El nacionalismo vasco ama a los inmigrantes. La acogida a los extranjeros y la interculturalidad son las nuevas banderas del mundo abertzale. El partido de Sabino Arana y el que viene de la mesa nacional de Herri Batasuna resulta que son no ya formaciones perfectamente homologables, sino las que reparten a los demás los carnés de demócratas o de defensores de los derechos, sea de los nacionales o de los inmigrantes. No hay personas ilegales ni que cometan ilegalidades. Y el que piense lo contrario debe ser cancelado y puesto fuera de la legalidad. Recordar el pasado de momento sigue siendo sin embargo legal.
De este modo, cabe rescatar de la hemeroteca los Zutabe de ETA en los que se llamaba “colonos” a los inmigrantes que llegaban al País Vasco desde el resto de España, a los que se acusaba de “destruir nuestra identidad” y a los que se exigía “educarlos en nuestras costumbres o nuestra lengua”. Si se celebraba un referéndum sobre la independencia, el resultado tendría que ser sí o ser rechazado, al considerarse adulterado por la presencia de estos “colonos” sin certificado de pureza. Zutabe número 102, el boletín interno de ETA.
El espectáculo pro-inmigración ilegal y masiva al que asistimos ahora por parte del mundo abertzale es algo más entonces que un monumento a la hipocresía. Es además un acto de evidente racismo. Se acoge bien a todo el mundo siempre que no sea español. Pero acoger a todo el mundo siempre que no venga del resto de España no es ser anti-racista sino todo lo contrario. Uno no puede sostener enérgicamente que no es racista porque le abre los brazos a todo el mundo siempre que no sea judío. Sin embargo, por lo visto sí es posible defender que uno no es racista por abrir los brazos a todo el mundo menos a los españoles.
La cuestión de fondo a la que asistimos es una vez más el blanqueamiento la izquierda abertzale, que por un lado promueve la propia izquierda abertzale, en forma de volantazo, y por otra parte la conversión en obligación de ese blanqueamiento para todos los que a fin de sostenerse en el poder están pactando con Bildu. No hablamossin embargo de la prehistoria, por las fechas en que ETA publicaba aquel Zutabe personajes como Adolfo Araiz o como Arnaldo Otegui, que ahora es el líder de Bildu, eran miembros de la Mesa Nacional de Herri Batasuna. El volantazo de Bildu viene exigido precisamente por esto. La izquierda abertzale tiene que presentarse a sí misma como si fuera más defensora de los derechos que nadie porque nadie ha pisoteado los derechos de la gente como la izquierda abertzale. La izquierda abertzale tiene que convertirse en quien reparte los carnés de demócrata porque si no se queda sin carnet de demócrata. A su vez, quienes están pactando con la izquierda abertzale para mantener el sillón necesariamente tienen que blanquear a la izquierda abertzale, porque o dices que Bildu es un maravilloso partido de progreso perfectamente homologable, adornado por excelsas figuras destacadas en la defensa de los derechos humanos como Araiz y Otegui, o reconoces que para seguir en el machito pactas con el diablo, o con la sobrina del diablo, que preferiría el amigo Abalos.
