El PIB per cápita de España podría ser 112.000 euros en vez de 40.000, pero llevamos varias décadas por el camino equivocado

¿Podría ser España un país más rico que Alemania o que Francia? La pregunta parece delirante, pero no lo es. Eso sí, en la medida en que nos parezca imposible siquiera plantearnos el superar a estos países seguramente nunca podremos hacerlo. La cuestión es que superar a Francia o Alemania no sólo en fútbol es algo más que una alucinación. Es algo que otros ya lo han logrado. Pero es que además lo han logrado partiendo del mismo punto en el que estábamos nosotros. Sencillamente puede que nosotros nos equivocáramos en algún momento de rumbo. Y nos sigamos equivocando.

Como puede apreciarse, allá por los años 90 España e Irlanda tenían más o menos el mismo PIB por habitante y Francia y Alemania se encontraban apreciablemente por encima del nivel de ambos. Las cosas sin embargo han cambiado mucho durante las últimas décadas. Por un lado apreciamos que tanto España, como Francia y Alemania en realidad, ajustando la inflación y la riqueza real estamos hace mucho tiempo estancados. O casi estancados. Desde luego España no recorta en absoluto las diferencias con Francia y con Alemania. El gráfico confirma la evidencia de que hace mucho que en términos reales la riqueza en España se encuentra congelada por completo y no parece que estemos haciendo nada para salir del marasmo.

Por el contrario, Irlanda ha crecido sin parar desde los años 90. No sólo en términos nominales sino reales. En 1990 el PIB per cápita de Irlanda era de sólo 26.674 dólares, por debajo incluso del español, que entonces era de 27.543. ¿Qué ha pasado en todos estos años? Pues que ahora el PIB per capita de los irlandeses es de 112.445 dólares frente a los 40.223 de los españoles. Algo hemos debido hacer muy mal los españoles, o algo han debido hacer muy bien los irlandeses, para que de estar a la par en los 90 casi nos tripliquen en la actualidad. Por supuesto Irlanda también ha superado abrumadoramente a Francia y Alemania. La única razón por la que despreciamos a Irlanda es porque sólo tiene 5,12 millones de habitantes. ¿Nos imaginamos en lo que se podría haber convertido España si hubiera seguido el camino de Irlanda?

La clave del milagro irlandes tenemos que buscarla al menos 20 años atrás, cuando Irlanda decidió establecer un impuesto de sociedades del 12,5%. Irlanda en los años 80 tenía un impuesto de sociedades del 50%. ¿Se desplomó entonces la recaudación? ¿Tuvieron que cerrar todos los hospitales? Todo lo contrario. Lo que sucedió es que Irlanda se convirtió en un foco de inversión internacional y que la economía irlandesa empezó a crecer de una forma exponencial, consiguientemente subió también la recaudación.

Hay dos formas de aumentar los recursos del estado del bienestar. La primera es subir los impuestos, la segunda hacer más rico al país. Los recursos del estado del bienestar son el pedazo de tarta que se lleva el gobierno de la economía del país. Estos recursos pueden aumentar o llevándose el gobierno cada vez un trozo más grande de tarta, o haciendo que crezca la tarta. Obviamente para lo primero no hace falta ser un genio. El problema es que cuanto mayor es el trozo de tarta del gobierno y menos recursos deja a la economía, menos crece la tarta.

La ironía de todo esto es que si tu PIB es 100 y dedicas al estado del bienestar el 50% de tus recursos, en realidad estás dedicando al estado del bienestar menos recursos que quien tiene sólo unos impuestos del 30%, pero tiene un PIB de 200.

A todo esto se añade el hecho de que Irlanda no es un país geográficamente mejor situado que nosotros, mejor comunicado, ubicado en el centro geométrico del continente, pletórico de recursos naturales ni nada por el estilo. Es decir, realmente no tienen nada que no tengamos nosotros.¿ Podríamos los españoles haber seguido tal cual el camino de crecimiento de Irlanda? Puede que no, pero sin duda que por un lado hemos aplicado una receta equivocada. O sea, o durante mucho tiempo directamente nos hemos equivocado de receta, cuando ha gobernado la izquierda, o cuando ha gobernado la derecha y ha aplicado la receta correcta de una forma tan diluida y acomplejada que apenas se ha marcado la diferencia. Y por otro lado, quizá nos ha faltado lo que los anglos llaman el Moonshooting. O sea, el apuntar a la Luna, el ser ambicioso, el marcarse grandes objetivos. En vez de ser ambiciosos miramos a los alemanes o los franceses con complejos. Puede que si apuntamos por encima de Alemania no consigamos superar a Alemania, pero lo que está claro es que es imposible superar a Alemania apuntando por debajo de Alemania. Los irlandeses parece que no tuvieron ese complejo, aunque en fútbol ni siquiera se clasificaran para la Eurocopa. Pueden consolarse con unos niveles salariales que multiplican los nuestros y una tasa de paro del 4%. Lo peor es que Irlanda difícilmente va a ser nunca tan potente en fútbol como España, pero España sí podría ser económicamente tan potente como Irlanda, y en tal caso seríamos la primera potencia de Europa. A lo mejor lo que nos falta es creérnoslo.

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Un comentario

  1. Hay algunos puntos sobre este interesante artículo liberal que quisiera notar:

    Un dato que curiosamente podría ser muy importante:

    Aunque en Irlanda hay una lengua local claramente de uso rural y minoritario, los independentistas irlandeses no tocaron esa lengua como argumento independentista, siguiendo como lengua oficial del estado irlandés el inglés

    La fiscalidad irlandesa ha atraído a muchas multinacionales norte americanas pero gracias tambien al uso del inglés por parte de los irlandeses

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