El diagnóstico de Moscoso sobre la crisis: la culpa la tiene la derecha desreguladora

La lógica por la que no tiene sentido votar al PSOE resulta evidente. Si sigue gobernando el mismo que ha estado gobernando hasta ahora, ¿cómo van a seguir las cosas?, pues como hasta ahora. Y a nadie le parece que ahora mismo las cosas estén demasiado bien. Lejos de asumir ninguna responsabilidad, sin embargo, el cabeza de lista del PSN en Navarra comenzó ayer la campaña culpando de la crisis a “la derecha desreguladora”. Unos pocos ejemplos, no obstante, ponen en cuestión que el origen de la crisis se encuentre donde lo sitúa Moscoso o que la salida de la crisis pase, como él pretende, por más impuestos, más regulación, menos sociedad civil y más estado. Incluso yendo más lejos, cabe dudar incluso de la existencia real de una derecha desreguladora. Todo nuestro sistema en crisis, al margen de que gobierne la izquierda o la derecha, se basa sobre una actividad de la administración intensamente controladora.

Las hipotecas basura

Las hipotecas basura, en el origen de la crisis subprime, son una imposición de carácter progresista al sistema bancario, por el que se conceden créditos hipotecarios a personas a las que no se los concederían los bancos. Dos empresas semipúblicas estadounidenses, Fannie Mae y Freddie Mac, llegaron a controlar el 50% del mercado hipotecario avalando créditos dudosos con el respaldo del estado.

Los tipos de interés

Todo el mundo sabe que existe una relación inversa entre los tipos de interés y el precio de los activos, ya sean acciones, deuda o pisos. Cuanto más bajos se encuentran los tipos de interés, más se expande el crédito, más suben las acciones (puesto que los bonos compiten con rentabilidades bajas) y más sube el precio de los pisos (espoleado por todo lo anterior, en cuanto inversión, más el fácil acceso al crédito). En el origen de la burbuja inmobiliaria, por tanto, se encuentra una política de tipos de interés demasiado relajada que ha durado más de una década. Esta política de tipos, en el caso de España, ha llegado a ser incluso negativa (inflación superior a los tipos). Los tipos de interés los determinan la Reserva Federal de los EEUU o el Banco Central Europeo. Es decir, que no los mercados sino instituciones políticas, con los resultados que ahora padecemos, han decidido en último término la política de tipos. El principal desencadenante de la crisis, según multitud de expertos, es la política de tipos.

Las cajas de ahorro

Otro elemento clave de la actual crisis es la mala gestión de las cajas de ahorro. Paradójicamente, las cajas de ahorro, de naturaleza pública o fundadas por instituciones públicas, son en teoría las entidades financieras con menos afán de lucro y más controladas por la administración pública, al punto que la administración pública ha llegado a confundirse con la dirección de las cajas de ahorro. Obviamente se trata de un ejemplo de cómo el control directo de la administración sobre las entidades financieras no sólo no ha mejorado la solvencia de éstas, sino todo lo contrario.

El suelo

Un último elemento característico de la burbuja inmobiliaria, la corrupción política y los ingresos públicos insostenibles es la política de suelo. Aznar intentó llevar a cabo una liberalización del suelo en 1998 que el Tribunal Constitucional tiró en el año 2001. El suelo nunca llegó a ser liberalizado y la potestad liberalizadora pasó a las comunidades autónomas, ninguna de las cuales ha liberalizado el suelo.

Moscoso, quizá, se equivoca

Todo lo anterior lleva a concluir que, en lo que respecta a las raíces generales de la crisis, Juan Moscoso se equivoca. En lo que se refiere a las causas específicas de la crisis española, intenta lanzar balones fuera. Y en lo que se refiere a un cambio respecto a la lamentable situación actual, Moscoso representa el seguir como hasta ahora.