Nos ha llegado a la redacción esta curiosa foto tomada en el complejo del ahora Hospital Universitario de Navarra, en la que por la noche que aparece fundida una parte del letrero en el tejado del Hospital Virgen del Camino. ¿Será casualidad que la parte fundida del escudo sea precisamente la que corresponde a la corona? ¿O es que alguien ya desde el principio decidió que la corona no tuviera iluminación?
Como parece que el luminoso lleva fundido hace algún tiempo, si es que desde el principio no se decidió mutilar la iluminación del escudo (lo que sería aún más grave), caben deducir dos opciones. Primera que a lo mejor no hay mucha prisa en ejecutar la reparación dada la peculiar naturaleza de la situación. Quizá alguien considera que no nos encontramos ante una avería sino ante un milagro republicano.
La segunda opción es que nos encontramos ante un síntoma más de la decadencia de la sanidad foral, claramente apreciable de un tiempo a esta parte pese a las subidas de impuestos y el aumento del gasto. Alguien podría pensar que a fin de cuentas, si faltan médicos o recursos para rebajar las listas de espera, o recursos y personal para hacer frente a la atención primaria, tampoco es prioritario reparar un luminoso. Pero seguramente hay algo que no funciona en este razonamiento, como en el letrero del hospital.
Alguien dijo algo así como que la caída de un imperio comienza por un bordillo de acera que no se repara. El tiempo en atender las pequeñas reparaciones es un indicador significativo de lo bien o mal que funciona un sistema. Es por esto que los lugares donde la sanidad es mejor no se caracterizan porque los luminosos estén fundidos. O sea, los hospitales no son mejores a costa de no reparar los luminosos que se funden o de que la pintura sea cochambrosa. Por el contrario, si uno entra en un hospital en el que todo lo que está a la vista se encuentra descuidado ya se puede temer para todo lo demás lo peor. La premisa que mencionábamos anteriormente no se corresponde por tanto con la realidad. Tener un luminoso fundido no va a contribuir a mejorar las listas de espera. Al revés, el tiempo en reparar un luminoso fundido es indicativo de que ahí existen listas de espera. Salvo que efectivamente nos encontremos ante un cortocircuito republicano, con lo que volveríamos a la primera opción. Ninguna de las dos opciones son aceptables, pero es que además tampoco son excluyentes. Desidia, ideologización del paisaje hospitalario y las tareas, listas de espera, mala imagen, mala gestión.. todo cabe en el mismo baúl.