En los últimos días, desde distintos ámbitos, el hecho de que los etarras que aparecían en el video anunciando el “cese definitivo de la violencia” llevaran puestas sus típicas capuchas se ha considerado como una razón para alimentar el escepticismo respecto a la derrota de ETA. Si todo ha acabado, ¿no deberían quitarse las capuchas? Por el contrario, resulta tranquilizador que los etarras sigan apareciendo en sus videos con capuchas. Eso significa que tienen miedo a ser identificados y perseguidos por las fuerzas de seguridad del estado. Sería preocupante que no tuvieran ningún miedo para quitarse la capucha después de leer el comunicado. Entonces sí tendríamos que preguntarnos por qué no tienen miedo a ser identificados. Las estrafalarias capuchas de inspiración Ku-klux-klan con chapela de los terroristas, en este sentido, representan un punto a favor del optimismo y en contra del escepticismo.
6 respuestas
Igual es porque están en Francia, y allí según tengo entendido se sigue cumpliendo la ley y se detiene a terroristas. Aquí hace meses que no se detiene a Faisanes, huy, perdón, quise decir terroristas.
Y si lo pensamos bien, más extraño es que sigan utilizando la frase «bietan jarrai» Antes hacía referencia a la vía política y militar ¿A qué «dos» (vías) se refieren ahora? Que alguien nos ilumine.
Muy acertada y lógica observación. La comparto plenamente.
No sé quiénes acompañaban a Pla en su esperanzadora intervencion de ayer 20 de octubre de 2011 (¿Izaskun – Iratxe?, ¿quizá una pareja de la Guardia Civil y/o un Guardia / Gendarme y un Policía Nacional?), pero como presentarse con el escudo – leyenda ‘Bietan Jarrai’ en el pecho resta toda credibilidad al comunicado, me pregunto ¿fue un «descuido» del CNI o es que ya no tienen ni para comprarse un jersey?
Por lo menos, la estrategia electoral en esta campaña no pasa por volar trenes repletos de pasajeros.
De todas formas, por el mismo precio, podían haber fomentado un comunicado conjunto de todos los violadores que están en el trullo asegurando que no van a volver a violar. Y los ladrones, a robar…
Así fletamos unos buses y les abrimos las puertas bailando al ritmo de las fanfarrias…
La fórmula empleada en el comunicado «cese definitivo de la actividad armada» no es nada original. Es la misma que han utilizado mis amigos cazadores cuando han colgado la escopeta y se han dedicado al deporte del almuerzo.