Ayer España sufrió un escalofrío con el atentado contra Alejo Vidal Quadras. El fantasma de la Guerra Civil asomó otra vez al presente en un ambiente político y social absolutamente enrarecido. El recuerdo del asesinato de Calvo Sotelo en 1936 resultaba inevitable. Calvo Sotelo, jefe de la oposición parlamentaria al frentepopulismo izquierdista en aquel tiempo, era sacado de su domicilio y asesinado por un grupo de militantes socialistas entre los que se encontraban incluso guardaespaldas de Indalecio Prieto, entonces líder del PSOE. El asesinato de Calvo Sotelo el 13 de julio del 36 fue el detonante de la Guerra Civil y la evidencia del auténtico clima de persecución y violencia que ya se vivía antes de la Guerra con el gobierno frentepopulista, durante la por algunos añorada Segunda República. El otro líder de la derecha, Gil Robles, se libró de ser asesinado esa misma noche por no estar presente en su domicilio. Fernando Condés y Luis Cuenca fueron los dos militantes socialistas que al frente de un grupo de civiles y policías asesinaron a Calvo Sotelo. Nunca fueron juzgados por ello. Tras cometer el asesinato, parece que se escondieron en el domicilio de la diputada socialista Margarita Nelken. Al comenzar la guerra Condés y Cuenca fueron nombrados oficiales de la milicias republicanos, aunque ambos encotrarían la muerte en los primeros combates de la misma. Durante el entierro de Condés, Margarita Nelken pronunció un discurso en el que dijo que «A Fernando Condés lo precisábamos para el día del triunfo. Los que tuvimos la dicha de tratarle íntimamente sabemos hasta qué punto nos hubiera sido útil. Fernando se nos ha ido, pero estará siempre entre nosotros”. Al Cuartel General de las Milicias Populares se le puso el nombre de Fernando Condés.
El 13 de julio de 1936, fue asesinado José Calvo Sotelo, el jefe de la oposición de derechas. Sus asesinos fueron los militantes socialistas de “La Motorizada” la guardia personal de Indalecio Prieto, que sería el presidente del PSOE. Empezó la guerra civil. Memoria histórica. pic.twitter.com/UuM1MRkQ5s
— Mon Bosch 🇪🇺 (@josepramonbosch) November 9, 2023
Todo lo anterior es uno de esos episodios memorialísticos que conviene recordar, para no ser víctima del discurso que pretende convencernos de que el PSOE actual es irreconocible y que Pedro Sánchez está acabando con la tradición moderada y democrática de este venerable partido. Todo lo contrario, el problema de Pedro Sánchez y sus secuaces es que están devolviendo al PSOE a sus orígenes, a sus raíces antidemocráticas y violentas.
El PSOE, trabajando por la convivcencia y la concordia en España desde 1933 pic.twitter.com/VoswA1kr3A
— Adolfo (@adolfopamplona) November 6, 2023
X
Naturalmente todo lo anterior puede tener algo que ver o no con el atentado a Vidal Quadras. Lo cierto es que a estas horas todo parece bastante confuso. Al parecer el propio Vidal Quadras sospecha que sea el régimen iraní quien pueda estar detrás de su atentado y no algún tipo de grupo o exaltado ultraizquierdista. La investigación irá esclareciendo todos estos extremos, aunque no corren los mejores tiempos en lo que se refiere tampoco a la confianza en la independencia de los mandos policiales y el trabajo de Interior. No sería tampoco un asunto menor que detrás de este atentado estuviera el régimen iraní. En este momento Irán está detrás de todos los principales conflictos bélicos abiertos en el mundo, por no mencionar que los ayatolás también estaban detrás de Hispan TV, la plataforma mediática que catapultó a Pablo Iglesias y a Podemos en su etapa inicial. No obstante, parece un poco extraño que de toda la gente a la que podría matar Irán en todos los países Occidentales haya empezado por Vidal Quadras. En todo caso y si fuera así algo tendría que decir y hacer el gobierno español si Irán ha empezado a intentar matar españoles en suelo español por sus críticas hacia el régimen iraní.
X
La cuestión de fondo con todas las hipótesis abiertas, las citadas u otras, es que cualquiera que sea el desenlace de la investigación ya es relevante en sí mismo el hecho de que no resulte extraño el recuerdo de Calvo Sotelo en un momento como este, de radicalización extrema de la izquierda española y de subversión del estado de derechoz. Aunque Irene Montero, Ione Belarra, Angela Rodríguez Pam, Pablo Echenique o Pablo Iglesias usaron ayer las redes sociales para hablar de Gaza o criminalizar las manifestaciones contra el gobierno, ninguno de ellos, incluyendo los ministros en funciones del gobierno, condenó el atentado o tuvo un gesto de apoyo a Vidal Quadras. Por supuesto otro tanto se puede decir de Arnaldo Otegui, Oskar Matute, Mertxe Aizpurúa… pero eso se da por sentado.
Ya se ha acordado el infame pacto entre Sánchez y Puigdemont que tritura en España el Estado de Derecho y acaba con la separación de poderes. Nuestra Nación dejará así de ser una democracia liberal para convertirse en una tiranía totalitaria. Los españoles no lo permitiremos.
— Alejo Vidal-Quadras (@VidalQuadras) November 9, 2023
Veremos cómo se resuelve la investigación del atentado contra Vidal Quadras, si es que se resuelve, pero el mero hecho de que sea perfectamente concebible un atentado ideológico dice bastante de la situación actual. Ante el crecimiento generalizado de la inseguridad ciudadana en los últimos años, aumenta el riesgo de que a cualquier ciudadano le roben, le apuñalen, le agredan o incluso le disparen, pero parece que significarse políticamente por la derecha añade a este creciente riesgo general un plus de peligrosidad. La denuncia de regímenes como el ruso o el iraní ya es de por sú un peligro para la salud, pero cuando toda la España que no forma parte del sanchismo está siendo continuamente señalada como nazi o cómplice del nazismo, no resultaría extraña la violencia por parte de grupos o individuos radicales contra cualquier figura de esa media España que puedan tener más cercana y desprotegida. Lamentablemente es una espiral difícil de parar porque las alianzas del PSOE y el mantenimiento de la presidencia de Sánchez exigen la potenciación de esa espiral.
X