El aborto es un tema del que ya casi no se puede ni hablar. Su normalización consiste en que no se hable de él. El PSOE, siguiendo el paso de Francia, quiere convertir el aborto en un derecho constiticional. Qué felices tiempos aquellos en el que el derecho consagrado en las constituciones era el derecho a la vida. Cualquiera que cuestione el aborto pasa a quedar señalado y marcado como cancelable. Cuanto más atroz es lo que se quiere normalizar, más violentamente se debe actuar contra quien se haga preguntas sobre esa normalización. Por eso siempre resulta agradable que queden políticos que todavía pongan sobre la mesa esta terrible cuestión. En este caso ha sido Carla Toscano, que aparte de chestertoniana es concejal y portavoz adjunta de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, quien se ha atrevido desde una tribuna a desnormalizar este horror.
Toscano ha denunciado frente a los abortistas que «tienen pánico de humanizar al bebé, porque cuando le deshumanizan se pueden seguir engañando a ustedes mismos y engañando a la sociedad contando que es un conjunto de células». La evidente contradicción es que, en cambio, «si ustedes tienen una amiga o una hija que está embarazada y pierde el bebé ustedes no le dicen ‘bah es un conjunto de células’. Ustedes lo sienten, les duele porque consideran que es una persona, pero si su hija o su amiga aborta voluntariamente entonces no importa porque es un despojo».
La evidencia puesta sobre la mesa por Carla Toscano no es un asunto menor, ya que hemos normalizado algo tan grave como eliminar una vida no por humana o no humana, sino por deseada o no deseada.
La frontera real para ser humano no es haber nacido o no, o estar en la semana 7, la 19 o la 23 de la gestación, sino que la frontera es ser deseado o no ser deseado. ¿En qué momento matar a quien no se desea le llamamos un derecho? A matar a quien no se desea, que es el derecho a matar a quien no se desea que viva, ¿cómo podemos llamarlo progresismo? ¿Como es que ser humano, que es un hecho objetivo, lo condicionamos a ser deseado no deseado? Una silla es una silla, una estrella es una estrella, pero el mismo niño, ¿es humano si lo deseas y no es humano si no lo deseas? ¿Es relevante querer o no querer a alguien a la hora de considerar su eliminación un asesinato? ¿Acaso no hay que dar por hecho que todo el que mata a otro es porque no lo quiere y no lo desea?
Toda la lógica en torno al aborto es absurda, por eso no se puede poner en cuestión. La única forma de sostenerla en el tiempo es prohibir el pensar en ella. Decir por ejemplo que el niño no es un niño sino el cuerpo de la madre es pretender que una embarazada es un ser humano con dos cabezas.
Como bien señala Carla Toscano, no volverá a existir otro niño como ese que hemos eliminado, era un individuo irrepetible. Su muerte es irreparable.
El ser humano es humano desde el primer día igual que el dinero es dinero desde el primer céntimo. La vida es un proceso y hay monedas de un céntimo y billetes de 500, pero no hay una moneda o un billete tan pequeño que no sea dinero. A lo largo de todo el arco de la vida, somos humanos desde el principio. No somos humanos desde la semana 21 hasta la muerte y marcianos entre la concepción y la semana 21.
Bien por VOX y por Carla Toscano. Está bien que siga habiendo políticos hablando de esto.
