Los constantes acontecimientos en curso en Oriente Medio imponen una continua actualización. Tan interesantes o preocupantes como los propios acontecimientos son las reacciones a los mismos. Ante un bebé asesinado de forma deliberada, por ejemplo, ¿cuál puede ser la reacción? De entrada, parece que muchas personas necesitan saber la nacionalidad del bebé antes de reaccionar. Según el bebé sea israelí, palestino o samoano, así será la reacción. Una reacción que podríamos clasificar en alguno de estos grupos. Los que condenan todas las muertes de bebés, los que sólo condenan las muertes de bebés israelíes, los que sólo condenan las muertes de bebés palestinos. Afortunados los bebés samoanos, cuyo asesinato condena todo el mundo. Matar deliberadamente a un bebé o violar a una mujer, lo haga quien lo haga, ni es autodefensa, ni es justicia ni es nada que quepa bajo el paraguas de la guerra justa o de la moral.
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Un acontecimiento relevante en las últimas horas ha sido precisamente el desmarque del presidente palestino, Mahmud Abás, a los atentados de Hamás, desmarcando a su vez al conjunto de los palestinos de los actos de esta organización.
#ÚLTIMAHORA El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, dice que las políticas y las acciones del movimiento islamista Hamás no representan al pueblo palestino pic.twitter.com/cpktSHcQhE
— Agence France-Presse (@AFPespanol) October 15, 2023
Las declaraciones de Abás contienen importantes implicaciones no sólo para entender la situación, sino para retratar a muchos de nuestros políticos. Para empezar, el gobierno de Gaza no es un gobierno legítimo, es una dictadura. Es cierto que Hamás llegó al poder tras unas elecciones pero, una vez en el poder, se acabaron las elecciones. Ese es uno de los peligros de que los antidemócratas lleguen democráticamente al poder, en Palestina o en cualquier otro lugar. En este sentido, Hamás no es sólo una organización terrorista que ha actuado en Israel, es la organización terrorista que tiene el poder en Gaza. No se puede actuar contra Hamás en Gaza sin desalojar a Hamás del poder. Interesa el matiz porque no es el caso de actuarse contra un país por una organización terrorista con sede en ese país sino que el propio gobierno del país es la organización terrorista, porque Palestina es ahora mismo un país con dos territorios y dos gobiernos paralelos. Por esto mismo, desde el principio fue un disparate de la extrema izquierda española, y una grave injusticia para los palestinos, identificar a Palestina con Hamás. Ahora resulta que Mahmud Abás se desmarca de Hamás y distingue a los palestinos de Hamás mientras casi toda la izquierda española la sigue justificando e identificando al pueblo palestino con Hamás. Es muy importante lo que ha hecho Abás porque parecía justo separar a los palestinos de Hamás, pero ayuda bastante a esa distinción que los propios palestinos que rechazan a Hamás lo dijeran y que no hubiera que suponer su existencia.
https://english.wafa.ps/Pages/Details/138321
https://english.wafa.ps/Pages/Details/138288
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Por esta misma razón, el teatro de operaciones en este momento se centra en Gaza. O sea, Palestina es Gaza más Cisjordania. Si la guerra fuera contra los palestinos, el conflicto se estaría produciendo tanto sobre Gaza como sobre Cisjordania. Las operaciones militares de Israel se limitan a Gaza porque es Hamás quien gobierna en Gaza. La solidaridad de la izquierda española es con Hamás, no con Palestina.
Falange se une a Podemos y Sumar en su condena al «sionismo» israelí y apoyo a Palestina.https://t.co/JhOjY0Xwe5
— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) October 13, 2023
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Justificar las horribles acciones de Hamás en Israel, que ni siquiera en una guerra justifificada estarían justificadas y serían crímenes de guerra dentro de la guerra, lleva a los representantes de la extrema izquierda española a hablar constantemente de la ocupación de Palestina y del genocidio que supuestamente sufren los palestinos, tratando de blanquear a Hamás. Sin embargo, el hecho es que Gaza no está ocupada, los carros de combate israelíes están acumulándose fuera de Gaza. El problema en este momento es justo si va a haber una ocupación de Gaza. Si Gaza ya estuviera ocupada no habría problema, Hamás no estaría gobernando Gaza, no habría habido atentados y no estaríamos pensando en cuantas bajas civiles y militares puede costar ahora la ocupación de Gaza. Respecto al “genocidio” que estarían sufriendo los palestinos, el brutal crecimiento de la población palestina en las últimas décadas pone bastante en cuestión el discurso de que los palestinos estén siendo exterminados.
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De cara a la búsqueda de soluciones al conflicto, parece claro que hay dos elementos que excluyen de la búsqueda de la paz a quienes no son capaces de admitirlos. Por un lado el rechazo del terrorismo, y por otro la aceptación de un estado israelí y otro estado palestino. La paz no puede consistir en pedir a una de las dos partes su extinción. Las dos partes tienen derechos y reproches legítimos y una larga historia de existencia sobre el terreno. Se podrán discutir las fronteras o las capitalidades, pero no el propio derecho a la existencia como principio a la búsqueda de un acuerdo. Esto excluye por tanto a Hamás como un actor de la búsqueda de la paz. Y excluye asimismo como actores de paz a los que justifican a Hamás.
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https://www.youtube.com/watch?v=2gkWI_wUT8Q
Por lo demás, resulta llamativo ver a la izquierda más radicalmente laica, feminista y antinazi coincidir plenamente en su antijudaísmo con los nazis, por un lado, y con el machismo y el integrismo religioso de los islamistas por otro. La solución y abrazar el discurso de los nazis y los islamistas es lo mismo para la extrema izquierda. La izquierda se alinea en el plano real con todo lo que combate en el plano teórico. Lo que pasa es que el plano teórico no vale para nada y es pura hipocresía o esquizofrenia cuando se divorcia por completo del plano real. X
