El caso de Francisco Javier Almeida, el asesino de una navarra a puñaladas en 1998, pone patas arriba toda la fraseología de la izquierda sobre la violencia machista, el feminismo y la reinserción.
Dos años menos de cárcel para Almeida por el crimen de la inmobiliaria con la Ley del solo sí es sí https://t.co/jZ5kQ7n6mo vía @lariojacom
— Javi Merino (@javier_merino) January 12, 2023
Almeida violó a una niña de 13 años en 1989. Por aquel acto fue sentenciado a 7 años de cárcel, de los que sólo cumplió 4, entre 1993 y 1997. En 1997 estaba otra vez en la calle.
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En 1998 Almeida, un año después de ser liberado, violó y asesinó a una mujer navarra, Carmen López, asestándole varias puñaladas. Era una agente inmobiliaria con la que había quedado para visitar un piso. Fue condenado a 20 años por asesinato y 10 por agresión sexual. No obstante, en vez de a los 30 años, Almeida ya salió a la calle en 2020 gozando de libertad condicional.
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Un año después, en octubre de 2021, Almeida violó y asesinó a un niño de 9 años en Lardero (La Rioja).
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El angelito en cuestión, que se encuentra en prisión en espera de sentencia por este último asesinato con violación del niño de Lardero, es hoy noticia porque es otro de los potencialmente beneficiados de la ley del “sólo sí es sí”, ya que la pena de 10 años de agresión sexual por la chica navarra que violó y mató y que todavía no ha cumplido en su integridad, se vería rebajada de 10 años a 8. Esto significa que, si no fuera por estar en prisión preventiva en espera de juicio por la violación y asesinato del niño de Lardero, en marzo ya lo habríamos podido tener otra vez en la calle, dispuesto a seguir violando y asesinando. La buena noticia es que Almeida se enfrenta ahora a la prisión permanente revisable por la muerte del niño riojano.
Las que rieron las bromas de la '2' de Montero sobre los violadores cobran 60.000 € de Igualdad, por @diegoricks https://t.co/92ew9kcoTw
— EL ESPAÑOL (@elespanolcom) January 13, 2023
Como decíamos el caso reúne todos los caracteres por los que el progresismo penal es un auténtico cáncer para la seguridad general, y en este caso particularmente para la de los niños y las mujeres.
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Por un lado nos encontramos con el problema histórico de la insuficiencia de las penas contra este tipo de delincuentes. Unas penas que ya son escasas de por sí y que además nunca se cumplen después en su integridad.
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Por otro lado nos encontramos con la multireincidencia de un sujeto que, no obstante, sigue gozando de permisos carcelarios o de libertad provisional.
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La ley del “sólo sí es sí”, para colmo, le quita 2 años de cárcel a este sujeto por una de sus penas.
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Al violador y asesino reincidente le puede caer finalmente la prisión permanente revisable, una pena a la que se opone toda la izquierda. También la derecha, pero sólo por la parte de “revisable”.
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No puede ser que los asesinos y violadores tengan tantas oportunidades de reincidir, y que todas esas oportunidades los legisladores y los jueces las concedan a costa de la seguridad de los españoles, en este caso a costa de 2 asesinatos y 3 violaciones. Todo el poco tiempo que este sujeto no ha estado en la cárcel ha estado matando y violando. Al año de salir a la calle ya había vuelto siempre a violar y matar. Y eso sin contar que pueda haber algún caso más sin resolver de asesinatos o desapariciones con el que no se le haya podido relacionar.
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Incluso con las últimas rebajas de pena a agresores sexuales, el equipo podemita de Irene Montero insiste en que ellos no creen en la justicia punitiva. Lo cierto es que el gobierno se encuentra en manos de personas empeñadas en no culpar de los asesinatos y las violaciones a los asesinos y los violadores, sino al género masculino. Para compensar la puesta en libertad de los agresores sexuales, como no creen en la justicia punitiva, pintan unos bancos de morado y todo arreglado. Contra esto sólo cabe una posible reacción popular: la concienciación general de esta gente que encima se ríe de lo que hace y el voto punitivo contra ellos sin piedad.
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Un comentario
¡Menudo animal! Encerrarlo y tirar la llave al mar