e un poco a la mafia, sólo que es un poco peligroso meterse con la mafia. O sea, que si el gobierno se parece a la mafia es mejor no decirlo. No obstante, suele suceder que el gobierno se presenta a sí mismo como la solución a los problemas que previamente ha creado, igual que la mafia. Es decir, por la noche te rompe los cristales de tu negocio y por la mañana aparece para ofrecerte seguridad y que no vuelva a suceder nunca nada parecido, a cambio de un pequeño porcentaje de tu negocio que después va creciendo y creciendo.
Evidentemente existe un problema con la vivienda y el esfuerzo creciente que representa para el salario de cualquier ciudadano medio. La cuestión es que casi todos los problemas que reducen la oferta de vivienda o encarecen su precio son creados por el propio gobierno, ya sea la calificación y disponibilidad de suelo, los impuestos, la inseguridad jurídica o la desprotección del propietario. ¿Y quién se presenta como solucionador de todos estos problemas tras haberlos creado? Exactamente, el gobierno. Y por supuesto la solución siempre es más gobierno. Y la pescadilla se muerde la cola mientras el contribuyente o el propietario sigan pagando.
En este caso con lo que nos encontramos es con un estudio de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias, FAI, y la Asociación de Inmobiliarias de Navarra, Aina, el cual advierte que mientras la oferta de vivienda de alquiler habitual baja (un 30,2% desde octubre de 2023 a octubre de 2024), la demanda ha crecido un 26,32% interanual en Navarra. ¿Puede esperar alguien por tanto que bajen los precios?
Los propietarios, advierte el informe, son cada vez más reacios a alquilar sus viviendas desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda y desde que se empezó a hablar de zonas tensionadas y precios “topados”. El resultado es que muchos propietarios han decidido retirar sus viviendas del mercado de alquiler, ante el miedo a no poder recuperarlas en caso de impago o a tener que hacer frente a largos procedimientos judiciales. El presidente de Aina estima que en Pamplona y comarca podrían aflorar para el alquiler habitual hasta 8.000 viviendas y en toda Navarra unas 10.000 pero para eso, remarcó, los propietarios necesitan seguridad.
Aunque el estado se lleva para sus arcas la mitad de los ingresos del ciudadano medio, cuando se produce una inundación hemos visto que los primeros días queda abandonado por el estado y su alimentación y sustento pasa a depender de la acción de vecinos y voluntarios. Lo que dice entonces el gobierno es que el estado somos todos, y que si el que te ha llevado mantas, agua potable o comida es un voluntario o un agricultor que ha llegado atravesando la oscuridad en su tractor, que en realidad quien te ha ayudado es el estado porque estado somos todos, también el voluntario o el agricultor. Lo que pasa es que los impuestos se los pagamos al estado, no al voluntario o al gricultor que finalmente son los que nos salvan.
Algo parecido sucede con los propietarios de viviendas en España. El gobierno les ha convertido a ellos en el escudo social para solucionar el problema de la vivienda de la población vulnerable. No es el estado el que se hace cargo de dar ayuda para que tengan techo las familia vulnerables o los inmigrantes, sino que deja que okupen las viviendas y que sea el propietario quien se haga cargo del problema, si puede, o mientras pueda. ¿Para qué paga entonces impuestos el propietario? ¿Para qué los pagamos todos? Desde luego ni para que sea el estado quien proteja a los vulnerables ni para que le proteja a él la justicia y la policía. Y después están los que okupan viviendas simplemente por jetas, porque para qué vas a pagar pudiendo okupar. A estos también los protege un gobierno que sólo persigue la propiedad.