6ª Estación del Vialucis en Pandemia

¿Cómo dudar después de escuchar esta inmensa revelación? ¿Cómo puedo sentirme dolorido por los amigos que se me han ido a causa de este coronavirus? ¿Cómo puedo dudar al escuchar cosas de la pandemia?

5ª Estación del Vialucis en Pandemia

El Espíritu les hizo entender tus palabras, de las que no habían hecho caso por falta de luz, de que resucitarías al tercer día. Hoy te pido por los que estamos nerviosos y sufrimos ante esta pandemia aunque parece que ya va pasando

4ª Estación del Vialucis en Pandemia

Con tu resurrección quedó consumado el juicio de la historia. Definitivamente la resurrección dio a luz un mundo nuevo y a una tierra nueva porque lo viejo agotó su pecado al crucificarte a ti

1ª Estación del Vialucis en Pandemia

Sucedió a media noche. Si hubieras estado durmiendo en el amplio sepulcro, al lado del cadáver de Jesús, no habrías notado nada. Ni el más mínimo movimiento o ruido. Nada te hubiera despertado. Por la mañana, ante tu extrañeza y terror, el ángel del sepulcro te hubiera dicho como a las mujeres: “No te preocupes, no pasa nada, Jesús no está aquí, ha resucitado”.
Es que Jesucristo no resucitó en nuestra creación como Lázaro. Resucitó en la nueva creación. Todo su ser, hasta la más pequeña célula, fue arrebatado a una dimensión nueva. ¡Qué maravilla! Este es el hecho diferencial del cristianismo. Con este hecho comienza la fe. Todo el Antiguo Testamento es preparación para esta fe. El que crea en este suceso fuera de toda lógica y apoyo, cree con la fe que le da el Espíritu Santo, espera y ama por la fuerza del mismo Espíritu. Esto ya es una realidad que pertenece a otro mundo.
Señor yo sé que lo único que me salva es esta fe. Creer en la resurrección limpia mi conciencia, como dice San Pedro (1Pe 4,21). Hazme sencillo para que pueda creer en ello, como los niños. Estamos en pandemia desde hace dos años, prácticamente confinados por temor a un virus que mata. Pese a todo seguimos muy endurecidos. No aceptamos nuestra fragilidad. No oramos, no aceptamos el prodigio de tu resurrección. Algunos se preguntan: “¿Dónde está Dios?” Pero yo digo: Gracias, Señor, porque estás vivo.

15ª Estación del Viacrucis en Pandemia

Tu resurrección, Señor, es el origen del universo. Todo ha sido creado para que ella sucediera. Los millones de galaxias, de estrellas, de soles y planetas, la larga evolución de la vida, la creación del hombre inteligente, todo ha sido planificado para que tú resucitaras. Gracias, Señor, porque en ese plan también fui nominado yo. Todo ha sido en ti, por ti y para ti. Fuera de ti nada ha sido hecho de cuanto se hizo y se hace. Qué maravilla poder entender este misterio desde la fe. Este secreto escondido a través de los siglos sólo puede ser revelado por tu Espíritu en la fe. Ni los ángeles ni el demonio pudieron sospecharlo ni cabe tampoco en conocimiento humano ni de ciencia alguna. Sólo por gracia puede entenderse y disfrutarse.
Gracias, Señor, por tu santa resurrección. El pecado ha sido destruido y la muerte vencida. Se abre ante nosotros el panorama fascinante de la nueva creación. Tú la inauguras, tú eres su primer habitante. Gracias porque en ella culminan todos nuestros anhelos. El mundo del pecado entristece porque ya no es el dueño, ha perdido su peso y atractivo, podemos seguir soñando en una vida nueva. Las puertas del infierno se cierran de temor, sobre el mundo se cierne otro señorío. Tú vives y eres el Señor. Todo el poder ha pasado a tus manos. Lo proclamamos, Señor, te bendecimos, te glorificamos y te damos gracias infinitas.

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