Ayer fue un día muy raro, o por lo menos un día en el que se vio a mucha gente rara celebrando la Constitución. A Pedro Sánchez, por ejemplo. El PSOE celebraba la Constitución y los socios del PSOE la destrucción de la Constitución. Salta a la vista que aquí hay alguien que anda muy equivocado. O que está muy engañado. O que directamente no dice la verdad. Los socios del PSOE no mantienen a Pedro Sánchez en el poder por todo lo que se fortalece la Constitución y se debilita el separatismo. Claro que no, pero Pedro Sánchez -si quieren se lo repetimos cinco veces- es un especialista en no decir la verdad. Tampoco es el único especialista en esto. Otegui es un especialista en secuestrar gente y no decir la verdad. Ayer por suerte Otegui no aprovechó el día de la Constitución para volver a secuestrar a alguien (aunque sólo sea porque en este momento ya no le hace falta), pero sí que aprovechó para faltar triplemente a la verdad.
Euskal Herria ya rechazó esta Constitución y su ingreso en la OTAN. pic.twitter.com/fjXbYNA0gg
— Arnaldo Otegi 🔻 (@ArnaldoOtegi) December 6, 2022
Primera falta a la verdad. Lo que dijera Navarra lo dijo al margen de Euskal Herria. Que por cierto, Otegui no disimula que para él Euskadi y Euskal Herria son mismo. O sea, que mete sin complejos a Navarra en Euskadi. El nacionalismo corrompe todo lo que toca, desde el vascuence hasta el concepto tradicional de Euskal Herria, históricamente muy distinto y muy anterior al de Euskadi. El chiflado racista que fundó el PNV bien sabía que Euskal Herria no es lo mismo que Euskadi, o no se hubiera inventado el nombre de Euskadi teniendo ya el de Euskal Herria.
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Segunda falta a la verdad. No es cierto que ni la CAV ni Navarra votaran en contra de la Constitución. En Navarra la Constitución se aprobó con el 75% de los votos. En el País Vasco con el 69%. La trampa del Egin, repescada por Otegui, es extrapolar los votos con el total del censo. Pero claro, es que entonces nadie ganaría nunca unas elecciones. Con una abstención del 30%, para conseguir la mayoría absoluta respecto al total del censo habría que tener el 71% de los votos. Como no se impone nunca semejante exigencia (aunque a lo mejor era una idea), no la puede aplicar Otegui según le convenga. Desde luego los votos en contra respecto al total del censo fueron muchos menos que los votos a favor respecto al total del censo.
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La tercera falta a la verdad, y no está mal para un solo tuit pero Otegui es Otegui, o sea casi Pedro Sánchez en cuestión de mentiras, es que en la CAV y Navarra se votó en contra de la OTAN. Bueno, a decir verdad esto es lo menos falso que dice Otegui. En realidad, es verdad que los noes a la OTAN en aquel referéndum fueron más que los síes tanto en la CAV como en Navarra. Lo que pasa es que en aquel referéndum sobre la OTAN el PSOE se desdijo y pidió el voto a favor, y la derecha (o al menos AP), para fastidiar a Felipe González en vez de pedir el voto a favor pidió la abstención. Es decir, dentro del voto abstencionista había voto difícil de cuantificar a favor de la OTAN. Así que Otegui tiene razón, objetivamente en Navarra ganó el no a la OTAN, pero al menos habría que introducir como cuestión informativa la citada matización. El resultado es que Pedro Sánchez gana el campeonato de España de mentirijillas una vez más porque donde el líder socialista hubiera marcado tres mentiras el secuestrador en jefe de Bildu sólo anota dos mentiras y una media verdad.
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Cuestión aparte es por supuesto lo que pensemos de la OTAN o de la Constitución. ¿Vendría la OTAN a defender Ceuta y Melilla como nosotros estamos defendiendo Lituania o Bulgaria? ¿Son nuestros aliados países que se niegan a extraditar a personas que han dado un golpe de estado para destruir España? Y la Constitución, ¿hasta qué punto nos defiende de lo que está pasando o lo que está pasando es consecuencia del modelo constitucional de 78? Finalmente, ¿tiene derecho el PSOE a celebrar la Constitución cuando la mayor amenaza contra la Constitución se llama PSOE y no precisamente para dar a luz algo mejor que la actual Constitución?
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Un comentario
Lo que oculta Otegi es que gracias a la «Constitución de 1978», Bildu es una realidad política, única en Europa y probablemente en el mundo. La mayoría de las constituciones occidentales no permiten partidos que atente contra la unidad del Estado. Por poner un ejemplo la «LEY FUNDAMENTAL DE LA REPÚBLICA FEDERAL DE ALEMANIA»:
Artículo 21 “Son inconstitucionales los partidos que, según sus fines o según el comportamiento de sus adherentes, tiendan a trastornar o a poner en peligro la existencia de la República Federal de Alemania”.