El radicalizado gobierno foral recrudece su batalla contra la diferenciada y extingue los conciertos

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En las últimas horas se ha conocido la decisión del Gobierno de Navarra de retirar los conciertos a los colegios de educación diferenciada que hay en Navarra. Esta decisión llega no obstante una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Navarra planteando una cuestión de inconstitucionalidad. En su momento, los centros afectados recurrieron la decisión del gobierno foral de retirarles los conciertos, alegando que habían cumplido la ley y que la separación por género ya se había empezado a aplicar en el primer curso, no obviamente en los que ya estaban en marcha desde hace años.

.@educacion_na comunica a los colegios Irabia-Izaga y Miravalles-El Redín la extinción de los conciertos de Bachillerato

👉Al mantener separado al alumnado de esta etapa los centros no cumplen los requisitos para poder concertar

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— Noticias / Berriak – Gobierno de Navarra (@noticiasgob_na) January 30, 2023

¿Qué ha pasado entre la decisión del TSJN el pasado mes de noviembre y el momento actual? Pues entre otras cosas que se ha renovado el Tribunal Constitucional, que han cambiado las mayorías, que ahora el sector izquierdista ostenta una mayoría aplastante y que los magistrados izquierdistas del TC presentan un perfil de radicalidad y adhesión al gobierno y a los principios de la extrema izquierda que permite anticipar que nada que agrade al gobierno va a ser declarado inconstitucional y nada que desagrade al gobierno va a ser declarado constitucional.

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Así las cosas, efectivamente cabe suponer que la cuestión de inconstitucionalidad que el TSJN planteó al TC ahora mismo ya no tiene ninguna posibilidad de prosperar. O por lo menos esto es lo que seguramente supone o incluso sabe y conoce el gobierno foral.

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A nadie se le escapa que la izquierda lleva en Navarra años persiguiendo todas las iniciativas que tienen que ver con el Opus Dei en una auténtica cacería ideológica. Podría citarse desde el rechazo al proyecto de tres centros de investigación en Donapea, que incluía una inversión de 200 millones y la creación de 400 puestos de trabajo en un sector puntero de investigación, hasta la ruptura del convenio por el que la CUN atendía a sus trabajadores y a sus familiares, pasando por supuesto por la persecución a Redín y Miravalles. Podría pensarse que es paranoia pero, aparte de que ahí están los hechos, el “Opus kanpora” es algo más que un viejo lema. A la Universidad de Navarra le han llegado a poner varias bombas y hoy sostienen el gobierno foral quienes llaman presos políticos a los que pusieron esas bombas, a la par que bendicen sus ongi etorris y se niegan a condenar su violencia. Sería ridículo pretender que el odio ideológico al Opus es un mito.

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Hablando de cosas ridículas la justificación de esta persecución, en el caso de la educación diferenciada, se basa en la premisa de que el gobierno tiene que defender de sus padres a los niños. Eso en un estado de derecho lo hace la Justicia, cuando hay una Justicia independiente y unos padres maltratadores. Cuando a lo que se dedica el gobierno es a patear la libertad educativa lo que existe es una actitud abusiva y totalitaria. Tan poca defensa respecto a sus padres necesitan los alumnos de Redín y Miravalles que el vicepresidente del gobierno lleva a su hija a Miravalles. A que la segregen, a que la maltraten y a que la discriminen, supuestamente. O a que le ofrezcan una educación que le pueda favorecer en lo formativo sin perjudicarle en ningún otro ámbito, como piensan los padres que llevan a sus hijos a esos colegios empezando por el vicepresidente del gobierno. La libertad educativa la defiende todo el mundo, empezando por el nacionalismo, hasta que está en el gobierno. La realidad es que todas las libertades, empezando por la educativa, empiezan a contraerse en cuanto la izquierda y/o el nacionalismo llegan al gobierno.

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Más allá de la cuestión educativa, el caso es que la CUN, la UNAV o Redín y Miravalles son instituciones, con o sin afán de lucro, que generan y atraen inversión, empleo y actividad. Citamos el afán de lucro porque la CUN, contra lo que mucha gente presupone, es una institución sin afán de lucro. Todo el beneficio se reinvierte en su actividad. Podría ser considerada un modelo de progreso si no fuera para algunos por la fobia ideológica. Sin embargo, no siendo propiamente una empresa, genera muchos de los beneficios sociales propios de la actividad empresarial. Desde crear empleo directo e indirecto a pagar impuestos.

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Viene esto a cuento de que la izquierda tiene fobia suficiente en sus alforjas para odiar además de al Opus a todo tipo de sociedades, instituciones y empresas a las que por la razón que sea considera sus enemigas. Lo estamos viendo estos días con el señalamiento concreto hacia Juan Roig y Mercadona. Poco antes lo vimos respecto a Amancio Ortega. Todo fuera. Todo kanpora.

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Por supuesto que molesta la educación diferenciada, pero lo que molesta sobre todo es la libertad educativa. El asalto contra la diferenciada no es más que un capítulo o una batalla en la guerra contra la educación concertada. Quieren que todos los colegios sean públicos y dependientes del gobierno por la misma razón por la que ahora quieren supermercados públicos. Para que no se pueda elegir. Los supermercados públicos no son una iniciativa social, sino una forma de entregar el poder absoluto al gobierno. Si el gobierno se convierte en tu única fuente de comida, lo que se garantiza no es tu alimentación sino tu adhesión al gobierno. Lo mismo piensan respecto a la Educación.

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