Diario de Navarra publicaba ayer un artículo de David Sainz, el primer director-gerente de la extinta Agencia Navarra de Emergencias, en el cual venía a suscribir todo lo dicho en la entrevista concedida a Navarra Confidencial la semana pasada. Para empezar que “hace ya muchos años que quienes se dedican a luchar y combatir, tanto en Navarra como en el resto de España, estos fuegos de sexta generación, como se denominan a estos incendios forestales, nos vienen advirtiendo: primero que iban a llegar y, segundo, que ni los medios, ni las tácticas ni las estrategias con las que se venían combatiendo durante los últimos años nos iban a servir para ellos”. ¿Se hizo algo al respecto? No. Pero claro que se podía saber.
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Sainz vuelve a señalar todos los problemas de falta de medios, descoordinación y ausencia de prevención que todo el mundo ha denunciado sobre el terreno durante los últimos incendios. Por supuesto incide en el error de haber eliminado la Agencia Navarra de Emergencias y concluye el artículo afirmando una obviedad: “las decisiones equivocadas deben servir para dos cosas: para aprender y, también, para asumir y hacer asumir responsabilidades”. Sainz señala que en el caso que nos ocupa quien ostenta la máxima responsabilidad de las actuaciones que se han hecho, y también de las que se debían haber hecho y no se han hecho, es el vicepresidente del Gobierno y consejero de Interior, Javier Remírez, que además de ofrecer respuestas, explicaciones y propuestas para que esto no vuelva a suceder debe ofrecer también responsabilidades y dimisiones por todo lo sucedido, “la primera la suya”.
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Dicho todo lo anterior, María Chivite se presentó a las elecciones forales de 2019 con un programa electoral bajo el nombre “La Navarra que imaginas”.
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En la página 188 de ese programa, el PSOE se compromete a reactivar la Agencia Navarra de Emergencias con nuevas competencias, como centro de coordinación de todos los intervinientes en una emergencia en Navarra.
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Como todo el mundo recuerda, la eliminación de la Agencia Navarra de Emergencias fue un capricho de Bildu, que en cuanto tocó poder en 2015 con el gobierno cuatripartito, a través de la consejera Beaumont, lo primero que hizo fue acabar con esta exitosa Agencia tocada no obstante por el pecado original de haber sido una iniciativa de UPN.
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El PSN no sólo es que no secundara la eliminación de esta Agencia, sino que como hemos visto prometía reactivarla en su programa electoral de 2019, el que llevó a Chivite en coalición a la presidencia.
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El problema es que el PSN no ha cumplido su promesa. En la Navarra que Imaginas gobernada por el PSN la Agencia Navarra de Emergencias efectivamente es imaginaria.
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Por depender de Bildu, por falta de iniciativa o por lo que sea no se ha vuelto a poner en marcha la Agencia de Emergencias. Es decir, el PSN consideraba que era necesaria y por eso la incluía en su programa pero, por desidia o por allanarse una vez más a las imposiciones de Bildu a cambio del sillón presidencial, ha llegado una gran emergencia y esta Agencia cuya reactivación el PSN consideraba necesaria justo para este tipo de situaciones resulta que no se ha vuelto a poner en marcha.
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Alguna responsabilidad tendrá que asumir Chivite tras pillarle los últimos grandes incendios sin cumplir su promesa electoral.
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Algún precio tendrá que pagar por haber renunciado a volver a poner en marcha la Agencia para pactar con Bildu y asegurar su sillón.
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