Diario de Navarra publica una noticia estremecedora: el Ayuntamiento de Pamplona le niega el auxilio a un joven de 21 años que dormía en la calle a cero grados. Recordemos que poco más o menos por estas fechas, hace ahora un año, un sin techo moría de frío en la calle en Pamplona. Apenas unos días antes de aquello los medios afines a la izquierda abertzale anunciaban a bombo y platillo que nada más llegar a la alcaldía Asirón había acabado con el sinhogarismo. Salta a la vista que pasado un año el problema no va mejorando.
Por lo que refiere la información, hay en este momento unas 100 personas sin techo durmiendo en la calle en Pamplona. Con niebla y temperaturas de cero grados no hace falta mucha imaginación para entender la gravedad de su situación. El caso concreto, relatado por un periodista del Diario de Navarra y una voluntaria de la asociación Apoyo Mutuo, es el de un inmigrante marroquí de 21 años llamado Sufyan. La voluntaria, preocupada por la salud del jóven, decide llamar al 112. Reproducimos la conversación y lo que va llegando a continuación.
—SOS Navarra, buenas noches.
—Buenas noches. Estoy con un chico de 21 años que duerme al aire libre, en la orilla del río Arga, con apenas un saco de dormir y una manta. El termómetro marca cero grados y me da pavor que pase la noche así.
—¿Ha intentado ir al albergue municipal?
—Sí, pero le dijeron que no había sitio.
—En el 112 no gestionamos estos temas. Llame al 092, la Policía Municipal.
Asun suspira, pero no se rinde. Llama al 092.
—Buenas noches. Estoy con un joven de 21 años que está durmiendo a la intemperie. Me parece inhumano que tenga que quedarse aquí. ¿No hay forma de encontrarle un lugar?
—Si hay sitio en el albergue de Trinitarios, lo acogerán. Pero tiene que ir él mismo.
Con las instrucciones claras, Sufyan y Asun se dirigen al albergue municipal. Sufyan entra solo. Poco después sale con la misma respuesta de siempre: “No hay plazas disponibles”.
Asun, indignada, vuelve a llamar al 092.
—Les he llamado antes. Estamos en Trinitarios, pero no le pueden ayudar porque no tienen sitio. El frío es insoportable.
—El albergue debe gestionar una solución. Dígales que el Departamento de UPAS lo confirma.
Asun y Sufyan intentan nuevamente, pero la respuesta sigue siendo negativa. Según el albergue, las 58 plazas están ocupadas. La única opción que ofrecen es comprarle un billete de autobús para enviarlo a otra ciudad como Logroño o San Sebastián.
El relato de estos hechos pone de manifiesto la fragilidad de la propaganda progresista y la contumacia de la fría y dura realidad. Por lo visto, Sufyan no se enteró de que venía a crear riqueza y pagarnos las pensiones en vez de a dormir tirado en la calle. No sólo es que hay decenas de personas durmiendo en la calle, además de estar llenos los albergues, es que las instituciones de progreso ahora se desentienden para evitar un efecto llamada y la única opción es un billete de autobús a otra comunidad, para que allí se desentiendan las autoridades de esa otra comunidad. Todo lo publicado ensalzando a Asirón era mentira, todo lo publicado denunciando la situación real era verdad. Es muy fácil poner cartelitos de “welcome refugees”, ¿pero después qué?