Como cuando en los telediarios se advierte a los telespectadores, antes de emitirlas, de la dureza de unas imágenes, nos vemos obligados a advertirles respecto al gráfico que les vamos a mostrar a continuación. Es lo más terrorífico que acaso hayan visto en mucho tiempo y tal vez no estén preparados para asumir su significado. Podría producirles ansiedad, insomnio, pesadillas caso de no padecer insomnio y dolores de cabeza. Eso no por no mencionar los efectos económicos sobre su bolsillo. Claro que esos efectos los van a notar vean o no vean el gráfico. Ta puestos mejor saber de dónde vienen esos efectos devastadores que notan sobre el bolsillo. Tras toda esta introducción están avisados. Rehusamos cualquier responsabilidad si no obstante deciden mirar este gráfico.
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Si han llegado a este párrafo seguramente es que, bajo su responsabilidad, efectivamente han decidido mirar el gráfico pese a todas nuestras advertencias. No dirán que estábamos exagerando. El gráfico es aterrador, inenarrable, dantesco.
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Desde 2013 el Gobierno de Navarra ha aumentado el número de empleados de la administración foral en 5.765 personas. Trataremos un poco más adelante de traducir a costes lo que esto significa. No obstante, interesa señalar para empezar que todo este aumento flagrante, exagerado y constante se ha llevado a cabo año tras año sin que en ni uno de esos años hubiera equilibrio presupuestario. Es decir, todo ese aumento de personal ha tenido lugar mientras la administración estaba en una situación deficitaria. Obviamente eso no ha sido un freno para que la plantilla de la administración foral haya seguido creciendo y creciendo. Malamente por más subidas de impuestos y de recaudación que se produzcan se va a equilibrar el presupuesto si por otro lado la plantilla y la masa salarial de los empleados públicos sigue creciendo y creciendo.
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Interesa poner en relación la cifra de empleados públicos y se crecimiento con el coste presupuestario de los gastos de personal de la administración foral. En los Presupuestos Generales de Navarra los gastos de personal correspondientes a esos algo más de 29.000 empleados públicos han superado los 1.500 millones de euros. Es decir, una simple división evidencia que el coste de cada empleado público más nos cuesta a los navarros algo más de 51.000 euros.
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Todas las empresas (y familias) nos estamos apretando el cinturón y siendo más eficientes. Todas, no. pic.twitter.com/FCgGSdMuLr
— Álvaro Bañon (@Abanonirujo) August 6, 2022
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Evidentemente no se trata de pretender que no haya empleados públicos en Navarra, pero nada indica que la administración foral no pudiera bastarse con menos de 25.000 empleados. Con esa cantidad de empleados Navarra lideraba todos los ranking de satisfacción con los servicios públicos antes de la crisis de 2008. Con las cuentas saneadas y antes de aquella crisis, por otro lado, nunca se superó semejante cifra de empleados públicos.
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¿Pero acaso el número de empleados públicos no es un bien en sí mismo? ¿No es mejor tener 2.000 médicos que 1.000? ¿2.000 bomberos que 1.000? ¿2.000 policías que 1.000? Pues lo cierto es que no. Si el servicio que se puede prestar con 1.000 médicos se presta con 1.500 se están gestionando mal los recursos. Si para aumentar la seguridad hacen falta 20.000 policías en vez de 2.000 a lo mejor lo que tenemos es un problema de leyes y no de falta de policías. Y si contratamos 200.000 médicos no tendremos una sanidad pública maravillosa, sino una administración pública quebrada. Pagar 29.000 empleados públicos exige un coste fiscal que asfixia el crecimiento, el empleo y la salud financiera de las familias. Por eso el estado no puede acabar con el paro contratando como jardineros públicos a todos los parados. En un mundo en el que los recursos no son ilimitados no necesariamente 29.000 empleados públicos son mejor que 25.000 ni 29.000 peor que 50.000. Tiene que haber un equilibrio entre los empleados públicos que contratas, lo productivos que son y los que puedes pagar sin reventar las costuras del presupuesto y de la economía general, por no mencionar que los gastos de personal no se pueden comer todos los demás gastos incluyendo los del material que para hacer su trabajo requiere ese personal.
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Podría pensarse que todo esto son disquisiciones ideológicas pero vayamos a lo concreto y lo matemático. Pasar de 25.000 empleados a 29.000 tiene un coste de 255 millones de euros anuales en los Presupuestos Generales de Navarra. Esos 255 millones de euros divididos entre los 292.000 navarros ocupados representan un coste anual de 870 euros. Cada navarro ocupado, por tanto, paga un promedio anual de 870 euros anuales más por ese aumento de plantilla. Por si usted se cree que todo esto no es más que una divagación abstracta sobre el gasto público que no tiene consecuencias reales sobre su bolsillo concreto.
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