El estado de derecho todavía medio funciona a pesar de todo y como consecuencia han sido multadas 31 personas con una cantidad acumulada de 21.000 euros, por tratar de boicotear el pasado 12 de octubre un acto de VOX en Navarra. Ahora vienen por parte de los boicoteadores los lamentos, la incomprensión y la indignación.
Lo cierto es que, como suele ocurrir en estos casos, la lógica de los boicoteadores y sus defensores resulta de lo más delirante. En una democracia todo el mundo puede manifestarse, lo fascista es no dejar a la gente manifestarse, son los boicoteadores por tanto quienes actúan como fascistas. Los boicoteadores tienen derecho a manifestarse por sus ideas o a montar su propia carpa, pero no tienen derecho a boicotear las carpas o las manifestaciones de los demás.
Llamativo resulta además que los boicoteadores presenten el boicot como un acto en defensa de los pobres y los desfavorecidos, que por lo visto lo son como consecuencia del nacionalismo español. Al parecer esta gente no se da cuenta de que hay gente pobre fuera de España y que en realidad en España hay muy poca pobreza y se vive muy bien. Vivimos peor que hace unos años si nos comparamos con nosotros mismos, pero comparándonos con el conjunto del mundo ser español es un auténtico privilegio. El 90% de la población del planeta vive entre peor y mucho peor que en España. Por otro lado vivimos peor precisamente desde que nos gobiernan fuerzas separatistas y antiespañolas. ¿O alguien ha notado una mejoría en su nivel de vida fuera de los prebostes o los subvencionados por esas fuerzas?
Desde luego está bien que se sepa que acudir a boicotear actos de un partido político es una actividad sancionable. No hay democracia sin libertad de manifestación y expresión. No hay democracia si no todos podemos ejercer en igualdad esa libertad. Hay varias fuerzas en Navarra, sin embargo, muy acostumbradas a que sólo ellas puedan manifestarse o expresarse en público sin ser amenazadas, insultadas o agredidas. Su predominio social en muchos lugares no se entiende seguramente si no es tras décadas de esa desigualdad.
Finalmente, no deben representar tanto como dicen los 31 sancionados a los desfavorecidos y los pobres si tienen 21.000 euros para gastárselos en multas. Lo único que tienen que hacer para evitar esas multas es dedicarse a defender sus ideas en vez de tratar de impedir que defiendan y expresen las suyas los demás. O sea, hacerse demócratas.
