Lamentablemente, señor Reverte, los ciudadanos nos vamos acostumbrando a la bazofia de todo tipo. Los imbéciles y malvados nos rodean por doquier, pero también la palabrería revestida de erudición se acepta sin pudor y sin reparo alguno. Pero alguien debe decirle, señor Reverte, de una vez por todas, que algunos estamos hasta los mismísimos de los artículos basura, con patente de corso, que nos ensucian la vista y nos embotan el entendimiento. Las calificaciones, improperios y demás lindezas a las que nos tiene acostumbrados tienen mucho tirón entre el vulgo, le hacen tan popular como a los personajes que usted vilipendia. Sin embargo, habrá pocos, entre aquellos que se deleitan con sus parrafadas malolientes, que luego sean capaces de degustar la lectura de un buen libro. No tardaremos en sufrir las gilipolleces de otro presidente que previamente se habrá cultivado engullendo estiércol verborreico del que usted segrega con frecuencia. Los lectores nos merecemos otros presidentes y otros articulistas.
Total, para decirnos que está de acuerdo con todo lo que ha hecho el Sr. Zapatero. Lo único que no le convence es que se haya rodeado de ineptos oportunistas tan inútiles como él. !Ah¡, y que haya mentido. ¿Pero no se da cuenta, señor Reverte, que para llevar adelante los proyectos que tanto le encandilan a usted hay que ser gilipollas y mentiroso? Y para cultivar la gilipollez, y poder conseguir que gente como ésta llegue a presidirnos, no hay más que nutrirse en las publicaciones basura y en los artículos fétidos a los que nos tiene acostumbrados. Pero mire usted por dónde, a mí me dan más miedo los malvados que los imbéciles, pues los imbéciles son inocentes de muchas de sus acciones mientras que los malvados, aun siendo inteligentes, porque la malicia requiere inteligencia, hacen mucho daño a los incautos. Y cada vez hay más ilusos en este país. Pero con la ilustración que nos imbuye artículos como los suyos, ya vendrán presidentes versados y de talla intelectual para hacer los estropicios que la derechona radical haya compuesto.
Y no me diga, como suele apostillar todo erudito demócrata, que si no me gusta, lo que tengo que hacer es no leer lo que usted escribe. No me diga lo que tengo que hacer, porque yo ya soy mayorcito y sé lo que me hago, y desde luego no acostumbro a leerle. Pero sus artículos circulan por la red como las heces por las cañerías, y cuando menos te lo esperas refluyen a tu ordenador dejándolo todo perdido y mal oliente. Su patente de corso no creo que deba dar para tanto. No obstante, le animo a seguir cultivando su depurado estilo literario. Con un poco de paciencia las letras castellanas, y en particular las españolas, podrán conseguir otro nobel de literatura. Para ello, quizá sea conveniente que empiece a practicar la succión del líquido elemento, desde una palangana, por su lindo ano.
3 respuestas
Realmente no se por que debe Ud. de escribir con tantos insultos y descalificaciones Sr. Contreras. Parece que esta Ud. presa de arrebato, o que lleva muchos años hablando solo con los que piensa como Ud. Moderese, y si algo no le gusta lo dice sin más. Me está pareciendo que Ud toma el relevo en NC de otro rapsoda de las buenas costumbres que las pierde para defenderse. salu2
Pues yo ya tenía ganas de que alguien descubriera a Pérez Reverte. Si usted, Suay suay, hubiera leído como yo el artículo de Reverte se daría cuenta de que el faltón es él. El Sr. Contreras no ha hecho más que referirse a los arrebatos de él. Así que, Sr. Suay suay no sea usted tan fanático y mal pensado.
Pues a mí me parece que se le entiende alto y claro. Puede provocar rechinar de dientes pero dice las verdades del barquero de manera que el español de la calle lo entiende a la legua. El problema no es el mensajerp sino que nos dice lo mal que está España. Aunque nos duela.