Frente al discurso triunfalista y acrítico de Chivite, tenemos la realidad. Navarra no va bien y lo que es peor, no vamos bien cuando las cosas van bien, ¿qué pasará entonces cuando las cosas se empiecen a torcer en nuestro entorno de verdad? Todos los avisos que se van publicando deberían servirle a Chivite para cambiar de rumbo antes de despeñarnos por el precipicio, ¿pero puede cambiar de rumbo Chivite sin cambiar al mismo tiempo de socios? ¿Puede por otro lado cambiar de socios sin poner en peligro su sillón? Habrá que reformular el dicho de que no hay más ciego que el que no quiere ver por el de no hay más ciega que la que no quiere perder su sillón.
A todo el goteo de cierres, fugas y empresas que pasan de largo, hay que sumar ahora un informe bastante estremecedor de Institución Futuro, titulado “Situación del empleo en la industria navarra. Regulaciones de empleo y ERTEs 2024”, que basándose en la información publicada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social analiza el número de trabajadores que han sufrido un ERTE en los últimos años.

Como puede apreciarse al comparar el número de empleados afectados por algún ERTE en la industria con el total de afiliados a la seguridad social, se comprueba que el año pasado en Navarra 20 de cada 100 trabajadores industriales (1 de cada 5) sufrió algún tipo de ERTE. Ese 20,39% de ERTEs sobre el total de trabajadores de la industria coloca a Navarra con la región con mayores porcentajes a mucha distancia de la Comunidad Valenciana (12,37%) afectada por la DANA, de Cantabria (10,33%), del País Vasco (5,35%) o de Aragón (3,35%).

Podría alegarse que el peso de los ERTEs en Navarra en el sector industrial es mayor que en otras comunidades porque también es mayor en Navarra el peso del sector industrial (un 30% del PIB), sin embargo esto sería no querer ver el deterioro de la situación. Para ello basta con contrastar los datos con los de nosotros mismos en el pasado. Al analizar los sectores afectados por los ERTEs en Navarra durante 2024, la industria fue la más afectada con un 84,74% del total (15.300 trabajadores afectados en algún momento), seguida ya muy lejos del sector servicios con un 15,0%. El sector de la construcción y el agrario apenas sufrieron este tipo de procedimientos. La comparación con 2019 resulta escalofriante. No hemos salido de las cifras de la pandemia y de hecho empeoramos. Ya ni siquiera se trata de criticar al gobierno sino de avisarle, como a todos los ciudadanos navarros: aquí está pasando algo y estamos tardando en un cambio de rumbo para pararlo.

Recordemos finalmente que los ERTE son una fórmula que permite a las empresas que tienen dificultades coyunturales evitar despidos masivos al menos temporalmente. Los trabajadores en ERTE, por otro lado, no computan como parados y siguen figurando como ocupados. Es decir, las estadísticas de empleo no reflejan la situación real del empleo y de todos estos trabajadores. El edificio de la economía navarra se está resquebrajando, pero el gobierno no quiere mirarlo.