pero no parece lo más normal. Así pues los astros parecen alineados para que haya moción de censura y la encabece Tamames, a tal punto que la carga de artillería contra Tamames ya ha comenzado.
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Que el principal motivo desde la izquierda para descalificar a Tamames sea el de la edad resulta esclarecedor. O sea, si tienes algo mejor para descalificar a alguien que su edad, no uses la edad. Si no tienes nada mejor, es que lo tienes bastante mal.
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Evidentemente la edad es un factor no despreciable, pero en realidad más que la edad la salud. Tamames con 89 años parece totalmente capaz de razonar más y mejor que todo el consejo de ministros junto. A Tamames le quitas todo lo que sabe, toda la experiencia que tiene y un 85% de su capacidad intelectual, y te queda un ministro promedio del gobierno de Sánchez. Ese es el auténtico problema y no la edad de Tamames.
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Si de lo que se tratara es de que Tamames encabezara el gobierno para toda una legislatura el planteamiento sería distinto, pero ante lo que nos encontramos es frente a un candidato para dirigir la nave hasta las próximas elecciones a final de año, o incluso unas elecciones anticipadas. No hace falta ser un veinteañero para eso.
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Tampoco hace falta ser un militante de VOX con todo su esquema programático interiorizado para ser el candidato a una moción de censura de VOX. De hecho, para hacer eso se presentaría Abascal. El candidato de VOX a la presidencia en las próximas elecciones generales, sean a final de año o antes, será Abascal. El papel de Tamames no es poner en práctica el programa de VOX en una situación normal durante una legislatura o una presidencia normal. El papel de Tamames es encabezar una moción de censura, en un momento de emergencia nacional, para sacar del poder a Sánchez y desarrollar desde la presidencia hasta las elecciones un programa consensuado de mínimos, con reformas en las que pudieran estar de acuerdo la mayoría de los españoles. Derogar inmediatamente la ley del “sólo sí es sí”, por ejemplo. La idea de presentar un candidato independiente es precisamente esa. ¿Cuál es el programa que propondrá el candidato? ¿Cuál es el plan de VOX? Lo veremos -si es el caso- en la moción.
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¿Tiene sentido presentar una moción de censura sin expectativas de ganarla? Pues puede que sí o puede que no. Lo que desde luego no es un argumento es que a la iniciativa en principio le falten los apoyos. Con esa teoría la oposición no presentaría ninguna propuesta a lo largo de toda la legislatura puesto que está en minoría. En estos mismos días se han presentado varias iniciativas para reprobar a Pedro Sánchez o a Irene Montero. Seguramente tampoco tienen expectativas de salir adelante, y si salen adelante tampoco tendrán trascendencia práctica, pero a pesar de todo se presentan. Que no parezca que no hay oposición a Irene Montero o a Pedro Sánchez.
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Comportarse con normalidad en una situación anormal no está claro que tenga sentido. Si todo el día la oposición está diciendo que atravesamos una situación excepcional, que con su asalto al poder judicial este gobierno pone en riesgo la democracia y la separación de poderes, que se está indultando a delincuentes para gobernar con ellos, que se están eliminando delitos y desarmando al estado para garantizar a Sánchez unas semanas más viajando en Falcon y durmiendo en Moncloa, que la gente necesita cestas básicas para poder comer o que se está dejando que Bildu reescriba la historia de la lucha contra el terrorismo, después no se puede pretender que sigamos viendo la película en la butaca como si el cine no se estuviera incendiando. Una moción de censura sin garantías de que vaya a ganar a lo mejor no tiene sentido, salvo que nos encontremos ante una situación de emergencia nacional. Y hablando de emergencias, recordemos que tenemos un gobierno que ha declarado varios estados de alarma inconstitucionales no para salvar vidas, sino para saltarse los controles excepcionales a sus poderes excepcionales, y ha cerrado por la cara el Congreso, como en una república bananera. ¿Dónde están los límites de un gobierno capaz de hacer todo eso? ¿Queremos esperar unos meses más para saberlo? ¿Queremos esperar haciendo como que todo es normal y que no pasa nada? ¿No hacer nada excepcional es la forma de la oposición de decirle a los españoles que pasa algo excepcional?
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Precisamente otro de los motivos para una moción de censura es que ahora el gobierno no tiene cerrado el Congreso, como con los estados de alarma, pero lo tiene completamente relegado a un segundo plano. Todo se legisla por decreto y mediante procedimientos excepcionales, abreviados y de urgencia. El actual líder de la oposición ni siquiera es diputado. El presidente en las mortecinas sesiones de control se limita a lanzar chascarrillos sin entrar a responder las preguntas que le hace la oposición. Todos los ministros hacen lo mismo. La vida parlamentaria en España está muerta con este gobierno. Una moción de censura es una de las pocas cosas que se pueden hacer, y quizá por tanto se deben hacer, para reactivar la vida parlamentaria, para poner a Sánchez en la palestra, para denunciar la excepcionalidad de la situación, para intentar ponerle al país un despertador en la oreja.
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¿Y si la moción de censura refuerza a Sánchez? ¿Y qué es reforzar a Sánchez? ¿Evidenciar que le respalda una mayoría como si no lo supiéramos? ¿Evidenciar que esa mayoría es una mayoría extremista de golpistas, separatistas, comunistas y filoetarras? Tan pronto nos dicen que el interés de Sánchez y sus socios de cara a las elecciones es marcar distancias entre ellos y mostrar sus diferencias como que les va a reforzar mucho presentar una imagen de unidad y cierre de filas. A ver si nos aclaramos.
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Por otro lado, lo que VOX está intentando es algo distinto y novedoso. Algo que no se sabe muy bien cómo va a acabar. Por tanto es algo también valiente. ¿No querremos ver en el Congreso algo valiente y novedoso y por tanto interesante? ¿Cuál es la respuesta correcta de los partidos de la oposición a la futura pregunta de qué hicisteis vosotros para tratar de detener los planes de Sánchez y sus aliados? ¿Nada?
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Las votaciones por lo demás las carga el diablo. Recordemos la votación de la reforma laboral con un resultado ajustadísimo, que hubiera debido tumbar la reforma tras el voto en conciencia de Sayas y Adanero y que salvó el PSOE gracias al extraño error o lo que fuera de un diputado del PP. La ley del “sólo sí es sí”, por poner otro ejemplo, la votaron a favor 4 diputados del PP supuestamente por error. Uno no sabe el resultado de una votación hasta después de producirse. ¿Cuántos diputados del PSOE o de otras formaciones podrían equivocarse al votar? En principio sería posible que la votación de la moción de censura fuera secreta, para facilitar los errores o los votos en conciencia, como los prefiramos llamar.
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Al presentar un candidato como Tamames y no un candidato ajustado al perfil de VOX, Abascal está tratando de facilitar la adhesión a la moción de censura de otras formaciones que no sean la propia VOX, o la simpatía de una parte del electorado que no sea la de VOX. Renunciando a su propia candidatura o a una parte sustancial de su programa en aras a un consenso mayor en una situación excepcional, Abascal muestra una generosidad que a lo mejor otros no están dispuestos a mostrar. Supongamos además que la votación resulta más ajustada de lo previsto y que el recuento pone de manifiesto que si el PP la hubiera apoyado habría salido adelante. ¿Qué cara se le quedaría al PP? Naturalmente eso es algo que puede pasar o no puede pasar, pero para que no te pase lo más seguro es votar a favor.
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Es posible que la moción de censura no prospere y además desvíe durante un tiempo el foco mediático de los beneficios de Sánchez y Montero a los agresores sexuales, aunque también en la moción de censura se hablaría de eso, pero una vez fracasada la moción -si es el caso- seguirá desgraciadamente habiendo más agresores sexuales beneficiados y más desastres provocados por el gobierno de los que volver a hablar todos los días. Que nadie se preocupe por tanto por eso. Una moción de censura encabezada por Tamames es una iniciativa discutible, pero una iniciativa disparatada no.
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3 respuestas
Es un disparate sin más. Quedan 9 meses para el cierre de la legislatura y ya no se van aprobar mas leyes.
Por cierto hablando con un funci municipal en la Guipúzcoa profunda me comentó que en su ayuntamiento los de PODEMOS habían sido un desastre de gestión tal que se da por seguro que no va a salir en Mayo reelegido ningún concejal
bueno, todos están en campaña electoral. Y todo lo que sea quitar el foco a psoe y podemos…
No es ningún disparate; todo lo contrario. Es lo más sensato que se puede hacer.