El precio de la vivienda en alquiler en Pamplona ha subido un 7,7% desde el año pasado, es el precio más alto de todos los tiempos (burbuja inmobiliaria de 2007 incluida) y remata una tendencia alcista que en ningún momento se ha visto interrumpida, más bien al contrario, por los sucesivos gobiernos izquierdistas de “bienestar” y “progreso”. Manos mal que la población navarra vota relatos y no resultados.
Los datos del portal Idealista resultan esclarecedores. En diciembre de 2014 el precio medio del metro cuadrado de vivienda en alquiler en Pamplona era de 6,8 euros. En diciembre de 2024, el precio se ha disparado hasta los 11,2 euros. Hablamos por tanto de una subida del 64,7%. Vivan las políticas sociales y progresistas de vivienda, suelo, okupación y control de precios. Alabado sea el gobierno más progresista del mundo.
Sucede sin embargo con la vivienda y la gente algo parecido a la automoción. La población no es consciente de que en muchos casos está votando programas políticos que prevén la destrucción del sector en que trabaja o que tienen como horizonte que la gente no tenga nada en propiedad, por supuesto tampoco una vivienda.
“No tendrás nada y serás feliz”, pregona el famoso lema davosiano impulsor de la Agenda 2030. Pues si apoyas a los partidos de la Agenda 2030, no pretendas después tener un piso en propiedad, o conducir un coche, o mantener un puesto de trabajo en el sector de la automoción o sus empresas auxiliares. Que no se pueda tener una casa en propiedad no es una consecuencia natural de la economía sino un objetivo buscado por el sistema. ¿Qué es más dependiente, una persona con casa o sin casa? ¿De quién será la propiedad de todas las casas cuando no sean propiedad de los particulares? Pues de ese propietario, sean el gobierno o los millonarios de los fondos davosianos, dependeremos todos para tener un techo. La legislación desprotege al propietario particular y la fiscalidad lo machaca porque de lo que se trata es de reducir el número de propietarios. En el mundo 2030 no tendrás casa y serás feliz. Quizá puedas cambiar de casa, pero no de casero. Tu dependiencia será total. Cuando nadie tenga nada y sea feliz, si no tiene el aval de su amo no podrá financiar ningún proyecto vital. Por lo menos que se aclaren y no nos mientan. ¿Quieren facilitarnos el acceso a la vivienda o que no tengamos nada? Para saber lo que realmente quieren y evitar que nos líen, por otro lado, basta con ver hacia dónde nos dirige lo que hacen, no lo que dicen.