Los lectores navarros de prensa local se habrán encontrado ayer entre las páginas de su diario favorito un extraño suplemento no solicitado, el cual es un auténtico panfleto de publicidad electoral encubierta (no demasiado encubierta) pagado con el dinero de todos por este gobierno.
A dos meses y una semana de las elecciones, repartir esto en prensa, es propaganda electoral pura y dura, y por tanto, no puede ser pagada del "bien comun", sino por sus partidos. pic.twitter.com/ld4ePoQ3Mu
— Javier Morrás (@Jmorrasi) March 19, 2023
Como pueden imaginar, o comprobar en el enlace que les dejamos al final, el panfleto institucional que Chivite y sus socios han colado con el dinero de todos en la prensa local es una mera enunciación de los imaginarios logros del pentapartito a lo largo de la legislatura. Ni una referencia a la inflación, a los problemas de los navarros para llegar a fin de mes tras pagar la cesta de la compra y la factura de la luz, al aumento de la inseguridad y las agresiones sexuales, a la pandemia, a las recomendaciones sanitarias incoherentes y contradictorias, a los confinamientos salvajes e inconstitucionales secundados e intensificados por el gobierno foral, a las multas ilegales, a las mascarillas desperdiciadas, a las listas de espera, al estancamiento de la economía y del empleo, al blanqueamiento de Bildu, a la asfixia fiscal, al coste del macrogobierno, a la torpeza en la gestión de los incendios que quemaron media Navarra el pasado verano.. ¿Qué navarros, aparte de Chivite y sus socios, viven mejor ahora que hace cuatro años? Es más, ¿qué navarros viven ahora mejor que en 2007?
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El folleto que el pentapartito nos ha colado en la prensa navarra a los contribuyentes es basura propagandística. Si no es corrupción, se le parece bastante. Podríamos decir que a lo mejor es hasta malversación, si no fuera porque prácticamente se han cargado la malversación. Además, ¿quién iba a decidir si es malversación si también se han cargado la independencia judicial? Lo que está claro es que se trata de usar el dinero público para hacer un descarado uso privado y propagandístico de los partidos en el gobierno. Además de tener que pagar a los partidos y su propaganda electoral habitual, los contribuyentes tenemos que pagar esta clara perversión de la publicidad institucional. Los partidos en el gobierno tienen el dinero público que reciben para financiar a los partidos y además este doping añadido para tener un poco más de ventaja y un poco más de desigualdad aún sobre el resto.
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La publicidad institucional es algo que debería desaparecer por completo del presupuesto, porque salta a la vista que lo mismo sirve para decirte que usar mascarilla es desaconsejable como lo contrario, y siempre para convertirse en una herramienta de autobombo del gobierno y de amiguismo presupuestario.
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