Aunque ha quedado un tanto opacada por los acopntecimientos en Israel, la manifestación del domingo en Barcelona contra la amnistía y la voladura del estado de derecho fue un éxito rotundo. El gobierno no genera concordia y unidad sino discordia y división. Pedro Sánchez no está alimentando la concordia sino la división entre los españoles y también la división dentro de los propios catalanes. Sánchez intenta gobernar sobre la cancelación de media España a cambio de que el estado proporcione impunidad a los separatistas para cancelar a la mitad de los vascos y catalanes. Lo del domingo fue por tanto algo así como un primer acto de rebeldía de la España cancelada.
La convocatoria fue un éxito que confirman las imágenes aunque lo discutan los altavoces del gobierno y el separatismo. Se trata de un éxito particularmente reseñable porque cabía temer una amplia decepción y desmovilización entre todos aquellos españoles y catalanes que tras la intentona golpista de 2017 ya salieron a manifestarse pero que ahora han sido traicionados por el estado (que no por el país) que los tenía que defender. No es fácil resistir al que se tiene enfrente mientras te apuñalan por la espalda. ¿Cuáles son los incentivos de muchos catalanes para jugársela o para resistir en el día a día cuando después es el propio gobierno español el que les traiciona y premia al nacionalismo? De entre las muchas cosas que habrá que reprocharle al PSOE, la de desmoralizar a los propios españoles frente al separatismo no será la menor.
Si no ves barricadas y contenedores ardiendo, es normal que no te creas que esto es una manifestación en Barcelona.
Pero es una manifestación en Barcelona. pic.twitter.com/RD9iTgNdPE
— Josema Vallejo (@JosemaVallejo) October 8, 2023
Finalmente, la foto del PP y de VOX juntos en Barcelona no es algo de lo que nadie pueda renegar sino todo lo contrario, es la expresión de una unión natural frente a los enemigos del estado de derecho, la libertad y la nación. Otra cosa que ver en la misma manifestación al PP y VOX sería incomprensible. Incomprensible también es tratar de que esa unión natural en la calle frente a una amenaza común no tenga después una traducción política inmediata. La misma unidad de PP y VOX en la calle tiene que darse en el ámbito político porque lo uno es consecuencia de lo otro, otra cosa no tiene lógica y es hacerle el juego a los enemigos de España, ahogarse en los complejos y caer en su marco mental.
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