Chivite se pasa a la fachosfera xenófoba: “si no respetas, no vengas”

María Chivite, la presidenta de Navarra, se ha pronunciado sobre la penúltima agresión sexual acaecida en Navarra, en esta ocasión en las fiestas de Burlada. La noticia sin embargo no es tanto la propia agresión sexual, que por desgracia entra a formar parte del intolerable panorama cotidiano, como de las palabras concretas de Chivite al respecto: “si no respetas, no vengas”.

La cuestión es, ¿por qué lo que dice Chivite no es aplicable a todo tipo de delincuencia y no sólo a las agresiones sexuales? ¿Y por qué sólo es aplicable a Burlada? Si Chivite dice “si no respetas no vengas”, como lo dice Chivite, ¿eso no es xenofobia? Si Abascal dice “si no respetas no vengas”, es fascismo, pero si eso mismo lo dice Chivite es sentido común. Y decir “como no has respetado te tienes que marchar”, ¿no es el corolario lógico de decir “si no respetas no vengas”? Por otro lado no es posible intentar sostener racionalmente lo contrario de lo que dice Chivite. No se puede invitar a la gente de fuera a venir a no respetar. Hasta a Chivite se le escapa sin querer la verdad.

Otro migrante a la fachosfera a lo mejor es Otegui, que reclama para Euskadi una política propia de inmigración. Aquí la pregunta es si Bildu quiere una política de inmigración propia para acoger a exactamente el mismo número de inmigrantes que sin esa competencia (y entonces, ¿para qué quiere la competencia?), o para acoger a más inmigrantes que sin esa competencia, o para acoger a menos inmigrantes. Se aceptan las apuestas pero, ¿por qué dice que la inmigración puede amenazar la identidad nacional?

Que el nacionalismo vasco pida una política de inmigración propia es como cuando el nacionalismo catalán pide un concierto. ¿Lo pide acaso para pagar al estado lo mismo o más que en la actualidad? ¿Lo presentaría así a sus votantes? ¿O lo pide para aportar menos? No parece probable que los separatistas catalanes quieran un concierto propio para pagar lo mismo o más al estado español ni que Otegui quiera una política de inmigración propia para acoger a los mismos o más inmigrantes que sin esa política propia. Lo que pasa es que si en vez de Otegui es Abascal el que dice que España necesita una política de inmigración propia, y que esa política tiene que impedir que se ponga en peligro nuestra identidad nacional, entonces Abascal es un fascista. Y si Abascal dice que “si no respetas, no vengas”, es un nazi, pero si lo dice Chivite es defender a la mujer y el sentido común.

La literalidad de las palabras de Chivite y Otegui invitarían a darles la bienvenida a la fachosfera, pero como ellos mismos pregonan si no respetan que no vengan, y que no vengan a poner en riesgo la identidad.